El ministro de Exteriores de Israel subraya que no está "obligado" a dimitir tras su imputación

Jerusalén, EP
El ministro de Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, ha aclarado que no está "obligado" a dimitir tras ser imputado este jueves por fraude y abuso de confianza en el marco de una investigación por corrupción iniciada hace doce años y de la que finalmente se han caído los cargos más graves.


"Según el asesoramiento legal que he recibido, no estoy obligado a dimitir", ha declarado Lieberman, quien no obstante ha dejado abierta todas las posibilidades. Tomará la decisión final tras estudiar con detenimiento y con sus abogados las imputaciones conocidas este jueves.

"Estoy seguro de que al final tomaré la decisión correcta", ha explicado el jefe de la diplomacia israelí, en declaraciones recogidas por la prensa local.

Lieberman cuenta con el respaldo del jefe de Gobierno, Benjamin Netanyahu, que en su primera reacción a las acusaciones ha felicitado al ministro por quedar absuelto de cargos graves de corrupción. Netanyahu ha confiado en que Lieberman "demostrará su inocencia", aunque ha dicho "respetar" las decisiones y el curso de la Justicia.

El fiscal general israelí, Yehuda Weinstein, investigaba a Lieberman bajo la sospecha de que recibió millones de dólares de magnates de otros países como Martin Schlaff y Mijail Chernoy a través de empresas extranjeras mientras ejerció cargos públicos entre 2001 y 2008.

Finalmente, el fiscal ha anunciado que solo imputará a Lieberman por trabajar presuntamente para promover al exembajador en Bielorrusia Zeev Ben Aryeh sin informar de que éste le había dado información sobre una investigación en su contra que se estaba llevando a cabo en la antigua república soviética. Estos hechos se remontan a 2008.

El pasado 8 de noviembre la oficina del fiscal general había prometido que Weinstein tomaría una decisión sobre la causa contra el ministro en el plazo de un mes y antes de las elecciones generales del próximo 22 de enero.

Según el diario 'Haaretz', la Ley Básica sobre el Gobierno estipula que no pueden ser designados para cargos personas que hayan sido acusadas de determinados delitos, pero en el caso de Lieberman ya es ministro.

Hasta ahora, los tribunales han dictaminado que si un ministro es imputado por lo que se consideran "delitos graves" debería dimitir o ser destituido por el primer ministro. Sin embargo, no está claro qué se consideran delitos graves, aunque el diario cree que abuso de confianza no figuraría entre ellos.

Lieberman se había comprometido públicamente a dimitir si era imputado, pero lo hizo en referencia contra la causa principal que se investigaba, no en relación con el caso Ben-Aryeh.

No obstante, el 'Jerusalem Post' considera que todavía podría tener que dimitir como ministro de Exteriores, sobre todo si se determinara que hubo comportamiento inmoral. En el caso de que dimitiera, añade el diario, probablemente no habría impedimentos legales para que volviera a ser designado ministro en el futuro Gobierno.

Ben-Aryeh fue condenado el pasado mes de mayo por mostrar al ministro material de investigación en 1998 contra Lieberman que el diplomático recibió en su calidad de embajador.

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