"Salvo Madrid, Barça y Athletic, todos pueden desaparecer"

El profesor de la Universitat de Barcelona añade que esta situación se debe a que "España no es el que más ingresa por televisión, pero sí el que peor reparte".

Barcelona, EFE
Todos los clubes profesionales del fútbol español salvo Real Madrid, Barcelona y, quizá, el Athletic Club tienen riesgo de desaparecer como consecuencia de un modelo futbolístico en el que los gastos de explotación superan a los ingresos, según augura el economista José María Gay de Liébana.


El profesor de la Universitat de Barcelona añade que varios clubes "están en peligro de reventar" o al menos de vivir situaciones económicas "muy incomodas", y alerta de que en España se está "matando el fútbol".

En una entrevista publicada en la revista 'Offside', que se edita en Valencia, Gay analiza la situación del fútbol profesional español en relación con las ligas más potentes de Europa (Alemania, Francia, Inglaterra e Italia) a partir de los datos extraídos del Informe anual sobre la situación económica del fútbol español y europeo elaborado por este profesor.

En todos estos países, los gastos superan a los ingresos. En Inglaterra se ingresan 2.507 millones de euros y se gastan 2.849; en Alemania se reciben 1.746, con un gasto de 1.889; en Italia frente a los 1.569 millones que entran en los clubes, salen 2.212 y en Francia se ingresan 1.059 millones y el gasto asciende a 1.308. La situación en España se concreta con unos ingresos de 1.669 millones de euros frente a los 1.830 que se gastan.

Por lo que respecta al modelo español, buena parte de los problemas, en consideración de Gay de Liébana, provienen del reparto de los ingresos procedentes de la televisión, que suponen el 38 por ciento de lo que entra globalmente en las arcas de los clubes. En Inglaterra, el Manchester United es el que más ingresa (13,1 por ciento del total), mientras que en España, el Real Madrid, con el 25,2%, y el Barcelona, con el 24,1, suman casi la mitad por delante del Valencia, tercero con el 6,5%, según los datos de la Liga 2010-2011.

"Que el Valencia, tercero de la Liga, ingrese menos que el Wigan, que estuvo a punto de bajar en Inglaterra, demuestra que el reparto de los derechos de televisión es tan determinante como absolutamente irracional", indica Gay de Liébana, "España no es el que más ingresa por televisión, pero sí el que peor reparte. El problema radica en que los ingresos no están centralizados: cada uno negocia por su cuenta. Aunque el Barcelona y el Real Madrid cobraran más, los ingresos deberían centralizarse", agrega.

Gay de Liébana afirma que tenía constancia de que el Barcelona no se opondría a la negociación única, pero no sabía la posición del Real Madrid. "La centralización sería fundamental para vender la Liga en Japón o Estados Unidos, lugares donde hay que fijarse, más que en China, porque tienen mayor poder adquisitivo", señala.

En España no hay un campeón al margen de Real Madrid o Barcelona desde el título del Valencia en 2004. "Esta liga, con su actual estructura, no es vendible. Lo único que se puede vender es el Real Madrid o el Barcelona, pero no la competición de forma conjunta", señala.

"Con una Liga más competitiva, el Villarreal fue segundo y el Valencia campeón. Ahora el Valencia festeja como un éxito haber sido tercero tres años seguidos. Ha sido un vencedor moral a cuarenta puntos del primero", agrega.

También cuestiona algunos aspectos vinculados con la mercadotecnia: "Iker Casillas es un valor mucho más seguro que Cristiano Ronaldo, que no despierta simpatías. No creo que venda muchas camisetas fuera de las tiendas del Real Madrid".

Como seguidor del Espanyol, considera que los precios de las entradas, los malos horarios y las dificultades en Cornellá para salir del estadio son ejemplos de situaciones que no benefician al crecimiento del fútbol.

Propugna el modelo de la Bundesliga y los precios de sus localidades, así como el que se da en Alemania y en Inglaterra de convertir los estadios en un activo determinante para la economía de los clubes.

Respecto a Italia señala que trata de un fútbol pensado para la televisión, que ha descuidado los ingresos de explotación y, sobre todo los estadios, que son vetustos, por lo que la gente no va. "Su activo ha sido el futbolista y por eso tienen grandes ciudades deportivas", explica. También indica que el modelo francés está basado en la austeridad, al nivel de la Segunda División española, solo roto por la riqueza del París Saint-Germain. "Es bueno que el Montpellier haya sido campeón con esa filosofía", afirma.

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