Las acusaciones de sobresueldos opacos desatan un vendaval en el PP
El extesorero Luis Bárcenas, imputado por blanqueo y delito fiscal, presiona tras destaparse que ocultó 22 millones en Suiza
Francisco Mercado
Madrid, El País
Las cuentas del Partido Popular y de sus principales dirigentes están bajo sospecha como consecuencia de los datos descubiertos por la investigación judicial del caso Gürtel, que han abierto la mayor crisis que vive esta formación política en los últimos años. La principal amenaza para la actual dirección del partido es el extesorero nacional del PP Luis Bárcenas, imputado en esa causa por supuesto blanqueo de capitales y supuesto autor de un delito fiscal al tener cuentas en Suiza con hasta 22 millones de origen desconocido, si bien regularizó esos fondos a fines del año pasado, según su letrado. Bárcenas guarda los secretos de las finanzas del PP de los últimos 18 años y su entorno asegura que tiene datos muy comprometedores para los dirigentes actuales del partido.
Desde que el extesorero del PP fue imputado por sus vinculaciones con la trama corrupta, mantiene una pugna con la dirección de su partido. En 2009 dimitió de su cargo y, más tarde, le fue retirada la asignación para costear los gastos de su abogado.
El entorno de Luis Bárcenas sostiene, sin aportar aún pruebas documentales que lo avalen, que el extesorero pagó durante los últimos años sobresueldos mensuales opacos al fisco a los principales dirigentes del PP, entre ellos sus dos últimos presidentes, José María Aznar y Mariano Rajoy, con dinero de donaciones de distintas empresas. Las mismas fuentes indican que Álvaro Lapuerta, el anterior tesorero del PP, y Bárcenas dejaron constancia por escrito de los pagos.
La dirección nacional del PP lo niega y asegura que todos los pagos e ingresos fueron declarados a Hacienda y están auditados por el Tribunal de Cuentas, que no halló ninguna anomalía.
En un momento especialmente delicado para el Gobierno de Mariano Rajoy, tras un año de fuertes recortes del gasto en servicios públicos esenciales y múltiples promesas de austeridad y transparencia para mejorar la imagen de los políticos, los avances de la investigación del caso Gürtel, con el descubrimiento de las cuentas secretas del extesorero de esta formación, han supuesto un golpe muy duro para la credibilidad del PP.
Los extesoreros Lapuerta y Bárcenas también cobraron esos sobresueldos, aunque su entorno sostiene que declararon todos los ingresos a Hacienda. En el caso de Bárcenas, su contabilidad personal, incorporada al sumario del caso Gürtel, recoge en 2007 como “transferencia del PP” a su cuenta bancaria un sobresueldo mensual de más de 6.000 euros junto a otro ingreso ordinario de unos 3.500 euros que le pagaban con el concepto “nómina del PP”. Cuatro años antes, Bárcenas cobraba prácticamente lo mismo de su partido, aunque en un solo concepto “nómina del PP”.
Bárcenas ingresaba como gerente, primero, y como tesorero, después, una media de 200.000 euros al año, según sus declaraciones de la renta. Cantidad superior a la que percibían el presidente y el secretario general del PP. Esas retribuciones, con su mujer en paro, no permiten atesorar 22 millones de euros en una cuenta suiza a nombre de una sociedad domiciliada en Panamá. El extesorero no tenía actividades mercantiles declaradas durante la época en que acumuló los 22 millones, tan solo ejercía de gerente del PP y, desde 2004, como senador. Bárcenas explicó a los gestores del banco suizo donde depositó su dinero que se dedicaba a la compraventa de obras de arte y a la promoción inmobiliaria.
Desde que fue imputado en el caso Gürtel, primero por haber recibido supuestamente comisiones ilegales de la trama corrupta y después por diversos delitos fiscales relacionados con ingresos de cantidades en el banco en billetes de 500 euros, Bárcenas ha amagado con airear algunos trapos sucios de dirigentes de su partido, al sentir que le habían abandonado a su suerte en el proceso judicial abierto contra él. Hasta el punto de considerar que tras la llegada al Gobierno del PP, en diciembre de 2011, su situación procesal se ha agravado.
