La ONU autoriza por unanimidad el despliegue de una misión militar en Malí
El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado este jueves por unanimidad el despliegue de una fuerza militar africana en Malí, donde milicianos islamistas y separatistas tuaregs controlan desde el mes de marzo la parte norte del país.
La resolución, presentada ante el Consejo por Francia, da luz verde al despliegue durante un año de la fuerza de intervención AFISMA, a la que autoriza a "tomar todas las medidas necesarias" para contrarrestar la influencia insurgente y colaborar en la lucha del Gobierno maliense. El término equivale, en términos diplomáticos, a una autorización para el uso de la fuerza militar.
La AFISMA, que previsiblemente no estará sobre el terreno al menos hasta septiembre de 2013, contará con hasta 3.300 efectivos y ayudará a las fuerzas malienses a "recuperar las zonas del norte actualmente bajo control de grupos terroristas, extremistas y armados".
El texto aprobado por los 15 países del Consejo no aclara cómo se financiará esta misión, aunque el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, se ha mostrado partidario de que sea sufragada por contribuciones voluntarias y no directamente por Naciones Unidas. Ban aún debe presentar una recomendación sobre esta materia.
La resolución también ha autorizado la ayuda brindada por la Unión Europea y otros países miembros de la ONU para colaborar en la reforma y preparación de las fuerzas de seguridad malienses.
CONSENSO
La votación de este jueves es fruto del consenso alcanzado tras semanas de discrepancias, principalmente entre Estados Unidos y Francia, sobre cuál sería la mejor forma de resolver el conflicto en Malí. Ambas partes han discrepado, por ejemplo, sobre la supuesta falta de preparación de los militares que enviarían a la zona los países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
El Consejo de Seguridad finalmente ha marcado una serie de "puntos de referencia" a tener en cuenta para lograr la estabilización del país africano. Así, ha subrayado la necesidad de lograr un acuerdo político entre los distintos movimientos e instituciones malienses y que las fuerzas del Gobierno y las de la AFISMA cuenten con una formación contrastada que incluya también Derechos Humanos, entre otras cuestiones.
La vía política incluiría un acuerdo entre el Gobierno maliense, los separatistas tuaregs y la milicia Ansar Dine, según fuentes diplomáticas.
