La unión de la oposición siria allana el camino para que reciba armas
La conferencia de Marraquech dará un nuevo espaldarazo a la oposición política y militar
Ignacio Cembrero
Madrid, El País
La oposición siria se ha unido y ahora lo espera todo de Occidente, de Turquía y de sus amigos árabes. La puesta de largo de la rebelión agrupada tendrá lugar mañana miércoles, en Marraquech, durante la reunión de los Amigos de Siria en la que está prevista la participación de un centenar de países, aunque la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha cancelado su viaje a Marruecos a causa de un virus gástrico.
Las delegaciones que acudan a Marraquech deben ser “fieles” al nombre que han dado a su grupo, Amigos de Siria, recalcó Ahmed Moaz al Jatib, el nuevo líder de la oposición, que fue imán y geólogo. En consecuencia “deben brindar su apoyo con todos los recursos posibles”. Entre ellos figuran armas ofensivas aunque no mencionó esa palabra.
Casi 21 meses después de que estallase la rebelión en Siria contra el régimen de Bachar el Asad, que se ha cobrado unos 42.000 muertos, la oposición ha arrebatado tanto terreno al Ejército regular que ya no solicita una intervención militar extranjera, ni siquiera que se declare una zona de exclusión aérea para que no pueda ser bombardeada desde el aire.
Pide armas, sobre todo misiles anticarro y antiaéreos. Si se les proporcionan en gran número y se le enseña a manejarlas será capaz de imponer por sí sola una zona de exclusión aérea en los cielos de Siria vaticinaba, a principios de semana, Yasser Tabbara, portavoz de la Coalición Nacional Siria (CNS).
La CNS, que nació hace un mes en Doha (Catar), reagrupa a casi toda la oposición política al régimen de El Asad. Su gran estreno político tendrá lugar en la conferencia de Marraquech, pero antes ya ha cosechado varios éxitos. La Unión Europea (UE) la consideró, el lunes, como “representante legítimo” del pueblo sirio. Dos de sus miembros, Francia y Reino Unido, fueron más allá al aceptarlo como “único representante legítimo”.
Es probable que otros países, como Estados Unidos, den también ese paso en Marraquech como ya lo hicieron los del Golfo Pérsico. España estará representada en la reunión por el secretario de Estado de Política Exterior, Gonzalo de Benito.
Un mes después de la unificación política se produjo la militar. Un Consejo Militar Supremo (CSM) fue creado, el viernes pasado, en Antalya (Turquía). Se compone de 30 miembros presididos por el general Selim Idriss, originario de Homs, y que desertó hace cinco meses. Se le considera cercano a Catar. “Es un ingeniero respetado y escuchado por los combatientes”, asegura Ignace Leverrier, un exdiplomático francés que anima un blog sobre Siria.
En el Consejo no figuran muchos de los militares que desertaron en un primer momento, como Riad el Asad, que anunció desde Turquía la creación del Ejército Libre de Siria (ELS) en el exterior, pero que carecen de implantación dentro del país. Su presencia no aportaría nada. Tampoco están las milicias yihadistas como el Frente Al Nusra.
En la reunieron de Antalya sí estuvieron presentes espías y consejeros militares de un puñado de países occidentales, empezando por EE UU, y saudíes y cataríes. Estos últimos prometieron armas a la rebelión militar si cerraba filas y este anuncio fue un potente acicate para que se creara el Consejo. “Con esta estructura se pone en pie un órgano legítimo susceptible de recibir ayuda armamentística”, explica por teléfono, desde París, Fahad al Masri, portavoz de la rama interior del (ELS).
La rebelión armada ha recibido ya de Europa y EE UU armas no letales como, por ejemplo, equipos de visión nocturna. Pero su falta de unidad y el temor a repetir la experiencia de Libia, donde los occidentales, con Francia a la cabeza, repartieron artefactos ofensivos a grupos recién creados y, a veces, radicales, les ha impedido ir más lejos.
El presidente francés, François Hollande, ya declaró el mes pasado que había que examinar la entrega de armas a la rebelión. La UE solo prorrogó, el lunes, tres meses más el embargo de armas a Siria, una decisión que revisará, como tarde, en marzo.
Al margen de su reagrupamiento, hay otra poderosa razón para que los occidentales sean ahora más proclives a armar a la insurrección. Aunque siguen siendo minoritarios, los grupos yihadistas como Frente al Nusra, afín a Al Qaeda, han ganado peso en el seno de la rebelión. Prueba de ello es que el lunes esta milicia radical se apoderó de la base militar de Darret Ezza, en el norte de Siria.
Equipar y entrenar a los militares rebeldes no radicales, aunque entre ellos abunden los elementos cercanos a los Hermanos Musulmanes, es hacer contrapeso al Frente al Nusra. Para intentar cercenar su actividad, el Departamento de Estado ha incluido a este grupo en la lista de organizaciones terroristas.
Los embates que le propinan rebeldes moderados y radicales hacen que el régimen de Damasco esté noqueado. El último en vaticinar su caída fue, el domingo, en jefe del servicio secreto alemán, Gerhard Schindler. “El régimen de Asad no sobrevivirá”, declaró al diario Frankfurter Allegemeine Zeitung. “Hay crecientes indicios de que (…) está en su etapa final”.
