El número de bajas en las filas de la OTAN en Afganistán ha caído un 38% en 2012
El número de bajas en las filas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en Afganistán ha caído un 38 por ciento en 2012, según ha revelado este lunes la misión de la OTAN en el país asiático. No obstante, este año se ha producido un incremento del número de ataques internos obra de soldados o policías afganos.
En total, 347 efectivos de la ISAF han muerto este año que acaba, frente a los 566 que perdieron la vida en 2011, según los datos dados a conocer por la misión aliada a la agencia de noticias afganas Pajhwok, que los había solicitado. El número de bajas incluye a fallecidos por heridas no sufridas en el campo de batalla.
La ISAF ha atribuido el descenso en las bajas a las crecientes capacidades de las fuerzas afganas, que han ido asumiendo la seguridad en algunas zonas del país, permitiendo el repliegue de los efectivos aliados. El repliegue completo está previsto para finales de 2014.
Según la agencia afgana, el balance no coincide con el ofrecido por la web 'www.Icasualties.org', que hace un seguimiento de las bajas de la ISAF en Afganistán y contabiliza a los soldados muertos fuera del país asiático. De acuerdo con esta web, en 2012 han perdido la vida 405 soldados extranjeros, de los que 309 son estadounidenses, 44 británicos y 52 de otros países.
El mes de agosto ha sido el más mortífero para las tropas extranjeras en Afganistán, ya que hubo 52 bajas. En los algo más de once años que dura la misión, que comenzó en el otoño de 2001, un total de 3.252 soldados extranjeros han perdido la vida, incluidos 2.173 estadounidenses y 438 británicos, según los datos que recoge la citada web.
ATAQUES INTERNOS
Por otra parte, en 2012 se ha producido un incremento de los ataques internos contra las fuerzas internacionales, es decir, de aquellos perpetrados por policías o soldados afganos a los que las tropas de la OTAN entrenan o con los que patrullan.
Así, según el dato ofrecido por la ISAF a Pajhwok, un total de 61 soldados de la OTAN y de países aliados han perdido la vida en este tipo de ataques, "sin contar el contratista civil estadounidense muerto en 24 de diciembre, que este incidente se está investigando".
"Reconocemos que los ataques internos suponen una amenaza para las fuerzas afganas y de la coalición y nos los tomamos muy en serio", ha asegurado la misión de la OTAN.
La ISAF y el Gobierno afgano han adoptado una serie de medidas para reducir el riesgo de este tipo de ataques como mejorar el sistema de selección de los reclutas y aumentar la contrainteligencia, así como una mayor concienciación social, ha añadido la fuerza aliada.
