Martin Freeman: “Soy fuerte para ser un hobbit”
Entrevista al inglés que protagoniza el éxito del momento: “El Hobbit: un viaje inesperado”.
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Pablo O. Scholz, Clarín
¿Recordás cuándo leíste “El Hobbit” por primera vez?
Sí. Fue hace como dos años.
No es ni bajo, ni orejudo, ni calza 60 y, aunque no muestra las piernas, tampoco peludo. Más: el inglés Martin Freeman (41 años) no había leído El Señor de los anillos hasta que Peter Jackson le propuso interpretar al joven Bilbo en El Hobbit . Que por supuesto tampoco había hojeado, como dice, hasta hace dos años.
Irónico, con la bendita flema británica brotando en cada respuesta, Freeman no tenía al momento de esta entrevista con Clarín -antes del estreno de El Hobbit, en Nueva York- rasgos de divo o signos de que la fama le pesara. Conocido por ser el Dr. Watson en la serie británica Sherlock , y por su papel de Tim Canterbury en The Office, también en la TV inglesa, Freeman no sólo no se la cree. Tampoco cree que en algún momento pueda llegar a creérsela.
La personificación de tu personaje es muy inglesa, es muy post victoriano…
Sí, supongo. Traté de adaptarlo mucho a cómo una persona inglesa haría esto, y luego recordé que yo soy británico... Hay características nacionales, que algunas son verdad y otras no, pero hay una razón: todos tenemos una especie de cliché nacional y supongo que algo de eso es cierto. Y supongo que esas cosas inglesas son la estupidez, la vagancia, el conformismo, la reserva...
¿Cuál fue la escena que más te gusto de “Un viaje inesperado”?
No te podría decir, pero la verdad, disfruté la escena con Gollum; fue la primera que rodé.
¿Te gustan los acertijos?
Claro, de hecho soy muy bueno con ellos. Cuando leía el libro y había esas cosas, conocía un par de ellos de antes, y me sentí inteligente algunas veces... Y luego muy estúpido en otros momentos.
¿Requirió un buen estado físico?
Sí, es un papel muy físico, porque todo tu cuerpo está envuelto, la caracterización lo es todo, pero no siempre estás en forma.
Además, Bilbo no es exactamente un superhéroe.
No, es más una persona de estar recostada, o sentada en un banco. Pero como actor tenés que ser saludable, preparado. Eh, soy fuerte para ser un hobbit.
En todo filme “de viaje”, el protagonista cambia. ¿Qué cambios experimenta Bilbo?
Desde el principio hasta el final de la historia, esto es, desde la primera hasta la tercera película, él cambiará mucho, pasa de ser alguien que nunca ha visto nada más que la Comarca, a alguien que ve cosas terribles… Así que sí, creo que eso pasa en Bilbo, literalmente la manera en que ve, en que mira es diferente.
¿Serías una persona que saltaría a la aventura, como hiciste en la película?
Sí, hay que estar en la aventura... en el mundo real. No mataría a nadie, claro, la puta moral… Soy un actor, escogí un trabajo donde no hay seguridad, no hay pensión, es como vivir una aventura, sí.
¿Dónde encontrás buenos guiones? ¿En TV? ¿Cine?
Creo que en todas partes, si no te encasillas en un rol.
Sherlock es la mejor cosa que he hecho, lo mismo que The Office , es perfecto, como comedia, era de mi gusto, como fan a mí me gustaría. Subjetivamente la mayoría de las cosas que leo no me encantan, quiero decir, es como los cuadros. La mayoría de los que ves no te gustan, pero las cosas que te pegan son preciosas, y hay que tratar de buscar esas cosas.
Freeman dice que no extraña “el entrenamiento, ni afeitarme las piernas para que dos asistentes me pusieran esa especie de medias de los pies largos. Ni la comida light”. Actor esencialmente de teatro, “hago obras de forma intermitente y, como todo, tiene que ser algo nuevo, que suponga un desafío. Amo hacer teatro, pero tiene que ser un buen proyecto, porque la verdad es que perdés dinero haciendo teatro. Porque no hago teatro comercial, eso no da mucho dinero”.
¿Te quedaste con algo de Bilbo?
No. No me dieron el anillo.
