El Gobierno de Argentina expresa su apoyo a Nicolás Maduro
Buenos Aires, AFP
El diario argentino La Nación publicó un artículo del periodista Martín Dinatale, en el que se señala el apoyo que el gobierno de Cristina Kirchner, desde Argentina, ha procurado darle al vicepresidente Nicolás Maduro.
Como muestras de ese interés de Argentina en la situación que atraviesa Venezuela con la salud del presidente Chávez, Dinatale cita las recientes declaraciones de Kirchner cuando manifestó su deseo de viajar a La Habana y la posterior designación de Rafael Follonier, alto funcionario argentino cercano a Chávez, para que llevara todo su apoyo a La Habana y a Caracas.
Fuertes gestos de apoyo de la Argentina a Maduro
En medio de la incertidumbre por la salud de Hugo Chávez, el gobierno de Cristina Kirchner desplegó en las últimas horas un operativo para reforzar el alineamiento político con Venezuela , potenciar los lazos económicos y sustentar en el tiempo una balanza comercial que en los últimos años fue altamente favorable para la Argentina.
Una muestra de este marcado interés del kirchnerismo por emitir gestos de apoyo hacia Caracas lo dio la Presidenta, que el jueves pasado sondeó la posibilidad de hacer un viaje relámpago a Cuba. Las autoridades venezolanas, sin embargo, le recomendaron esperar.
En forma paralela, el Gobierno envió a La Habana a Rafael Follonier, uno de los funcionarios argentinos de mayor acceso a Chávez y su círculo íntimo. Según pudo saber La Nación, este hombre de confianza de la jefa del Estado ya está en Cuba y también tiene previsto viajar a Caracas para darle todo el apoyo al vicepresidente Nicolás Maduro.
“La Argentina va a estar al lado de Venezuela en todo momento. La estabilidad del gobierno venezolano es muy importante para el actual proceso popular y democrático de la integración sudamericana”, comentó Follonier a sus allegados antes de partir a Cuba.
Este funcionario también irá a Caracas con el mandato de Cristina Kirchner de dar apoyo pleno a Maduro y asegurarle que la Argentina seguirá bajo un “alineamiento pleno” con el eje bolivariano más allá de lo que ocurra con Chávez.
Las relaciones de Maduro y Follonier son buenas, aunque el funcionario argentino tiene una relación histórica con Alí Rodríguez, que fue ministro de Chávez y actualmente es el secretario general de la Unasur. Ambos se conocieron en los años en que militaban en la izquierda revolucionaria latinoamericana.
Entre los mandatos que le dio Cristina Kirchner a Follonier figura el de armar una fuerte malla de contención y respaldo a Venezuela desde la Unasur. Es que Follonier asesora a la Unasur desde que Néstor Kirchner presidía ese grupo de países con fuerte tendencia antinorteamericana.
Otro funcionario de amplia llegada al chavismo es el ministro de Planificación, Julio De Vido, que en las últimas horas también habló por teléfono con Maduro y no descarta viajar a Caracas.
De Vido tiene información al instante de Venezuela por medio de Carlos Cheppi, embajador argentino en Caracas y uno de sus hombres de mayor confianza. Cheppi le informa a De Vido mucho más que al canciller Héctor Timerman sobre el estado de salud de Chávez y los planes que tiene Maduro en el futuro inmediato.
En el Gobierno se mantienen cautos a la hora de evaluar el futuro de Venezuela en términos de vínculos económicos estratégicos. Prefieren hablar de “mantener viva la alianza bolivariana” o de “apoyar al chavismo en toda su plenitud”.
Sin embargo, está latente la necesidad de mantener los lazos comerciales que le fueron muy útiles al kirchnerismo desde los momentos fundacionales de su relación con Chávez. Es decir que la Argentina tratará de mantener una balanza comercial favorable. El año pasado exportó 1748 millones de dólares a Venezuela y sólo importó 22 millones.
“Venezuela representa hoy una de los ocho economías que más exporta la Argentina al mundo y esto tiene una relevancia política muy fuerte”, explicó a la nacion Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI).
Según cifras de esa consultora, las exportaciones de la Argentina a Venezuela crecieron en los últimos años y se orientan en rubros como la carne, aceites, maquinaria agrícola, soja, leche y aparatos eléctricos. Venezuela sólo exporta a Buenos Aires minerales, químicos y metales. Quedaron atrás los años 2008 y 2009, en que la Argentina compraba fueloil a altos precios para las centrales eléctricas. Por la baja calidad de ese fueloil se redujo al máximo la importación.
Venezuela también resultó muy útil para la Argentina para aliviar su deuda. Chávez compró títulos de la deuda argentina en 2004 y 2005. Así, los Kirchner lograron refinanciar esos bonos y liquidar su deuda con el FMI. Cristina Kirchner está dispuesta a responder esos gestos y apoyará al poschavismo más allá de las diversas vertientes que exponga una Venezuela sin Chávez en el futuro.
