La hospitalización de Hillary Clinton siembra dudas sobre su futuro político

La jefa de la diplomacia de EE UU fue ingresada el domingo en un hospital de Nueva York

David Alandete
Washington, El País
La jefa de la diplomacia norteamericana, Hillary Clinton, fue ingresada el domingo en el hospital New York Presbyterian para ser tratada de una trombosis. El coágulo de sangre, localizado en la cabeza, fue provocado por una gripe y una caída sufrida por Clinton el 13 de diciembre. Su estado no es grave y no ha sufrido daño neurológico alguno, según dijeron el lunes los médicos que la tratan. Clinton abandonará la Secretaría de Estado por decisión propia en las próximas semanas. El presidente Barack Obama ha elegido al senador John Kerry, candidato a la presidencia en 2004, para sustituirla.


De no haber sido tratada con anticoagulantes, la trombosis podría haber provocado una embolia, o pérdida de las funciones cerebrales por la falta de irrigación de sangre en el cerebro. El coágulo se halla entre el cerebro y el cráneo, junto a la zona temporal derecha. Clinton enfermó, con una gripe que le causó deshidratación, hace más de dos semanas. El 13 de diciembre sufrió una caída, lo que la obligó a poner entre paréntesis sus funciones como Secretaria de Estado, justo en un momento en el que el Capitolio iniciaba la investigación de la muerte de cuatro norteamericanos en un ataque al consulado de EE UU en Bengasi, Libia, el 11 de septiembre de 2012.

Algunos de los legisladores que más a la derecha se hallan en el Capitolio pusieron entonces en duda que Clinton estuviera realmente enferma, sobre todo después de que cancelara sus comparecencias ante la Cámara de Representantes y el Senado, para testificar sobre sus responsabilidades en el incidente de Bengasi, debido a su estado de salud. “Tiene fiebre de Bengasi”, ironizó en el canal Fox News el representante republicano por Florida Allen West, que en las pasadas elecciones perdió su escaño y abandonará su puesto este mes. En el mismo canal, el exembajador de EE UU ante la ONU, John Bolton, dijo que lo de Clinton era una “enfermedad diplomática”.

Los partes médicos de los doctores que tratan ahora a Clinton, diagnosticada formalmente de trombosis venosa cerebral, desmienten ahora a esos republicanos. “Se le dará el alta cuando se haya establecido cuáles son las dosis adecuadas de medicación”, dijeron el lunes Lisa Bardack y Gigi El-Bayoumi, los especialistas que tratan a la Secretaria de Estado. “En todos los demás aspectos de su recuperación, la Secretaria está avanzando de forma excelente y estamos convencidos de que se recuperará de forma total. Se halla en buen estado de ánimo, en contacto con sus médicos, su familia y su equipo de trabajo”, añadieron.

Clinton ha sido la Secretaria de Estado que más viajes ha protagonizado en su mandato: ha estado, en total, en 112 países. Tras presentarse a las primarias demócratas en 2008, y perder frente a Obama, aceptó convertirse en la jefa de la diplomacia norteamericana, un cargo en el que sucedió a Condoleezza Rice. Durante todo el mandato, sin embargo, los medios norteamericanos han especulado con la posibilidad de que Clinton, que ahora tiene 65 años, se presente de nuevo a las primarias presidenciales demócratas en 2016, cuando Obama cumpla sus dos legislaturas. Ella siempre ha negado que tenga intención de hacerlo.

La gripe estomacal sufrida a principios de diciembre deshidrató a Clinton, pero la Secretaria de Estado decidió seguir trabajando, y se resistió a cancelar un viaje a Marruecos, en el que debería haber reconocido como interlocutores legítimos a los grupos opositores de Siria. Se vio obligada a anularlo cuando se desmayó y cayó de frente el 13 de diciembre, sufriendo una contusión. En una de las visitas médicas rutinarias tras aquel golpe se le detectó la trombosis, para la cual está recibiendo tratamiento ahora

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