Incineran en India a la víctima de violación colectiva, que iba a casarse en febrero

NUEVA DELHI, AFP
El cuerpo de la estudiante india que fue víctima a mediados de diciembre de una violación colectiva y que tenía planeado casarse en febrero, fue incinerado este domingo en Nueva Delhi rodeada de importantes medidas de seguridad.
La joven de 23 años fue incinerada en presencia de familiares y dirigentes políticos que acudieron a la breve ceremonia rodeada de fuertes medidas de seguridad, horas después de la llegada del cuerpo de la estudiante desde Singapur, donde había sido trasladada de urgencia el miércoles por la noche en estado crítico.

La pira funeraria comenzó a arder después de que familiares y amigos rezaran sus últimas oraciones en la ceremonia celebrada en el sudoeste de Nueva Delhi, según algunos asistentes que revelaron que la estudiante de fisioterapia tenía planeado casarse en febrero con su novio, que también resultó herido en el mismo ataque.

"Habían hecho todos los preparativos y planeaban una fiesta de boda en Nueva Delhi" para febrero, dijo Meena Rai, una vecina y amiga de la víctima. "Realmente amaba a esta muchacha. Era la más brillante de todas las muchachas de nuestro barrio".

El primer ministro indio, Manmohan Singh, y la presidenta del Partido del Congreso en el poder, Sonia Gandhi, acudieron al aeropuerto de Delhi a recibir el féretro y ofrecer sus condolencias a los familiares cuando llegaron, sobre las 04H00, hora local, (22H30 GMT) con el cuerpo de su hija.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, envió sus condolencias a los padres y familiares de la víctima este domingo. "La violencia contra las mujeres nunca debe ser aceptada, nunca excusada, nunca tolerada", dijo el portavoz de Ban.

Después de ser tratada en un hospital de Nueva Delhi, la joven india fue trasladada al hospital Mount Elizabeth de Singapur el miércoles por la noche, donde los médicos fueron incapaces de impedir un fallo orgánico múltiple. Se certificó su muerte en las primeras horas del sábado.

Su muerte llevó al gobierno a prometer una mayor protección para las mujeres, penas más severas para los delitos sexuales más extremos y la aceleración del lento sistema judicial que, a menudo, falla a la hora de proporcionar sentencias oportunas.

La ONG Human Rights Watch hizo un llamamiento al gobierno este domingo para que prohíba el uso del llamado "test del dedo", en el que un doctor comprueba la tensión vaginal de una víctima de violación, aparentemente, para determinar si está "habituada a las relaciones sexuales".

Estas pruebas conllevan falta de rigor científico y "resultados degradantes" que a menudo desacreditan las denuncias de las mujeres, dijo la ONG desde su sede de Nueva York.

Este domingo, miles de personas se congregaron de nuevo en el centro de la capital india.

Las fuertes medidas de seguridad desplegadas ante las oficinas gubernamentales y el cierre de zonas públicas en Nueva Delhi para prevenir las protestas fueron señalados por los críticos del gobierno como una prueba más de un gobierno poco alejado de la realidad que ofrece respuestas chapuceras.

"No entendemos la prepotencia de la policía. Esta es nuestra ciudad, deberíamos tener libertad para movernos y protestar pacíficamente", explicaba a la AFP Mahima Anand, una manifestante de 21 años que trabaja para una multinacional, desde el área de Jantar Mantar en Nueva Delhi, donde se autorizó la reunión de los manifestantes.

Alrededor de una docena de manifestantes trataron de romper las barricadas que la policía antidisturbios había levantado en la zona y varias personas que también lanzaron piedras fueron inmediatamente detenidos.

Una ola de protestas sacudió la India después de que el 16 de diciembre seis hombres en estado de ebriedad violaron repetidamente a esta joven en un autobús y la agredieron sexualmente con una barra de hierro, lo que le produjo graves heridas intestinales.

Aunque la policía dijo que los seis acusados del asesinato de la joven podrían enfrentarse a la pena de muerte, la mayoría de la sociedad quiere que esta muerte sirva como un punto de inflexión en el trato que el país hace de la violencia contra las mujeres.

Sin embargo, el Sunday' Hindustan Times informaba de que más de 20 mujeres fueron violadas en Nueva Delhi desde el 16 de diciembre y la agencia de noticias Press Trust of India informó de otra supuesta violación colectiva y muerte ocurrida este domingo en el estado de Bengala Occidental.

Los manifestantes y los medios indios exigieron al gobierno la presentación de medidas para hacer más seguro el país para las mujeres, al mismo tiempo que se reflexionaba sobre cómo luchar contra los prejuicios y la misoginia en la sociedad india.

Las propuestas iniciales del gobierno indio incluyen un registro público de los agresores sexuales y la castración química (utilización de medicamentos para suprimir los impulsos sexuales) de los violadores condenados.

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