El diario argentino La Nación publicó un artículo del periodista Martín Dinatale, en el que se señala el apoyo que el gobierno de Cristina Kirchner, desde Argentina, ha procurado darle al vicepresidente Nicolás Maduro.
Como muestras de ese interés de Argentina en la situación que atraviesa Venezuela con la salud del presidente Chávez, Dinatale cita las recientes declaraciones de Kirchner cuando manifestó su deseo de viajar a La Habana y la posterior designación de Rafael Follonier, alto funcionario argentino cercano a Chávez, para que llevara todo su apoyo a La Habana y a Caracas.
Fuertes gestos de apoyo de la Argentina a Maduro
En medio de la incertidumbre por la salud de Hugo Chávez, el gobierno de Cristina Kirchner desplegó en las últimas horas un operativo para reforzar el alineamiento político con Venezuela , potenciar los lazos económicos y sustentar en el tiempo una balanza comercial que en los últimos años fue altamente favorable para la Argentina.
Una muestra de este marcado interés del kirchnerismo por emitir gestos de apoyo hacia Caracas lo dio la Presidenta, que el jueves pasado sondeó la posibilidad de hacer un viaje relámpago a Cuba. Las autoridades venezolanas, sin embargo, le recomendaron esperar.
En forma paralela, el Gobierno envió a La Habana a Rafael Follonier, uno de los funcionarios argentinos de mayor acceso a Chávez y su círculo íntimo. Según pudo saber La Nación, este hombre de confianza de la jefa del Estado ya está en Cuba y también tiene previsto viajar a Caracas para darle todo el apoyo al vicepresidente Nicolás Maduro.
“La Argentina va a estar al lado de Venezuela en todo momento. La estabilidad del gobierno venezolano es muy importante para el actual proceso popular y democrático de la integración sudamericana”, comentó Follonier a sus allegados antes de partir a Cuba.
Este funcionario también irá a Caracas con el mandato de Cristina Kirchner de dar apoyo pleno a Maduro y asegurarle que la Argentina seguirá bajo un “alineamiento pleno” con el eje bolivariano más allá de lo que ocurra con Chávez.
Las relaciones de Maduro y Follonier son buenas, aunque el funcionario argentino tiene una relación histórica con Alí Rodríguez, que fue ministro de Chávez y actualmente es el secretario general de la Unasur. Ambos se conocieron en los años en que militaban en la izquierda revolucionaria latinoamericana.
Entre los mandatos que le dio Cristina Kirchner a Follonier figura el de armar una fuerte malla de contención y respaldo a Venezuela desde la Unasur. Es que Follonier asesora a la Unasur desde que Néstor Kirchner presidía ese grupo de países con fuerte tendencia antinorteamericana.
Otro funcionario de amplia llegada al chavismo es el ministro de Planificación, Julio De Vido, que en las últimas horas también habló por teléfono con Maduro y no descarta viajar a Caracas.
De Vido tiene información al instante de Venezuela por medio de Carlos Cheppi, embajador argentino en Caracas y uno de sus hombres de mayor confianza. Cheppi le informa a De Vido mucho más que al canciller Héctor Timerman sobre el estado de salud de Chávez y los planes que tiene Maduro en el futuro inmediato.
En el Gobierno se mantienen cautos a la hora de evaluar el futuro de Venezuela en términos de vínculos económicos estratégicos. Prefieren hablar de “mantener viva la alianza bolivariana” o de “apoyar al chavismo en toda su plenitud”.
Sin embargo, está latente la necesidad de mantener los lazos comerciales que le fueron muy útiles al kirchnerismo desde los momentos fundacionales de su relación con Chávez. Es decir que la Argentina tratará de mantener una balanza comercial favorable. El año pasado exportó 1748 millones de dólares a Venezuela y sólo importó 22 millones.
“Venezuela representa hoy una de los ocho economías que más exporta la Argentina al mundo y esto tiene una relevancia política muy fuerte”, explicó a la nacion Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI).
Según cifras de esa consultora, las exportaciones de la Argentina a Venezuela crecieron en los últimos años y se orientan en rubros como la carne, aceites, maquinaria agrícola, soja, leche y aparatos eléctricos. Venezuela sólo exporta a Buenos Aires minerales, químicos y metales. Quedaron atrás los años 2008 y 2009, en que la Argentina compraba fueloil a altos precios para las centrales eléctricas. Por la baja calidad de ese fueloil se redujo al máximo la importación.
Venezuela también resultó muy útil para la Argentina para aliviar su deuda. Chávez compró títulos de la deuda argentina en 2004 y 2005. Así, los Kirchner lograron refinanciar esos bonos y liquidar su deuda con el FMI. Cristina Kirchner está dispuesta a responder esos gestos y apoyará al poschavismo más allá de las diversas vertientes que exponga una Venezuela sin Chávez en el futuro.