El presidente de República Centroafricana no se plantea negociar su salida

Madrid, EP
El presidente de República Centroafricana, François Bozizé, ha subrayado este martes que no se plantea negociar su salida del poder, tal y como solicita Séléka, la alianza guerrillera que se alzó en armas el pasado 10 de diciembre y que ya controla el 75 por ciento del país.


Durante una conferencia de prensa celebrada en la capital, Bangui, ha dicho que su salida no es un punto a negociar y ha cuestionado la representatividad de las fuerzas rebeldes, destacando que ha sido electo en dos ocasiones.

"No voy a negociar una función del jefe de Estado, especialmente en el marco de una democracia (...) ya que esto significaría implantar la ley de la jungla", ha valorado, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.

"Este es el lenguaje de cualquier persona fuera de la ley. Quien respeta la Constitución no debe hacer tal pregunta. Va contra la ley", ha dicho. "¿Por qué saltarse la Constitución? Destruir las instituciones de la república es grave en un mundo en el que defendemos la democracia. Está fuera de la ley que los mercenarios y terroristas puedan demandar esto", ha añadido Bozizé.

"Si los terroristas vienen (a Libreville, capital de Gabón, donde este viernes se celebrarán negociaciones de paz entre los rebeldes y el Gobierno) a hablar de terrorismo, el mundo entero lo sabrá. Son terroristas, se comportan como tales, roban y saquean", ha insistido.

"Estamos en Libreville para defender la democracia y la Constitución, para decir a Séléka que han de respetar las decisiones de los jefes de Estado de África central", ha remachado Bozizé.

De momento, no existe ningún orden del día y se desconoce cuánto tiempo durarán las conversaciones de Libreville. Tanto la oposición civil centroafricana como la diplomacia de varios países europeos se han mostrado preocupadas por la falta de preparación y por la precipitación que parece presidir este encuentro, que podría poner en duda la credibilidad y la seriedad de las negociaciones de paz.

Lo único claro es que las dos partes mantienen posiciones absolutamente irreconciliables. La delegación de Séléka --cuyas tropas ya controlan cerca del 75 por ciento del país y se encuentran cerca de Damara, una ciudad considerada el último bastión defensivo de Bangui-- ya ha advertido de que exigirá la renuncia de Bozizé, quien gobierna desde 2003. La delegación gubernamental ha insistido en que el presidente solo dejará el cargo cuando haya concluido su mandato, en 2016.
MILICIAS CIVILES EN BANGUI

Por otra parte, este mismo martes fuentes de la sociedad civil centroafricana y de Naciones Unidas han denunciado que la Coalición Ciudadana de Oposición a los Rebeldes Armados (COCORA), una milicia civil apoyada por Bozizé para combatir a Séléka está sembrando el terror en Bangui, donde ha matado a un comerciante y está cometiendo abusos y extorsiones contra la población.

Bozizé ha instado a los jóvenes a organizarse en milicias de autodefensa para proteger sus barrios y vigilar la posible presencia de "espías" de Séléka.

La COCORA ha surgido en la estela de las movilizaciones populares opuestas al avance de los rebeldes. El pasado 28 de diciembre recibió el beneplácito del presidente durante una marcha que organizó la propia coalición en la capital. Para cumplir su misión de garantizar la seguridad en Bangui y sus alrededores, los milicianos de COCORA han levantado barreras en las principales arterias de la capital a fin de identificar a los peatones y controlar sus vehículos.

Varias organizaciones de la sociedad civil y de la oposición democrática, así como la Oficina Integrada de Naciones Unidas en la República Centroafricana (BINUCA, por sus siglas en francés), han advertido de que en un Estado de derecho la seguridad corresponde únicamente a las autoridades y han denunciado, por ello, las actuaciones de la COCORA.

Según el corresponsal del diario digital panafricano Afrik.com, los jóvenes reclutas de la coalición carecen de la debida formación militar, lo cual se ha traducido en numerosos abusos, como la detención de viandantes a los que amenazan con machetes o con arcos para exigirles la documentación o para reclamarles dinero. El pasado 2 de enero, según el corresponsal, los milicianos de COCORA mataron a machetazos a un comerciante en el KM5, el principal centro comercial de Bangui.

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