La Duma aprueba un proyecto de ley para prohibir la "propaganda homosexual"
La Duma Estatal rusa, la Cámara Baja del Parlamento, ha aprobado este viernes un proyecto de ley que prohíbe la "propaganda homosexual", en medio de una serie de manifestaciones protagonizadas por detractores de esta polémica medida y que se han saldado con al menos una veintena de detenidos.
El texto logró 388 votos a favor --la Duma tiene 450 escaños-- y sólo uno en contra. "Vivimos en Rusia, no en Sodoma y Gomorra", ha dicho el miembro del gobernante Rusia Unida Dimitri Sablin, que ve amenazados los valores sobre los que se fundó el país, "más importantes que el petróleo y el gas".
La norma, que aún debe concluir su trámite parlamentario y ser firmada por el presidente Vladimir Putin, contempla multas de hasta 500.000 rublos (unos 12.360 euros) para quienes publiciten actos o eventos destinados al público homosexual. En la práctica, limitaría la convocatoria de manifestaciones.
Detractores y partidarios de la nueva ley se han enfrentado en las inmediaciones de la Duma, que se encuentra en el centro de Moscú y apenas unos cientos de metros del Kremlin, sede de la Presidencia. La Policía ha cifrado en una veintena el número de detenidos durante las protestas, en las que los defensores de los derechos de los homosexuales han llegado a lanzar huevos contra los agentes.
La activista Liudmila Alexeyeva ha tachado de "medieval" una ley que, en su opinión, equipara la homosexualidad con una "distorsión" del comportamiento humano. "¿Creéis de verdad que podéis combatir la homosexualidad a través de la propaganda?", ha preguntado durante el debate parlamentario el único diputado que ha votado en contra, Sergei Kuzin.
Sin embargo, la medida cuenta con el respaldo de la cúpula gobernante, desde el propio presidente a la poderosa Iglesia Ortodoxa. La presidenta de la comisión de familia de la Duma, Elena Mizulina, ha subrayado que "la distribución de propaganda gay entre menores viola los derechos de éstos" y ha apelado a la condición de "conservadora" de la sociedad rusa.
Leyes como ésta ya están en vigor en Arjangelsk, Novosibirsk y San Petersburgo, ciudad natal de Putin. En Moscú, las autoridades han negado en varias ocasiones los permisos para la celebración de manifestaciones del orgullo gay.