En su última declaración ante el juez de la Audiencia Nacional que instruye la causa, Bárcenas denunció sectarismo en la Fiscalía Anticorrupción y malas prácticas en la Abogacía del Estado, dependiente del Ministerio de Justicia, y de la Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Hacienda, para imputarle un delito fiscal por la compraventa de unos cuadros en 2006, con los que ganó más de 500.000 euros.
El abogado de Bárcenas, Miguel Bajo, planteó ayer la necesidad de que la Agencia Tributaria investigue si esos sobresueldos que alega que pagó el extesorero del PP a los dirigentes de su partido fueron declarados por estos a Hacienda o lo ocultaron.
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, también reclamó ayer una investigación interna del PP, como la que hubo en su día con el caso Naseiro, para aclarar si hubo pagos ilegales a determinados dirigentes.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que apenas coincidió un año y medio con Bárcenas en la dirección del partido y que se opuso a la continuidad de este como tesorero en cuanto estalló el caso Gürtel, salió ayer al paso de las informaciones publicadas por el diario El Mundo sobre los pagos ilegales y declaró que no le constaba que durante su mandato nadie hubiera cobrado sobresueldos opacos al fisco, ni tampoco tenía conocimiento de que esas prácticas hubieran tenido lugar con anterioridad.
Cospedal se niega a abrir una investigación interna sobre los supuestos sobresueldos opacos, como pide Aguirre, porque alega que ya encargó este miércoles esas averiguaciones a la actual tesorera, Carmen Navarro, con resultado negativo.
Cospedal se niega a abrir una investigación interna sobre los supuestos sobresueldos opacos, como pide Aguirre
Distintos dirigentes del PP explicaron a este periódico que siempre cobraron sobresueldos del partido, pero que estos estaban perfectamente regularizados y que habían pagado a Hacienda los impuestos correspondientes a esos ingresos. Algunos de esos dirigentes llegaron a facilitar sus declaraciones de la renta por sus retribuciones como parlamentarios y como cargos del partido, para demostrar que los sobresueldos cobrados se habían comunicado a Hacienda.
El PP facilitó ayer un argumentario a sus cuadros para intentar frenar todas las sospechas de corrupción que se han desencadenado a raíz de conocer las cuentas suizas de su extesorero Bárcenas. “No se ha producido el pago de sobresueldos [opacos] a cargos del partido ni en la etapa actual ni en las anteriores. Todos los sueldos y gastos de representación que se pagan en el Partido Popular se pagan a Hacienda y se cobran de acuerdo a la legalidad”.
Con esta explicación, los populares parecen querer decir que esos sobresueldos eran en realidad dinero que se pagaba a los dirigentes para que pudieran costear sus gastos de representación (comidas, viajes…).
Sin embargo, el entorno de los extesoreros del PP explica que desde la etapa de la presidencia de José María Aznar hasta la del propio Mariano Rajoy, incluida, los principales dirigentes del partido han cobrado un sobresueldo que ni el partido ni ellos declaraban al fisco.
El sistema, según estas fuentes, fue ideado por Aznar, que no quería cobrar un sueldo tan abultado como presidente del PP. Entonces se ideó la fórmula de complementar el sueldo oficial con una cantidad mensual para supuestos gastos de representación, pero “que no tributase”. Y se instaló un sistema por el que se abonaba, solo a los principales dirigentes, un sobresueldo que no declaraba el partido al fisco, por lo que el perceptor tampoco estaba obligado a hacerlo, según fuentes próximas a los extesoreros.
La media de esos sobresueldos rondaba los 3.000 euros mensuales. La tesorería del partido, según el entorno de Bárcenas y Lapuerta, guardaba una celosa lista del perceptor de esas cantidades, en la que había dos puestos siempre fijos como perceptores de complementos: el presidente y el secretario general del partido. En ocasiones se benefició a cargos ajenos a dichos puestos. Francisco Álvarez-Cascos, Ángel Acebes y Javier Arenas, exsecretarios generales del PP, negaron haber percibido ese complemento en su etapa ni haberla conocido.
