Los abortos clínicos son seguros: estudio

Nueva York, Reuters
Menos del 1 por ciento de las mujeres con un aborto inducido farmacológicamente en los centros de Planned Parenthood en Estados Unidos tuvieron algún efecto adverso o un aborto fallido, reveló un estudio.


Los autores hallaron que la frecuencia de las complicaciones asociadas con el aborto que demandaron atención de emergencia o una transfusión, por ejemplo, fue de una por cada 625 en el 2009 y el 2010.

"En los centros de Planned Parenthood, el aborto es extremadamente seguro", dijo el especialista en salud reproductiva James Trussell, de Princeton University, Nueva Jersey, y coautor del estudio.

"El resultado adverso más común es la continuidad del embarazo. No siempre funciona", agregó.

La información surge de 233.805 abortos realizados en el primer trimestre con mifepristona y misoprostol en 317 centros de salud de Planned Parenthood.

En uno de cada 200 de esos casos, el embarazo continuó tras dos intentos farmacológicos fallidos, según publica el equipo en Obstetrics & Gynecology.

A ocho mujeres por año se les diagnosticaba un embarazo ectópico (cuando el embrión se implanta fuera del útero) luego de la inducción del aborto. Una mujer murió por complicaciones asociadas.

En los 233.805 abortos realizados durante el estudio, 385 mujeres sufrieron de un efecto adverso grave, incluidas 238 que necesitaron atención de urgencia, 135 hospitalizadas, 114 que recibieron una transfusión y 57 que fueron tratadas con antibióticos por vía intravenosa. Todas sobrevivieron.

"Esto sigue demostrando que el aborto clínico es una opción muy segura para las mujeres", dijo la doctora Debra Stulberg, especialista en disparidades en la salud reproductiva de University of Chicago y que no participó del estudio. "Eso es lo que realmente importa", agregó.

Señaló que, en Estados Unidos, los abortos clínicos aún no son tan comunes como los quirúrgicos, pero están aumentando y "las mujeres deberían estar tranquilas", según ésta y otra información disponible.

Un estudio del 2010 halló que el 1 por ciento de las mujeres que se había realizado un aborto quirúrgico antes de la 16ª semana de gestación sufrió una complicación que demandó la administración intravenosa de líquidos, mientras que una de cada 300 tuvo una complicación grave.

Los autores del nuevo estudio señalaron que una limitación fue que no todas las mujeres regresaron a los centros después del aborto ni poseían información clínica de seguimiento, de modo que podrían haber surgido complicaciones que no fueron registradas.

Las guías médicas de la organización recomiendan que el personal de los centros de Planned Parenthood intente tres veces contactar a las pacientes que no se realizan los controles de seguimiento.

"Asumimos que si algo sucede, esas mujeres se pondrían en contacto con Planned Parenthood", dijo Trussell. "El motivo por el que no suelen concurrir al control es porque están bien", comentó.

Dos coautores del estudio son empleados de Planned Parenthood y Trussell integra la Comisión Médica Nacional de Planned Parenthood Federation of America. Otro coautor declaró que percibe un sueldo del distribuidor estadounidense de mifepristona, Danco Laboratories.

La combinación farmacológica que utiliza Planned Parenthood, y muchos otros centros que realizan abortos, difiere levemente del tratamiento aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FED) porque incluye dosis más bajas de mifepristona y el uso hogareño de misoprostol.

Trussell comentó que no existen pruebas de que el régimen aprobado sea más seguro, aunque sí es más costoso. "No tiene nada que ver con la medicina. Es sólo un incordio", comentó.

Los abortos clínicos en los centros de Planned Parenthood cuestan entre 300 y 800 dólares, según informa la organización en su sitio de Internet.

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