El PSOE se aleja del PSC por su ambigüedad ante la consulta soberanista
“Diremos que no, siempre, a un referéndum en Cataluña”, insiste la dirección federal ante la ambigüedad de Navarro
El entorno de Rubalcaba dice que no fue informado
Vera Gutiérrez Calvo / Pere Ríos
Madrid / Barcelona, El País
El PSOE y el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) —que representa a los socialistas en esa comunidad autónoma— ya sabían desde hacía tres meses que mantenían una seria “discrepancia”. Lo sabían y lo admitían en público con tranquilidad: el PSC abrazó en septiembre el “derecho a decidir” (aunque subrayando que debe ejercerse legalmente) y el PSOE rechaza de plano que los catalanes tengan ese derecho al margen del resto de españoles. Esa “discrepancia” no ha puesto en riesgo en ningún momento la relación entre ambos.
Pero esta semana los socialistas de Cataluña han dado un paso más: su primer secretario, Pere Navarro, anunció el jueves inesperadamente, en el debate de investidura de Mas, que su partido no pondrá “palos en las ruedas” del plan soberanista proyectado por CiU y ERC. Lo que se traduce en que se abstendrá en “todas las votaciones” que tengan que ver con eso —no solo con la consulta sino con las “estructuras de Estado” que el presidente Mas quiere ir creando— durante la legislatura. El PSC sigue estando en contra de que la Generalitat cometa ilegalidades, pero no votará en contra cuando se sometan a votación (si eso llega a darse). Ese anuncio ensanchó de golpe la “discrepancia” con el PSOE y ayer el foco se dirigió a la dirección federal.
“El PSOE está en contra de ese referéndum, que no solo sería ilegal sino desastroso. Trabajaremos por el diálogo, pero hay posiciones de las que el PSOE no se va a mover. Diremos que no, en todo caso y siempre, a un referéndum en el que se plantee la separación de Cataluña del resto de España”, dijo la número dos del PSOE, Elena Valenciano, con un tono que sonó más tajante que nunca. Preguntada por si Navarro les había explicado su decisión, contestó: “Ellos conocen nuestra posición, nosotros conocemos la suya. No, no nos lo han consultado”.
Fuentes cercanas al secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguran que el PSC no le adelantó nada y que eso ha generado “cierto malestar”. “Es verdad que hace unos días el PSC nos habló de que, ante una propuesta de ley sobre la consulta, ellos querrían abstenerse. Pero esto no es una votación de una ley, esto es todo el proceso soberanista. Esto no lo sabíamos”, afirman estas fuentes. Aun así, siguen restando importancia a la discrepancia y subrayan que no es nueva: “Esto es un tema suyo [del PSC]. Nosotros, cuando nos pregunten, seguiremos diciendo que estamos en contra. Y en lo principal coincidimos: rechazamos la independencia”.
La decisión de abstenerse en todo lo referido al plan soberanista es una idea a la que el PSC daba vueltas desde hacía semanas y que considera coherente con sus planteamientos. Fuentes de la dirección de los socialistas catalanes aseguran que así se lo hicieron llegar a Rubalcaba, aunque admiten que Navarro no llegó a comunicarle que realizaría ese anunció de manera taxativa en el debate. Los propios diputados del PSC tampoco lo supieron hasta apenas una hora antes de que Navarro subiera a la tribuna.
Un dirigente del PSC explica que pretenden acabar con “la incertidumbre” que se producirá esta legislatura, en la que habrá más resoluciones e iniciativas para hacer posible la hoja de ruta de CiU y ERC. Algunos diputados socialistas catalanes creen que, si el PSC defiende el derecho a decidir, no puede negarse a votar otros acuerdos que busquen más consensos, como parece intuirse que ocurrirá por el discurso de Mas.
Otro conflicto puede abrirse si alguna resolución llega a someterse a votación en el Congreso. El protocolo que hace meses empezaron a negociar PSOE y PSC sobre la posibilidad de que los diputados socialistas catalanes pudieran saltarse la disciplina de voto en determinadas votaciones está “parado”, dicen fuentes de la federal.
