La República Centroafricana, dispuesta al alto el fuego
París, EP
El Gobierno de República Centroafricana ha manifestado este miércoles su disposición a dialogar con los rebeldes de la Séléka, que continúan su avance hacia Bangui, y a declarar un alto el fuego, si bien ha aclarado que no son ellos sino los países de África Central los que imponen las condiciones para que ello sea posible.
Según informa este miércoles Radio France Internationale (RFI), los rebeles se hicieron el martes con el control de Kaga Bandoro, situada a unos 340 kilómetros al norte de Bangui. A partir de este punto, se enfrentarán a las tropas chadianas desplegadas en los dos ejes que llevan a la capital del país.
En declaraciones a esta emisora, el ministro centroafricano de Administración del Territorio, Josué Binoua, ha insistido en que el Gobierno de François Bozizé "está dispuesto no solo a firmar un algo el fuego sino a dialogar con los rebeldes, con la oposición, por el futuro de nuestro país".
No obstante, ha dejado claro que la Comunidad Económica de Estados de Africa Central (CEEAC) impuso como condición para el alto el fuego el que los rebeldes se retiren a sus posiciones iniciales.
Los jefes de Estado de la CEEAC acordaron en Yamena el viernes pasado que "el eventual diálogo en Libreville", capital de Gabón, se celebraría "con esta condición", ha recordado, subrayando que "el Gobierno centroafricano no ha impuesto ninguna condición".
Actualmente, los problemas de Africa Central los dirige el presidente congoleño, Denis Sassou Nguesso, "que es el presidente del comité de seguimiento que se designó en Yamena". "Es él quien decide, nosotros solo aplicaremos la decisión", ha afirmado el ministro, que ha pedido al mandatario congoleño que "constate que los rebeldes no respetan las decisiones de la CEEAC, nos informe de su posición respecto a este no respeto y nos avise en cuanto al diálogo en Libreville".
Por otra parte, Binoua ha indicado que el Gobierno estaría dispuesto a discutir la puesta en marcha de un régimen de transición porque "todo lo que va en el sentido del avance de nuestro país no puede haber ningún centroafricano que vaya en contra".
En otro orden de cosas y ante los rumores de que Bozizé tendría intención de presentarse nuevamente a las elecciones pese a que la Constitución se lo impide, el ministro ha subrayado que por ahora no se han dado pasos "para una modificación de este tipo" de la Carta Magna. Asimismo, ha animado a los rebeldes a "dar a conocer" su movimiento y a presentarse "candidatos a las elecciones presidenciales y que el pueblo elija".
TROPAS CHADIANAS
Por último, el ministro ha atribuido a la "realidad" que representa la CEAAC la presencia de tropas chadianas en territorio centroafricano y ha subrayado que "en los arreglos interiores, un país debe volar al socorro del otro".
En cuanto a los abusos como saqueos y violaciones que estarían cometiendo los soldados chadianos en las localidades de Sibut y Bossangoa, donde están desplegados, el ministro ha dicho no tener "pruebas". "Pero si estas cosas pasan no le asombra a nadie".
En todo caso, ha considerado que se trata de "daños colaterales" como consecuencia de la actuación de los rebeldes. "Los rebeldes de la Séléka son los primeros que lo hace como lo sabe todo el mundo", ha afirmado.
La coalición Séléka, lanzada el pasado agosto, está compuesta por facciones de tres antiguos grupos armados: la Convención Patriótica de Salvación Wa Kodro (CPSK) de Nureldine Adam; la Convención de Patriotas para la Justicia y la Paz (CPJP) de Dhaffane Mohamed Moussa, y la Unión de Fuerzas Democráticas para la Unidad (UFDR) de Michel Djotodja.
Estos grupos rebeldes reclaman que el presidente Bozizé, que llegó al poder en 2003 mediante un golpe de estado y a continuación ganó las elecciones de 2005 y 2011, cumpla con el acuerdo suscrito en 2007 entre los grupos armados y el Gobierno y abra una investigación sobre la desaparición del exlíder del CPJP Charles Massi.
Asimismo, los rebeldes, que avanzan desde el norte, reclaman el pago de las compensaciones prometidas por la deposición de las armas y la liberación de todos los presos políticos. En su avance, el fin de semana se hicieron con la ciudad de Bambari, la tercera del país.
