Ferguson ahorra esfuerzos y el Manchester United no lo acusa

Manchester, AFP
Los 'diablos rojos' se impusieron al West Brom sin el lesionado Rooney y con Van Persie y Chicharito en el banquillo. Un autogol de McAuley y un tanto del holandés, decidieron.
Manchester United: De Gea; Smalling, Evans, Vidic, Evra; Valencia, Carrick, Cleveley (Scholes, m. 82), Young; Kagawa (Van Persie, m. 65) y Welbeck.

West Bromwich Albion: Foster; Jones, McAuley, Tamas; Ridgewell; Brunt (Morrison, m. 75), Thome, Dorrans (Fortune, Rosenberg (Lukaku, m.67); Long y Odemwingie.

Goles: 1-0, m. 8: McAuley, en propia puerta. 2-0, m. 89: Van Persie, con la izquierda.

Árbitro: Moss. Amonestó a Valencia.

Incidencias: Old Trafford.

El Manchester United continúa imparable en la Premier League, aunque no acompañase con el buen juego su triunfo ante el West Bromwich Albion. Un autogol de McAuley, a los ocho minutos, marcó un choque en el que Alex Ferguson arriesgó mucho, al dejar de salida en el banquillo a Van Persie y a Chicharito Hernández pese a que no podía contar con el lesionado Rooney, baja para las próximas tres semanas.

El United acertó prácticamente en su primera ocasión. Un centro de Young desde la izquierda fue desafortunadamente interceptado por McAuley a la red de la meta defendida por Foster. Sin embargo, apenas hubo reacción del equipo Steve Clark, que nunca le ha ganado al United en la Premier League (diez derrotas y dos empates hasta este choque).

Los de Ferguson, bajo la batuta de Kagawa, que volvía tras una lesión de dos meses lesionado, gobernaron el encuentro y desperdiciaron ocasiones, pero dejaron pasar los minutos sin pensar que su adversario, poco a poco, iría ganando en confianza hasta apretar de verdad al final al próximo enemigo del Madrid en Champions.

De hecho, el United recurrió a Van Persie en la última media hora. El holandés perdería una gran ocasión a ocho minutos del final, poco después de que McAuley estrellara un cabezazo en el marco de De Gea, en jugada previamente invalidada. En aquellos momentos el West Brom, que ya contaba con Lukaku, suplente de salida, dejaba muchos huecos atrás, que no fueron aprovechados por los diablos rojos, hasta que Van Persie, con un fantástico izquierdazo, cerró el duelo y mantuvo al United con la envidiable ventaja de siete puntos sobre el City que se embolsó en el Boxing Day.

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