Ignacio Cembrero
Madrid, El País
La oposición siria se ha unido y ahora lo espera todo de Occidente, de Turquía y de sus amigos árabes. La puesta de largo de la rebelión agrupada tendrá lugar mañana miércoles, en Marraquech, durante la reunión de los Amigos de Siria en la que está prevista la participación de un centenar de países, aunque la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha cancelado su viaje a Marruecos a causa de un virus gástrico.
Las delegaciones que acudan a Marraquech deben ser “fieles” al nombre que han dado a su grupo, Amigos de Siria, recalcó Ahmed Moaz al Jatib, el nuevo líder de la oposición, que fue imán y geólogo. En consecuencia “deben brindar su apoyo con todos los recursos posibles”. Entre ellos figuran armas ofensivas aunque no mencionó esa palabra.
Casi 21 meses después de que estallase la rebelión en Siria contra el régimen de Bachar el Asad, que se ha cobrado unos 42.000 muertos, la oposición ha arrebatado tanto terreno al Ejército regular que ya no solicita una intervención militar extranjera, ni siquiera que se declare una zona de exclusión aérea para que no pueda ser bombardeada desde el aire.
Pide armas, sobre todo misiles anticarro y antiaéreos. Si se les proporcionan en gran número y se le enseña a manejarlas será capaz de imponer por sí sola una zona de exclusión aérea en los cielos de Siria vaticinaba, a principios de semana, Yasser Tabbara, portavoz de la Coalición Nacional Siria (CNS).
La CNS, que nació hace un mes en Doha (Catar), reagrupa a casi toda la oposición política al régimen de El Asad. Su gran estreno político tendrá lugar en la conferencia de Marraquech, pero antes ya ha cosechado varios éxitos. La Unión Europea (UE) la consideró, el lunes, como “representante legítimo” del pueblo sirio. Dos de sus miembros, Francia y Reino Unido, fueron más allá al aceptarlo como “único representante legítimo”.
Es probable que otros países, como Estados Unidos, den también ese paso en Marraquech como ya lo hicieron los del Golfo Pérsico. España estará representada en la reunión por el secretario de Estado de Política Exterior, Gonzalo de Benito.
Un mes después de la unificación política se produjo la militar. Un Consejo Militar Supremo (CSM) fue creado, el viernes pasado, en Antalya (Turquía). Se compone de 30 miembros presididos por el general Selim Idriss, originario de Homs, y que desertó hace cinco meses. Se le considera cercano a Catar. “Es un ingeniero respetado y escuchado por los combatientes”, asegura Ignace Leverrier, un exdiplomático francés que anima un blog sobre Siria.
En el Consejo no figuran muchos de los militares que desertaron en un primer momento, como Riad el Asad, que anunció desde Turquía la creación del Ejército Libre de Siria (ELS) en el exterior, pero que carecen de implantación dentro del país. Su presencia no aportaría nada. Tampoco están las milicias yihadistas como el Frente Al Nusra.
En la reunieron de Antalya sí estuvieron presentes espías y consejeros militares de un puñado de países occidentales, empezando por EE UU, y saudíes y cataríes. Estos últimos prometieron armas a la rebelión militar si cerraba filas y este anuncio fue un potente acicate para que se creara el Consejo. “Con esta estructura se pone en pie un órgano legítimo susceptible de recibir ayuda armamentística”, explica por teléfono, desde París, Fahad al Masri, portavoz de la rama interior del (ELS).
La rebelión armada ha recibido ya de Europa y EE UU armas no letales como, por ejemplo, equipos de visión nocturna. Pero su falta de unidad y el temor a repetir la experiencia de Libia, donde los occidentales, con Francia a la cabeza, repartieron artefactos ofensivos a grupos recién creados y, a veces, radicales, les ha impedido ir más lejos.
El presidente francés, François Hollande, ya declaró el mes pasado que había que examinar la entrega de armas a la rebelión. La UE solo prorrogó, el lunes, tres meses más el embargo de armas a Siria, una decisión que revisará, como tarde, en marzo.
Al margen de su reagrupamiento, hay otra poderosa razón para que los occidentales sean ahora más proclives a armar a la insurrección. Aunque siguen siendo minoritarios, los grupos yihadistas como Frente al Nusra, afín a Al Qaeda, han ganado peso en el seno de la rebelión. Prueba de ello es que el lunes esta milicia radical se apoderó de la base militar de Darret Ezza, en el norte de Siria.
Equipar y entrenar a los militares rebeldes no radicales, aunque entre ellos abunden los elementos cercanos a los Hermanos Musulmanes, es hacer contrapeso al Frente al Nusra. Para intentar cercenar su actividad, el Departamento de Estado ha incluido a este grupo en la lista de organizaciones terroristas.
Los embates que le propinan rebeldes moderados y radicales hacen que el régimen de Damasco esté noqueado. El último en vaticinar su caída fue, el domingo, en jefe del servicio secreto alemán, Gerhard Schindler. “El régimen de Asad no sobrevivirá”, declaró al diario Frankfurter Allegemeine Zeitung. “Hay crecientes indicios de que (…) está en su etapa final”.