Rajoy, según fuentes próximas a los extesoreros, heredó el sistema, pero le disgustó y, tras cobrarlo unos meses, renunció a seguir haciéndolo. No le convencía la fórmula de los pagos opacos. Su secretaria general, Dolores de Cospedal, también fue perceptora de esos sobresueldos opacos, según las mismas fuentes próximas a Bárcenas.
La secretaria general del PP siempre ha manifestado que nunca cobró del partido un céntimo que no le correspondiera. Ayer fue la encargada de desmentir cualquier cobro irregular por su parte y de los miembros de la Ejecutiva del PP.
El listado de los perceptores de los supuestos sobresueldos opacos es un secreto que ha sido heredado por todos los tesoreros que ha tenido el partido hasta la dimisión de Bárcenas tras su imputación en el caso Gürtel.
En defensa de Rajoy, fuentes del partido aportaban varios datos: “Rajoy es un hombre de leyes, registrador de la propiedad, y no necesita ni aceptaría un sobre con dinero mensual. Por otro lado, Rajoy ha sido secretario de acción electoral y nunca se reunió con Correa. Puede que cuatro golfos del partido hayan mantenido tales prácticas o se hayan llevado dinero, pero no el actual presidente ni la actual secretaria general”.
En apoyo de la honestidad de la secretaria general, se aportaban parecidos datos: “Ella tuvo un enfrentamiento frontal con Bárcenas. Se la acusa de tener 27 sueldos oficiales. No casa eso con la necesidad de percibir un complemento mensual en negro”.
Por otro lado, fuentes de la dirección del partido manifestaron que tras estallar la noticia se habían revisado las cuentas de los últimos años y no se halló ningún rastro de los pagos extraoficiales. Las mismas fuentes indicaron que algunos diputados que realizan trabajos para el partido reciben dinero en concepto de “gastos de representación”, pero tributan vía IRPF por las sumas que perciben. En igual sentido, se afirma que las cuentas han sido auditadas por el Tribunal de Cuentas. Sin embargo, fuentes vinculadas a los exresponsables de finanzas aseguran que en documentos internos contables sí se reflejaban tales entregas. Los perceptores no registraban ningún recibí. Solo se apuntaba en ese documento interno, según dichas fuentes, vinculadas a la tesorería del partido.
Francisco Mercado
Madrid, El País
Las cuentas del Partido Popular y de sus principales dirigentes están bajo sospecha como consecuencia de los datos descubiertos por la investigación judicial del caso Gürtel, que han abierto la mayor crisis que vive esta formación política en los últimos años. La principal amenaza para la actual dirección del partido es el extesorero nacional del PP Luis Bárcenas, imputado en esa causa por supuesto blanqueo de capitales y supuesto autor de un delito fiscal al tener cuentas en Suiza con hasta 22 millones de origen desconocido, si bien regularizó esos fondos a fines del año pasado, según su letrado. Bárcenas guarda los secretos de las finanzas del PP de los últimos 18 años y su entorno asegura que tiene datos muy comprometedores para los dirigentes actuales del partido.
Desde que el extesorero del PP fue imputado por sus vinculaciones con la trama corrupta, mantiene una pugna con la dirección de su partido. En 2009 dimitió de su cargo y, más tarde, le fue retirada la asignación para costear los gastos de su abogado.
El entorno de Luis Bárcenas sostiene, sin aportar aún pruebas documentales que lo avalen, que el extesorero pagó durante los últimos años sobresueldos mensuales opacos al fisco a los principales dirigentes del PP, entre ellos sus dos últimos presidentes, José María Aznar y Mariano Rajoy, con dinero de donaciones de distintas empresas. Las mismas fuentes indican que Álvaro Lapuerta, el anterior tesorero del PP, y Bárcenas dejaron constancia por escrito de los pagos.
La dirección nacional del PP lo niega y asegura que todos los pagos e ingresos fueron declarados a Hacienda y están auditados por el Tribunal de Cuentas, que no halló ninguna anomalía.
En un momento especialmente delicado para el Gobierno de Mariano Rajoy, tras un año de fuertes recortes del gasto en servicios públicos esenciales y múltiples promesas de austeridad y transparencia para mejorar la imagen de los políticos, los avances de la investigación del caso Gürtel, con el descubrimiento de las cuentas secretas del extesorero de esta formación, han supuesto un golpe muy duro para la credibilidad del PP.
