Más de treinta heridos en Alejandría por enfretamientos a favor y en contra de Mursi
Más de una treintena de personas han resultado heridos durante los enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente de Egipto, Mohamed Mursi, ocurridos este viernes en la ciudad de Alejandría, la segunda mayor del país, según un balance de víctimas hecho público por el Ministerio de Sanidad.
La Policía ha empleado gases lacrimógenos después de que cientos de detractores de la Constitución y miles de islamistas se hayan lanzado piedras por encima del cordón de seguridad que les separaba en torno a la mezquita de Alejandría que ya fue escenario de incidentes la semana pasada. El pasado viernes, unas 20 personas resultaron heridas.
"Alá es grande", han coreado los islamistas cuando han comenzado los choques, ha informado la agencia Reuters. Los islamistas se han congregado convocados por los Hermanos Musulmanes y los salafistas en apoyo a la nueva Constitución. Por su parte, los partidarios de la oposición también se han congregado al término de la oración del viernes.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad, Ahmed Omar, ha informado de que 32 personas han resultado heridas por los choques, que se han prolongado durante alrededor de dos horas, según el periódico estatal Al Ahram. Hasta 12 ambulancias se han desplazado a las inmediaciones de la mezquita de Qaed Ibrahim para atender a los heridos.
a semana pasada las facciones rivales portaban palos, cuchillos y espadas, pero esta vez la Policía ha conseguido mantenerlos alejados, si bien algunos testigos han visto a varios manifestantes y a un policía que eran sacados del lugar. Algunos manifestantes han resultado heridos en la cabeza.
Agentes antidisturbios habían acordonado la mezquita Qaed Ibrahim, donde el viernes pasado ya hubo altercados. Los islamistas han coreado eslóganes pro-islámicos mientras que un pequeño grupo de opositores concentrado en las proximidades, ha gritado contra Mursi.
"El pueblo quiere la aplicación de la 'sharia'", han coreado los islamistas. "Nuestras almas y nuestra sangre, la sacrificamos por el Islam", han gritado.
En un momento dado, un islamista que estaba grabando a manifestantes opositores fue apresado y golpeado. Los islamistas del otro lado del cordón policial empujaron a los agentes para intentar llegar hasta él.
