Acaba el ataque en una comisaría de Kabul con 5 talibanes y 3 policías muertos


KABUL, AFP
Después de más de ocho horas de asalto, los combates terminaron en la comisaría de la policía afgana atacada este lunes al amanecer en Kabul y después ocupada por un grupo de talibanes, dejando al menos ocho muertos, entre ellos los cinco asaltantes, y 18 heridos.
"Se acabó. Los dos últimos terroristas murieron. No tuvieron siquiera la oportunidad de hacer explotar sus chalecos de kamikazes", declaró hacia las 14H30 hora local (11H00 GMT) a AFP el jefe de la policía de Kabul, Mohamad Ayub Salangi.
Poco antes de las 06H00 (02H30 GMT), los cinco miembros del comando talibán atacaron una comisaría de la policía de tráfico en la capital.
Tres policías murieron en el atentado suicida, que también hirió a cuatro policías, a dos miembros de las fuerzas especiales y a seis civiles, declaró el viceministro del Interior, el general Abdul Rahman.
Dieciocho personas, en su mayoría civiles, resultaron heridas, según un primer balance proporcionado por un portavoz del ministerio afgano de Sanidad.
Zabiulah Muyahid, portavoz de los talibanes, reivindicó el ataque en un 'sms' enviado a AFP. Este ataque es la obra "de un gran número de fedayines" (kamikazes) y dejó "muchas víctimas", según Muyahid, que añadía que su objetivo era "un centro de formación estadounidense, un centro de la policía y otros centros militares".
El ataque contra la comisaría de la policía de tráfico comenzó con la explosión de un coche bomba conducido por un kamikaze.
La primera explosión fue "muy muy grande, enorme", explicó un testigo a AFP. "Hay camiones de bomberos, ambulancias y policías por todas partes", añadió a media mañana.
A continuación "un grupo de terroristas (...) trató de entrar en el edificio de la policía de tráfico", indicó Mohamad Zahir, jefe de la policía criminal.
Dos de ellos murieron y otros dos se replegaron hacia el interior del edificio desde donde continuaron disparando contra las fuerzas del orden durante dos horas, según Zahir.
Las "unidades especiales" de la policía fueron llamadas como refuerzo para acorralar a los asaltantes, precisó el general Salangi.
Un reducido número de soldados extranjeros también acudió al lugar "para ayudar a las fuerzas de seguridad afganas", indicó un portavoz de la ISAF, la fuerza armada de la OTAN en Afganistán. "Pero los responsables afganos dirigen todavía las operaciones", prosiguió, sin proporcionar más detalles.
Las tropas de coalición "no estaban para nada implicadas" al principio y, por tanto, no sufrieron "ninguna pérdida" en el ataque, explicó la ISAF, a la que pertenece la gran mayoría de las tropas estadounidenses.
Este ataque se produjo cinco días después de que un grupo de seis atacantes suicidas talibanes irrumpieran en un complejo del servicio secreto afgano (NDS), en el centro de Kabul, matando a un guardia. En total, 33 civiles resultaron heridos.
Los balances de ambos ataques no fueron muy elevados, lo que el Gobierno calificó de éxito que demuestra el nivel de preparación de sus fuerzas armadas. Sin embargo, el hecho de que se produjeran en tan breve periodo de tiempo refleja que Kabul todavía está lejos de tener la seguridad bajo control, cuando faltan menos de dos años para la salida de las tropas de la coalición, a finales de 2014.

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