Los extesoreros Lapuerta y Bárcenas también cobraron esos sobresueldos, aunque su entorno sostiene que declararon todos los ingresos a Hacienda. En el caso de Bárcenas, su contabilidad personal, incorporada al sumario del caso Gürtel, recoge en 2007 como “transferencia del PP” a su cuenta bancaria un sobresueldo mensual de más de 6.000 euros junto a otro ingreso ordinario de unos 3.500 euros que le pagaban con el concepto “nómina del PP”. Cuatro años antes, Bárcenas cobraba prácticamente lo mismo de su partido, aunque en un solo concepto “nómina del PP”.
Bárcenas ingresaba como gerente, primero, y como tesorero, después, una media de 200.000 euros al año, según sus declaraciones de la renta. Cantidad superior a la que percibían el presidente y el secretario general del PP. Esas retribuciones, con su mujer en paro, no permiten atesorar 22 millones de euros en una cuenta suiza a nombre de una sociedad domiciliada en Panamá. El extesorero no tenía actividades mercantiles declaradas durante la época en que acumuló los 22 millones, tan solo ejercía de gerente del PP y, desde 2004, como senador. Bárcenas explicó a los gestores del banco suizo donde depositó su dinero que se dedicaba a la compraventa de obras de arte y a la promoción inmobiliaria.
Desde que fue imputado en el caso Gürtel, primero por haber recibido supuestamente comisiones ilegales de la trama corrupta y después por diversos delitos fiscales relacionados con ingresos de cantidades en el banco en billetes de 500 euros, Bárcenas ha amagado con airear algunos trapos sucios de dirigentes de su partido, al sentir que le habían abandonado a su suerte en el proceso judicial abierto contra él. Hasta el punto de considerar que tras la llegada al Gobierno del PP, en diciembre de 2011, su situación procesal se ha agravado.
En su última declaración ante el juez de la Audiencia Nacional que instruye la causa, Bárcenas denunció sectarismo en la Fiscalía Anticorrupción y malas prácticas en la Abogacía del Estado, dependiente del Ministerio de Justicia, y de la Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Hacienda, para imputarle un delito fiscal por la compraventa de unos cuadros en 2006, con los que ganó más de 500.000 euros.
El abogado de Bárcenas, Miguel Bajo, planteó ayer la necesidad de que la Agencia Tributaria investigue si esos sobresueldos que alega que pagó el extesorero del PP a los dirigentes de su partido fueron declarados por estos a Hacienda o lo ocultaron.
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, también reclamó ayer una investigación interna del PP, como la que hubo en su día con el caso Naseiro, para aclarar si hubo pagos ilegales a determinados dirigentes.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que apenas coincidió un año y medio con Bárcenas en la dirección del partido y que se opuso a la continuidad de este como tesorero en cuanto estalló el caso Gürtel, salió ayer al paso de las informaciones publicadas por el diario El Mundo sobre los pagos ilegales y declaró que no le constaba que durante su mandato nadie hubiera cobrado sobresueldos opacos al fisco, ni tampoco tenía conocimiento de que esas prácticas hubieran tenido lugar con anterioridad.
Cospedal se niega a abrir una investigación interna sobre los supuestos sobresueldos opacos, como pide Aguirre, porque alega que ya encargó este miércoles esas averiguaciones a la actual tesorera, Carmen Navarro, con resultado negativo.
Cospedal se niega a abrir una investigación interna sobre los supuestos sobresueldos opacos, como pide Aguirre
Distintos dirigentes del PP explicaron a este periódico que siempre cobraron sobresueldos del partido, pero que estos estaban perfectamente regularizados y que habían pagado a Hacienda los impuestos correspondientes a esos ingresos. Algunos de esos dirigentes llegaron a facilitar sus declaraciones de la renta por sus retribuciones como parlamentarios y como cargos del partido, para demostrar que los sobresueldos cobrados se habían comunicado a Hacienda.
