Bolivia con el camino despejado para regresar a la Convención de Viena
La Paz, Radio Fides
Es muy difícil que Bolivia no logre su reincorporación a la Convención de Viena, con la reserva referida al masticado de la hoja de coca, toda vez que el número de objeciones a su petición es mucho menor al que se necesita para evitar su reingreso. Hasta el momento se conoce que el número de países que objetan la solicitud boliviana es de ocho.
Se sabe que Estados Unidos, el Reino Unido, Suecia y Canadá fueron los primeros países en pronunciarse en contra del pedido boliviano de despenalizar el acullico, otros cuatro también habrían puesto objeciones al requerimiento del Gobierno de Evo Morales, pero el número es pequeño tomando en cuenta que se necesitan 62 países para bloquear a Bolivia.
La reunión de los países miembros de la Convención de Viena se celebrará este jueves en Austria y en ella participarán los 184 países miembros que firmaron en 1988 el Tratado contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas.
Bolivia denunció este tratado a mediados de 2011, a partir de ello se abrió un período de negociaciones para que se acepte el pedido de la despenalización del acullico, seis meses después el país pidió su reincorporación con la reserva referida a este aspecto, es decir el masticado de la hoja de coca.
A partir de ahí se inició una campaña internacional, encabezada por el presidente Evo Morales y el canciller, David Choquehuanca, en la que se defendió el uso tradicional de la hoja de coca, en reuniones bilaterales, cumbres y todos los foros internacionales en los que participó Bolivia, además de la demanda marítima se habló del acullico.
El artículo 384 de la Constitución establece que el Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social; y que en su estado natural no es estupefaciente.
La CPE además ordena al Estado modificar todos aquellos tratados que estén en contra de lo que establece en su texto, hecho por el cual el Gobierno tenía la obligatoriedad de denunciar la Convención de Viena y pedir su reingreso con una reserva.
El presidente Evo Morales está confiado en que los resultados en la Convención de Viena serán favorables para Bolivia, así lo aseguró hace unos días, desde Chulumani, en el norte de La Paz, donde también existe producción de coca.
“Mi pedido hermanos de Cofecay y Adepcoca junto a nuestros alcaldes, asambleístas nacionales y departamentales, vayan organizando una gran concentración para informar en detalle cómo hemos ganado una batalla internacional para legalizar el pijcheo de hoja de coca en Bolivia, como con la fuerza del pueblo boliviano vamos hacer cambiar la legislación internacional", dijo Morales.
Es muy difícil que Bolivia no logre su reincorporación a la Convención de Viena, con la reserva referida al masticado de la hoja de coca, toda vez que el número de objeciones a su petición es mucho menor al que se necesita para evitar su reingreso. Hasta el momento se conoce que el número de países que objetan la solicitud boliviana es de ocho.
Se sabe que Estados Unidos, el Reino Unido, Suecia y Canadá fueron los primeros países en pronunciarse en contra del pedido boliviano de despenalizar el acullico, otros cuatro también habrían puesto objeciones al requerimiento del Gobierno de Evo Morales, pero el número es pequeño tomando en cuenta que se necesitan 62 países para bloquear a Bolivia.
La reunión de los países miembros de la Convención de Viena se celebrará este jueves en Austria y en ella participarán los 184 países miembros que firmaron en 1988 el Tratado contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas.
Bolivia denunció este tratado a mediados de 2011, a partir de ello se abrió un período de negociaciones para que se acepte el pedido de la despenalización del acullico, seis meses después el país pidió su reincorporación con la reserva referida a este aspecto, es decir el masticado de la hoja de coca.
A partir de ahí se inició una campaña internacional, encabezada por el presidente Evo Morales y el canciller, David Choquehuanca, en la que se defendió el uso tradicional de la hoja de coca, en reuniones bilaterales, cumbres y todos los foros internacionales en los que participó Bolivia, además de la demanda marítima se habló del acullico.
El artículo 384 de la Constitución establece que el Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social; y que en su estado natural no es estupefaciente.
La CPE además ordena al Estado modificar todos aquellos tratados que estén en contra de lo que establece en su texto, hecho por el cual el Gobierno tenía la obligatoriedad de denunciar la Convención de Viena y pedir su reingreso con una reserva.
El presidente Evo Morales está confiado en que los resultados en la Convención de Viena serán favorables para Bolivia, así lo aseguró hace unos días, desde Chulumani, en el norte de La Paz, donde también existe producción de coca.
“Mi pedido hermanos de Cofecay y Adepcoca junto a nuestros alcaldes, asambleístas nacionales y departamentales, vayan organizando una gran concentración para informar en detalle cómo hemos ganado una batalla internacional para legalizar el pijcheo de hoja de coca en Bolivia, como con la fuerza del pueblo boliviano vamos hacer cambiar la legislación internacional", dijo Morales.