No lo atribuyen a las “discrepancias” de este momento, pero insisten: está “más que parado”.
El entorno de Rubalcaba dice que no fue informado
Vera Gutiérrez Calvo / Pere Ríos
Madrid / Barcelona, El País
El PSOE y el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) —que representa a los socialistas en esa comunidad autónoma— ya sabían desde hacía tres meses que mantenían una seria “discrepancia”. Lo sabían y lo admitían en público con tranquilidad: el PSC abrazó en septiembre el “derecho a decidir” (aunque subrayando que debe ejercerse legalmente) y el PSOE rechaza de plano que los catalanes tengan ese derecho al margen del resto de españoles. Esa “discrepancia” no ha puesto en riesgo en ningún momento la relación entre ambos.
Pero esta semana los socialistas de Cataluña han dado un paso más: su primer secretario, Pere Navarro, anunció el jueves inesperadamente, en el debate de investidura de Mas, que su partido no pondrá “palos en las ruedas” del plan soberanista proyectado por CiU y ERC. Lo que se traduce en que se abstendrá en “todas las votaciones” que tengan que ver con eso —no solo con la consulta sino con las “estructuras de Estado” que el presidente Mas quiere ir creando— durante la legislatura. El PSC sigue estando en contra de que la Generalitat cometa ilegalidades, pero no votará en contra cuando se sometan a votación (si eso llega a darse). Ese anuncio ensanchó de golpe la “discrepancia” con el PSOE y ayer el foco se dirigió a la dirección federal.
“El PSOE está en contra de ese referéndum, que no solo sería ilegal sino desastroso. Trabajaremos por el diálogo, pero hay posiciones de las que el PSOE no se va a mover. Diremos que no, en todo caso y siempre, a un referéndum en el que se plantee la separación de Cataluña del resto de España”, dijo la número dos del PSOE, Elena Valenciano, con un tono que sonó más tajante que nunca. Preguntada por si Navarro les había explicado su decisión, contestó: “Ellos conocen nuestra posición, nosotros conocemos la suya. No, no nos lo han consultado”.
Fuentes cercanas al secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguran que el PSC no le adelantó nada y que eso ha generado “cierto malestar”. “Es verdad que hace unos días el PSC nos habló de que, ante una propuesta de ley sobre la consulta, ellos querrían abstenerse. Pero esto no es una votación de una ley, esto es todo el proceso soberanista. Esto no lo sabíamos”, afirman estas fuentes. Aun así, siguen restando importancia a la discrepancia y subrayan que no es nueva: “Esto es un tema suyo [del PSC]. Nosotros, cuando nos pregunten, seguiremos diciendo que estamos en contra. Y en lo principal coincidimos: rechazamos la independencia”.
La decisión de abstenerse en todo lo referido al plan soberanista es una idea a la que el PSC daba vueltas desde hacía semanas y que considera coherente con sus planteamientos. Fuentes de la dirección de los socialistas catalanes aseguran que así se lo hicieron llegar a Rubalcaba, aunque admiten que Navarro no llegó a comunicarle que realizaría ese anunció de manera taxativa en el debate. Los propios diputados del PSC tampoco lo supieron hasta apenas una hora antes de que Navarro subiera a la tribuna.
Un dirigente del PSC explica que pretenden acabar con “la incertidumbre” que se producirá esta legislatura, en la que habrá más resoluciones e iniciativas para hacer posible la hoja de ruta de CiU y ERC. Algunos diputados socialistas catalanes creen que, si el PSC defiende el derecho a decidir, no puede negarse a votar otros acuerdos que busquen más consensos, como parece intuirse que ocurrirá por el discurso de Mas.
Otro conflicto puede abrirse si alguna resolución llega a someterse a votación en el Congreso. El protocolo que hace meses empezaron a negociar PSOE y PSC sobre la posibilidad de que los diputados socialistas catalanes pudieran saltarse la disciplina de voto en determinadas votaciones está “parado”, dicen fuentes de la federal.
No lo atribuyen a las “discrepancias” de este momento, pero insisten: está “más que parado”.