El PP facilitó ayer un argumentario a sus cuadros para intentar frenar todas las sospechas de corrupción que se han desencadenado a raíz de conocer las cuentas suizas de su extesorero Bárcenas. “No se ha producido el pago de sobresueldos [opacos] a cargos del partido ni en la etapa actual ni en las anteriores. Todos los sueldos y gastos de representación que se pagan en el Partido Popular se pagan a Hacienda y se cobran de acuerdo a la legalidad”.
Con esta explicación, los populares parecen querer decir que esos sobresueldos eran en realidad dinero que se pagaba a los dirigentes para que pudieran costear sus gastos de representación (comidas, viajes…).
Sin embargo, el entorno de los extesoreros del PP explica que desde la etapa de la presidencia de José María Aznar hasta la del propio Mariano Rajoy, incluida, los principales dirigentes del partido han cobrado un sobresueldo que ni el partido ni ellos declaraban al fisco.
El sistema, según estas fuentes, fue ideado por Aznar, que no quería cobrar un sueldo tan abultado como presidente del PP. Entonces se ideó la fórmula de complementar el sueldo oficial con una cantidad mensual para supuestos gastos de representación, pero “que no tributase”. Y se instaló un sistema por el que se abonaba, solo a los principales dirigentes, un sobresueldo que no declaraba el partido al fisco, por lo que el perceptor tampoco estaba obligado a hacerlo, según fuentes próximas a los extesoreros.
La media de esos sobresueldos rondaba los 3.000 euros mensuales. La tesorería del partido, según el entorno de Bárcenas y Lapuerta, guardaba una celosa lista del perceptor de esas cantidades, en la que había dos puestos siempre fijos como perceptores de complementos: el presidente y el secretario general del partido. En ocasiones se benefició a cargos ajenos a dichos puestos. Francisco Álvarez-Cascos, Ángel Acebes y Javier Arenas, exsecretarios generales del PP, negaron haber percibido ese complemento en su etapa ni haberla conocido.
Rajoy, según fuentes próximas a los extesoreros, heredó el sistema, pero le disgustó y, tras cobrarlo unos meses, renunció a seguir haciéndolo. No le convencía la fórmula de los pagos opacos. Su secretaria general, Dolores de Cospedal, también fue perceptora de esos sobresueldos opacos, según las mismas fuentes próximas a Bárcenas.
La secretaria general del PP siempre ha manifestado que nunca cobró del partido un céntimo que no le correspondiera. Ayer fue la encargada de desmentir cualquier cobro irregular por su parte y de los miembros de la Ejecutiva del PP.
El listado de los perceptores de los supuestos sobresueldos opacos es un secreto que ha sido heredado por todos los tesoreros que ha tenido el partido hasta la dimisión de Bárcenas tras su imputación en el caso Gürtel.
En defensa de Rajoy, fuentes del partido aportaban varios datos: “Rajoy es un hombre de leyes, registrador de la propiedad, y no necesita ni aceptaría un sobre con dinero mensual. Por otro lado, Rajoy ha sido secretario de acción electoral y nunca se reunió con Correa. Puede que cuatro golfos del partido hayan mantenido tales prácticas o se hayan llevado dinero, pero no el actual presidente ni la actual secretaria general”.
En apoyo de la honestidad de la secretaria general, se aportaban parecidos datos: “Ella tuvo un enfrentamiento frontal con Bárcenas. Se la acusa de tener 27 sueldos oficiales. No casa eso con la necesidad de percibir un complemento mensual en negro”.
Por otro lado, fuentes de la dirección del partido manifestaron que tras estallar la noticia se habían revisado las cuentas de los últimos años y no se halló ningún rastro de los pagos extraoficiales. Las mismas fuentes indicaron que algunos diputados que realizan trabajos para el partido reciben dinero en concepto de “gastos de representación”, pero tributan vía IRPF por las sumas que perciben. En igual sentido, se afirma que las cuentas han sido auditadas por el Tribunal de Cuentas. Sin embargo, fuentes vinculadas a los exresponsables de finanzas aseguran que en documentos internos contables sí se reflejaban tales entregas. Los perceptores no registraban ningún recibí. Solo se apuntaba en ese documento interno, según dichas fuentes, vinculadas a la tesorería del partido.