La Casa Blanca quiere que las parejas gais se beneficien la reforma de inmigración

Los principios de la reforma que ha adelantado la Casa Blanca proponen que los estadounidenses puedan pedir un visado para una pareja del mismo sexo

Cristina F. Pereda
Washington, El País
La Casa Blanca reveló este martes el conjunto de principios defendidos por Obama en materia de inmigración, a propósito del discurso del presidente en Las Vegas, donde presionó al Congreso para que apruebe la reforma. Obama coincide en gran medida con la propuesta planteada el lunes por ocho senadores de los dos partidos, aunque el documento adelantado por la Administración deja entrever algunas de las diferencias que podrían condicionar el debate en el futuro.


Según el conjunto de principios de la Casa Blanca, el presidente defiende que las parejas del mismo sexo entre un estadounidense y un extranjero también puedan beneficiarse de la reforma. Obama no hizo referencia a este aspecto durante su discurso en Nevada -el primero de su segundo mandato- dejando todo el protagonismo a los aspectos de la reforma que pueden unir a demócratas y republicanos a su alrededor.

"El presidente considera que [las parejas gais] deberían estar incluidas y que a nadie debería sorprenderle”, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en una rueda de prensa previa al discurso de Obama. “Esto coincide con los principios defendidos por el presidente durante los últimos cuatro años. El presidente cree que los estadounidenses con parejas extranjeras del mismo sexo no deberían tener que elegir entre quedarse con la persona que quieren o en el país que aman".

En la actualidad, las parejas en las que uno de los miembros es estadounidense y el otro es extranjero pueden contraer matrimonio en aquellos Estados donde las uniones gais han sido legalizadas. Sin embargo, y a diferencia de las parejas heterosexuales, un estadounidense no puede pedir un permiso de residencia para su esposo por ser homosexual, ya que las uniones gais no están reconocidas a nivel federal por la vigencia de la ley de Defensa del Matrimonio (DOMA). A pesar de que la Administración Obama afirmó en febrero de 2011 que dejaría de defender en los tribunales esta legislación, tampoco ha actuado para otorgar a las parejas homosexuales los mismos derechos de inmigración.

Los principios revelados este martes por la Casa Blanca, y que defiende el presidente sin embargo, “considera a las parejas del mismo sexo como al resto de familias, otorgando a los ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes la capacidad de solicitar un visado basándose en su relación con una pareja del mismo sexo”.

“Estamos muy emocionados por el hecho de que el presidente pida al Congreso que incluya en su plan a cuantas más familias, mejor”, afirma Steve Ralls, portavoz de Immigration Equality. La organización, defensora de los derechos de los inmigrantes homosexuales, ha estado en “conversación permanente” con la Casa Blanca para que la reforma migratoria también beneficie a los homosexuales.

Por el contrario, el pacto bipartito presentado este mismo lunes por ocho senadores, no hace ninguna referencia a la regularización ni los permisos de residencia para extranjeros gais casados con estadounidenses. El senador republicano John McCain, líder de su partido en materia de inmigración, afirmó este martes a la cadena CBS que incluir a estas parejas en la reforma “no es un asunto de extrema importancia”.

“Debemos saber primero cómo se siente la mayoría del Congreso acerca de la reforma”, aseguró el senador. “Primero necesitamos crear un amplio consenso en torno a la propuesta y todavía hay un número importante de asuntos que debemos resolver”.

“Nos decepcionó que la propuesta del Senado no incorporase un plan más generoso para estas familias”, asegura Ralls. McCain aseguró que los beneficios para inmigrantes homosexuales es una de las “líneas rojas” que deberán resolverse durante las negociaciones en el Senado y en la Cámara de Representantes.

Grupos como Immigration Equality, en contacto con la Casa Blanca durante los últimos años para impulsar este tipo de medidas, agradecen la iniciativa de Obama. El presidente declaró el pasado 9 de mayo que las parejas homosexuales debían tener derecho a casarse, sacudiendo una campaña electoral recién empezada y en un claro contraste con la postura de su oponente. Obama se convertía además en el primer presidente en respaldar los derechos de los homosexuales, a pesar de que no especificó si debían ser reconocidos por una ley federal.

“Ya está demostrado que cuando el presidente lidera el cambio a favor de los derechos de los homosexuales, podemos conseguir grandes avances”, afirma Ralls. “Y hace mucho tiempo que pedimos a la Casa Blanca que trabaje con el Congreso para aprobar estas medidas”.

Diversas organizaciones humanitarias, asociaciones de empresarios y sindicatos han presionado desde hace varios años a los legisladores para que aprobaran un nuevo sistema migratorio. Otro de los grupos clave en esa negociación son las congregaciones religiosas, favorables a la reforma, pero que podrían oponerse a apartados específicos como éste defendido por el presidente.

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