Decenas de muertos en una cárcel venezolana tras una requisa policial
El saldo de víctimas aún es incierto
El Gobierno culpa a los medios de comunicación por el anuncio de la intervención
Ewald Scharfenberg
Caracas, El País
Al menos 50 personas han muerto y otras 90 han resultado heridas durante los violentos enfrentamientos que tienen lugar desde la mañana del viernes en la cárcel de Uribana, ubicada en el estado de Lara, al centrooccidente de Venezuela.
Desde la víspera, efectivos de la Guardia Nacional –uno de los cuatro componentes de la Fuerza Armada Venezolana- se preparaban para la toma del recinto penitenciario, atestado con casi 2.500 reclusos masculinos y alrededor de 150 mujeres. Vecinos del lugar y portavoces de organizaciones de la sociedad civil aseguraron haber visto vehículos blindados en los alrededores, lo que daba cuenta de una operación de gran alcance. La ministra del Sistema Penitenciario, Iris Varela, ha asegurado en un comunicado que se hizo necesario realizar una requisa general en el presidio debido a que “se recibió información (…) de la violencia por ajuste de cuenta entre bandas internas, que pugnan por el control del centro”.
Las tropas iniciaron la toma a las siete de la mañana del viernes (hora local). Ya a las diez de la mañana se escuchaban disparos y detonaciones desde el exterior. De acuerdo con la versión oficial, difundida en el mismo comunicado, los enfrentamientos se iniciaron cuando “los cabecillas de las bandas en pugna arremetieron contra los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, con un lamentable saldo de afectados, tanto de la población penal como los efectivos de la Guardia Nacional y trabajadores del Ministerio”. Siempre según la versión del Gobierno, la requisa se llevaba a cabo con normalidad pero “el anuncio de la intervención por parte del canal privado Globovisión, las redes sociales y la página web del diario El Impulso”, habría servido como “un detonante para la violencia”.
Si bien las informaciones sobre las víctimas seguían siendo confusas cerca de las ocho y media de la noche de Venezuela (dos y media hora peninsular), autoridades del Hospital Central de Barquisimeto (ciudad capital del estado Lara) confirmaron al diario Últimas Noticias de Caracas la cifra de 54 muertes. El saldo incluiría a un miembro de la Guardia Nacional y a un pastor evangélico que predicaba entre los presos. Según las versiones de familiares de los reclusos, todavía al momento de redactarse esta noticia muchos seguían amotinados en el interior del centro, algunos de ellos heridos.
Venezuela sufre de una persistente crisis de su sistema penitenciario, que se ha agravado durante los últimos años. Se calcula que en 33 cárceles del país, con capacidad para alojar a 14.000 personas, actualmente cumplen condena alrededor de 40.000. En 2012, un poco más de 500 presos murieron por hechos violentos dentro de las cárceles. Ese año se produjeron tres motines graves en centros de reclusión de La Planta (Caracas), Yare (Estado Miranda) y Coro (Estado Falcón). La situación llevó al presidente Hugo Chávez a crear un ministerio específico para enfrentarla, al frente del cual puso a una exdiputada del oficialismo, Iris Varela, cercana al mandatario.
La cárcel de Uribana es una de las más recientes del sistema penitenciario de Venezuela. Fue inaugurada en 1999, a comienzo del mandato de Chávez, y pretendía servir de modelo para la transformación de las prisiones en el país.
El Gobierno culpa a los medios de comunicación por el anuncio de la intervención
Caracas, El País
Al menos 50 personas han muerto y otras 90 han resultado heridas durante los violentos enfrentamientos que tienen lugar desde la mañana del viernes en la cárcel de Uribana, ubicada en el estado de Lara, al centrooccidente de Venezuela.
Desde la víspera, efectivos de la Guardia Nacional –uno de los cuatro componentes de la Fuerza Armada Venezolana- se preparaban para la toma del recinto penitenciario, atestado con casi 2.500 reclusos masculinos y alrededor de 150 mujeres. Vecinos del lugar y portavoces de organizaciones de la sociedad civil aseguraron haber visto vehículos blindados en los alrededores, lo que daba cuenta de una operación de gran alcance. La ministra del Sistema Penitenciario, Iris Varela, ha asegurado en un comunicado que se hizo necesario realizar una requisa general en el presidio debido a que “se recibió información (…) de la violencia por ajuste de cuenta entre bandas internas, que pugnan por el control del centro”.
Las tropas iniciaron la toma a las siete de la mañana del viernes (hora local). Ya a las diez de la mañana se escuchaban disparos y detonaciones desde el exterior. De acuerdo con la versión oficial, difundida en el mismo comunicado, los enfrentamientos se iniciaron cuando “los cabecillas de las bandas en pugna arremetieron contra los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, con un lamentable saldo de afectados, tanto de la población penal como los efectivos de la Guardia Nacional y trabajadores del Ministerio”. Siempre según la versión del Gobierno, la requisa se llevaba a cabo con normalidad pero “el anuncio de la intervención por parte del canal privado Globovisión, las redes sociales y la página web del diario El Impulso”, habría servido como “un detonante para la violencia”.
Si bien las informaciones sobre las víctimas seguían siendo confusas cerca de las ocho y media de la noche de Venezuela (dos y media hora peninsular), autoridades del Hospital Central de Barquisimeto (ciudad capital del estado Lara) confirmaron al diario Últimas Noticias de Caracas la cifra de 54 muertes. El saldo incluiría a un miembro de la Guardia Nacional y a un pastor evangélico que predicaba entre los presos. Según las versiones de familiares de los reclusos, todavía al momento de redactarse esta noticia muchos seguían amotinados en el interior del centro, algunos de ellos heridos.
Venezuela sufre de una persistente crisis de su sistema penitenciario, que se ha agravado durante los últimos años. Se calcula que en 33 cárceles del país, con capacidad para alojar a 14.000 personas, actualmente cumplen condena alrededor de 40.000. En 2012, un poco más de 500 presos murieron por hechos violentos dentro de las cárceles. Ese año se produjeron tres motines graves en centros de reclusión de La Planta (Caracas), Yare (Estado Miranda) y Coro (Estado Falcón). La situación llevó al presidente Hugo Chávez a crear un ministerio específico para enfrentarla, al frente del cual puso a una exdiputada del oficialismo, Iris Varela, cercana al mandatario.
La cárcel de Uribana es una de las más recientes del sistema penitenciario de Venezuela. Fue inaugurada en 1999, a comienzo del mandato de Chávez, y pretendía servir de modelo para la transformación de las prisiones en el país.
