Rusia se opone a "recetas" políticas externas para Siria
Moscú, Reuters
Rusia dijo el lunes que los planes para el futuro político de Siria no se pueden imponer desde el exterior, remarcando su oposición a la presión extranjera para una salida del presidente Bashar al-Assad y al apoyo de Occidente a una nueva coalición formada por la oposición.
En un comunicado sobre la reunión del enviado internacional Lakhdar Brahimi el domingo con autoridades de Rusia y Estados Unidos, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso reiteró sus llamamientos para poner fin a la violencia e iniciar negociaciones sobre los "parámetros de un período de transición".
Rusia "enfatizó que las decisiones fundamentales sobre la reforma del sistema político de Siria (...) las deben tomar los propios sirios, sin interferencias exteriores o intentos de forzar recetas preparadas para un desarrollo socio-político", dijo el comunicado.
Moscú pidió un inmediato cese de la violencia y "el inicio de un diálogo nacional durante el cual los representantes del Gobierno sirio y la oposición deberían negociar y acordar los parámetros de un periodo de transición", indicó el escrito.
El comunicado parecía tener como objetivo enfatizar que Rusia se ha comprometido a ayudar a Brahimi a buscar una solución al conflicto de 21 meses que incluye conversaciones sobre una transición política pero sigue oponiéndose a que la salida de Assad sea una condición previa.
Brahimi está buscando una solución basada en la Declaración de Ginebra del 30 de junio, que abogaba por un Gobierno de transición. En ese momento, la propuesta fracasó por la cuestión del destino de Assad; Washington dijo que la declaración envió una señal clara de que debería dimitir pero Rusia dijo que no sugería nada de eso en absoluto.
El comunicado ruso del lunes también señaló el rechazo de Moscú al respaldo de Occidente a la opositora Coalición Nacional Siria, que Estados Unidos espera reconocer la próxima semana como el único representante del pueblo sirio.
Rusia dijo el lunes que los planes para el futuro político de Siria no se pueden imponer desde el exterior, remarcando su oposición a la presión extranjera para una salida del presidente Bashar al-Assad y al apoyo de Occidente a una nueva coalición formada por la oposición.
En un comunicado sobre la reunión del enviado internacional Lakhdar Brahimi el domingo con autoridades de Rusia y Estados Unidos, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso reiteró sus llamamientos para poner fin a la violencia e iniciar negociaciones sobre los "parámetros de un período de transición".
Rusia "enfatizó que las decisiones fundamentales sobre la reforma del sistema político de Siria (...) las deben tomar los propios sirios, sin interferencias exteriores o intentos de forzar recetas preparadas para un desarrollo socio-político", dijo el comunicado.
Moscú pidió un inmediato cese de la violencia y "el inicio de un diálogo nacional durante el cual los representantes del Gobierno sirio y la oposición deberían negociar y acordar los parámetros de un periodo de transición", indicó el escrito.
El comunicado parecía tener como objetivo enfatizar que Rusia se ha comprometido a ayudar a Brahimi a buscar una solución al conflicto de 21 meses que incluye conversaciones sobre una transición política pero sigue oponiéndose a que la salida de Assad sea una condición previa.
Brahimi está buscando una solución basada en la Declaración de Ginebra del 30 de junio, que abogaba por un Gobierno de transición. En ese momento, la propuesta fracasó por la cuestión del destino de Assad; Washington dijo que la declaración envió una señal clara de que debería dimitir pero Rusia dijo que no sugería nada de eso en absoluto.
El comunicado ruso del lunes también señaló el rechazo de Moscú al respaldo de Occidente a la opositora Coalición Nacional Siria, que Estados Unidos espera reconocer la próxima semana como el único representante del pueblo sirio.