El Gobierno de República Centroafricana ha manifestado este miércoles su disposición a dialogar con los rebeldes de la Séléka, que continúan su avance hacia Bangui, y a declarar un alto el fuego, si bien ha aclarado que no son ellos sino los países de África Central los que imponen las condiciones para que ello sea posible.
Según informa este miércoles Radio France Internationale (RFI), los rebeles se hicieron el martes con el control de Kaga Bandoro, situada a unos 340 kilómetros al norte de Bangui. A partir de este punto, se enfrentarán a las tropas chadianas desplegadas en los dos ejes que llevan a la capital del país.
En declaraciones a esta emisora, el ministro centroafricano de Administración del Territorio, Josué Binoua, ha insistido en que el Gobierno de François Bozizé "está dispuesto no solo a firmar un algo el fuego sino a dialogar con los rebeldes, con la oposición, por el futuro de nuestro país".
No obstante, ha dejado claro que la Comunidad Económica de Estados de Africa Central (CEEAC) impuso como condición para el alto el fuego el que los rebeldes se retiren a sus posiciones iniciales.
Los jefes de Estado de la CEEAC acordaron en Yamena el viernes pasado que "el eventual diálogo en Libreville", capital de Gabón, se celebraría "con esta condición", ha recordado, subrayando que "el Gobierno centroafricano no ha impuesto ninguna condición".
Actualmente, los problemas de Africa Central los dirige el presidente congoleño, Denis Sassou Nguesso, "que es el presidente del comité de seguimiento que se designó en Yamena". "Es él quien decide, nosotros solo aplicaremos la decisión", ha afirmado el ministro, que ha pedido al mandatario congoleño que "constate que los rebeldes no respetan las decisiones de la CEEAC, nos informe de su posición respecto a este no respeto y nos avise en cuanto al diálogo en Libreville".
Por otra parte, Binoua ha indicado que el Gobierno estaría dispuesto a discutir la puesta en marcha de un régimen de transición porque "todo lo que va en el sentido del avance de nuestro país no puede haber ningún centroafricano que vaya en contra".
En otro orden de cosas y ante los rumores de que Bozizé tendría intención de presentarse nuevamente a las elecciones pese a que la Constitución se lo impide, el ministro ha subrayado que por ahora no se han dado pasos "para una modificación de este tipo" de la Carta Magna. Asimismo, ha animado a los rebeldes a "dar a conocer" su movimiento y a presentarse "candidatos a las elecciones presidenciales y que el pueblo elija".
TROPAS CHADIANAS
Por último, el ministro ha atribuido a la "realidad" que representa la CEAAC la presencia de tropas chadianas en territorio centroafricano y ha subrayado que "en los arreglos interiores, un país debe volar al socorro del otro".
En cuanto a los abusos como saqueos y violaciones que estarían cometiendo los soldados chadianos en las localidades de Sibut y Bossangoa, donde están desplegados, el ministro ha dicho no tener "pruebas". "Pero si estas cosas pasan no le asombra a nadie".
En todo caso, ha considerado que se trata de "daños colaterales" como consecuencia de la actuación de los rebeldes. "Los rebeldes de la Séléka son los primeros que lo hace como lo sabe todo el mundo", ha afirmado.
La coalición Séléka, lanzada el pasado agosto, está compuesta por facciones de tres antiguos grupos armados: la Convención Patriótica de Salvación Wa Kodro (CPSK) de Nureldine Adam; la Convención de Patriotas para la Justicia y la Paz (CPJP) de Dhaffane Mohamed Moussa, y la Unión de Fuerzas Democráticas para la Unidad (UFDR) de Michel Djotodja.
Estos grupos rebeldes reclaman que el presidente Bozizé, que llegó al poder en 2003 mediante un golpe de estado y a continuación ganó las elecciones de 2005 y 2011, cumpla con el acuerdo suscrito en 2007 entre los grupos armados y el Gobierno y abra una investigación sobre la desaparición del exlíder del CPJP Charles Massi.
Asimismo, los rebeldes, que avanzan desde el norte, reclaman el pago de las compensaciones prometidas por la deposición de las armas y la liberación de todos los presos políticos. En su avance, el fin de semana se hicieron con la ciudad de Bambari, la tercera del país.