(Como le preguntaría Gollum) ¿Qué tenés en el bolsillo en este momento?
Tarjetas de crédito, y el I-Phone. Je.
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¿Recordás cuándo leíste “El Hobbit” por primera vez?
Sí. Fue hace como dos años.
No es ni bajo, ni orejudo, ni calza 60 y, aunque no muestra las piernas, tampoco peludo. Más: el inglés Martin Freeman (41 años) no había leído El Señor de los anillos hasta que Peter Jackson le propuso interpretar al joven Bilbo en El Hobbit . Que por supuesto tampoco había hojeado, como dice, hasta hace dos años.
Irónico, con la bendita flema británica brotando en cada respuesta, Freeman no tenía al momento de esta entrevista con Clarín -antes del estreno de El Hobbit, en Nueva York- rasgos de divo o signos de que la fama le pesara. Conocido por ser el Dr. Watson en la serie británica Sherlock , y por su papel de Tim Canterbury en The Office, también en la TV inglesa, Freeman no sólo no se la cree. Tampoco cree que en algún momento pueda llegar a creérsela.
La personificación de tu personaje es muy inglesa, es muy post victoriano…
Sí, supongo. Traté de adaptarlo mucho a cómo una persona inglesa haría esto, y luego recordé que yo soy británico... Hay características nacionales, que algunas son verdad y otras no, pero hay una razón: todos tenemos una especie de cliché nacional y supongo que algo de eso es cierto. Y supongo que esas cosas inglesas son la estupidez, la vagancia, el conformismo, la reserva...
¿Cuál fue la escena que más te gusto de “Un viaje inesperado”?
No te podría decir, pero la verdad, disfruté la escena con Gollum; fue la primera que rodé.
¿Te gustan los acertijos?
Claro, de hecho soy muy bueno con ellos. Cuando leía el libro y había esas cosas, conocía un par de ellos de antes, y me sentí inteligente algunas veces... Y luego muy estúpido en otros momentos.
¿Requirió un buen estado físico?
Sí, es un papel muy físico, porque todo tu cuerpo está envuelto, la caracterización lo es todo, pero no siempre estás en forma.
Además, Bilbo no es exactamente un superhéroe.
No, es más una persona de estar recostada, o sentada en un banco. Pero como actor tenés que ser saludable, preparado. Eh, soy fuerte para ser un hobbit.
En todo filme “de viaje”, el protagonista cambia. ¿Qué cambios experimenta Bilbo?
Desde el principio hasta el final de la historia, esto es, desde la primera hasta la tercera película, él cambiará mucho, pasa de ser alguien que nunca ha visto nada más que la Comarca, a alguien que ve cosas terribles… Así que sí, creo que eso pasa en Bilbo, literalmente la manera en que ve, en que mira es diferente.
¿Serías una persona que saltaría a la aventura, como hiciste en la película?
Sí, hay que estar en la aventura... en el mundo real. No mataría a nadie, claro, la puta moral… Soy un actor, escogí un trabajo donde no hay seguridad, no hay pensión, es como vivir una aventura, sí.
¿Dónde encontrás buenos guiones? ¿En TV? ¿Cine?
Creo que en todas partes, si no te encasillas en un rol.
Sherlock es la mejor cosa que he hecho, lo mismo que The Office , es perfecto, como comedia, era de mi gusto, como fan a mí me gustaría. Subjetivamente la mayoría de las cosas que leo no me encantan, quiero decir, es como los cuadros. La mayoría de los que ves no te gustan, pero las cosas que te pegan son preciosas, y hay que tratar de buscar esas cosas.
Freeman dice que no extraña “el entrenamiento, ni afeitarme las piernas para que dos asistentes me pusieran esa especie de medias de los pies largos. Ni la comida light”. Actor esencialmente de teatro, “hago obras de forma intermitente y, como todo, tiene que ser algo nuevo, que suponga un desafío. Amo hacer teatro, pero tiene que ser un buen proyecto, porque la verdad es que perdés dinero haciendo teatro. Porque no hago teatro comercial, eso no da mucho dinero”.
¿Te quedaste con algo de Bilbo?
No. No me dieron el anillo.
(Como le preguntaría Gollum) ¿Qué tenés en el bolsillo en este momento?
Tarjetas de crédito, y el I-Phone. Je.