Confesiones de Romero engalanaron su primer informe anual como ministro de Gobierno
La Paz, ANF
Un Carlos Romero diferente, más suelto y bromista, se pudo observar este sábado en su primer informe de gestión como ministro de Gobierno, donde las confesiones y pormenores de los diferentes operativos que desplegó la Policía Boliviana a lo largo de este año mostraron el diferente matiz que Romero quiere implantar en esta cartera de Estado.
Y todo inicia a principios de este año, cuando el presidente Evo Morales determinó designar a uno de los hombres fuertes de su Gabinete al cargo de la cartera de Gobierno. Romero, quien ya había pisado el Ministerio de Autonomías y de la Presidencia, ahora se hacía cargo de una entidad que antiguamente era dirigida por personas con un perfil más “policiaco y represor”, a criterio del ahora ministro.
“Me llaman y me dicen que debía asumir el Ministerio de Gobierno, yo digo que no, que nunca, que no se qué, que aunque me torturen que no voy a asumir el Ministerio de Gobierno y luego me hablan el canciller, el vicepresidente y una y otra vez yo dije que no”, contó.
Al fin de cuentas, terminó por aceptar la designación luego de que el presidente le aceptara su propuesta de darle “otro perfil” al Ministerio de Gobierno y tras haber pospuesto en dos ocasiones la designación de ministros que generalmente se realiza el 22 de enero de cada año.
Una de las primeras observaciones que hizo fue el bajo salario que perciben los servidores públicos en esta entidad, pese al recargado trabajo y la gestión de “buenos” resultados que se lograron a lo largo de este año. “El Gobierno paga muy mal los salarios, lamentablemente los salarios están mal”, dijo.
Fruto de ese trabajo, dio a conocer, se logró la resolución de los varios conflictos que, confesó, incluso no incumbían a esta cartera de Estado. Las movilizaciones de los médicos por la defensa de las seis horas laborales, la pelea entre mineros en Colquiri, el motín policial, los avasallamientos en Mallku Khota y otros conflictos fueron aquellos problemas, ya resueltos, que en su momento pusieron en alerta al Gobierno.
“A veces declaramos cuarto intermedio de 15 minutos en sala y nos retiramos nosotros esperando que entre ellos empiecen a hablar, digamos cooperativistas y trabajadores porque estaban muy polarizados y empezaron a hablarse y dejamos ahí un espía que nos vaya comentando, y nos decía que ‘están hablando y conversando’ y volvíamos del cuarto intermedio y nos reñían, impuntuales”, declaró, respecto a los diálogos “maratónicos” que tuvo con los mineros de Colquiri.
Carencias que aún faltan superar en este Ministerio son, por ejemplo, la falta de infraestructura en las provincias para la Policía Boliviana. No obstante, este año se trabajó, por ejemplo, en la dotación de equipos, entre ellos, motocicletas, pistolas, computadoras, entre otros por la suma de 14 millones de bolivianos, detalló.
Una de las implementaciones novedosas que se hará el próximo año es la instalación de cámaras de seguridad en la ciudad de Santa Cruz, cuyo financiamiento, dio a conocer Romero, fue una “desviación de una donación que había para el Palacio de una empresa China” y a la que se accedió cuando el presidente Morales se encontraba de "buen humor" tras un partido de fútbol.
Dijo además que por presión de la prensa, tuvo que anunciar la instalación de una base policial en la población de San Germán en Santa Cruz, luego de haber sido declarada como zona roja del narcotráfico.
Otra anécdota que tuvo fue cuando la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, el gobernador de La Paz, César Cocarico, y el senador Eugenio Rojas (MAS) fueron retenidos por los ponchos rojos en una pasarela de la ciudad de El Alto, tras el conflicto desatado por la decisión de intervenir la Empresa Rural Eléctrica de La Paz (EMPRELPAZ).
“Nos llamó Teresa (Morales) y nos dice: ‘estoy en una pasarela hay miles de personas ahí abajo y hay cámaras que nos están filmando y qué hacemos’, y yo le dije: ‘bueno tu última oportunidad de estar en una pasarela ¿por qué no modelas?’ le dije para ayudar a distensionar también”, expresó Romero en medio de risas de los periodistas presentes.
En ese ambiente es que se llevó adelante las casi dos horas de informe anual que brindó la autoridad, en la que destacó, además, la “soberanía” que se tiene en la lucha contra el narcotráfico, el combate a la delincuencia, las dotaciones “históricas” para la Policía, las Cumbres de Seguridad Ciudadana y otros.
Un Carlos Romero diferente, más suelto y bromista, se pudo observar este sábado en su primer informe de gestión como ministro de Gobierno, donde las confesiones y pormenores de los diferentes operativos que desplegó la Policía Boliviana a lo largo de este año mostraron el diferente matiz que Romero quiere implantar en esta cartera de Estado.
Y todo inicia a principios de este año, cuando el presidente Evo Morales determinó designar a uno de los hombres fuertes de su Gabinete al cargo de la cartera de Gobierno. Romero, quien ya había pisado el Ministerio de Autonomías y de la Presidencia, ahora se hacía cargo de una entidad que antiguamente era dirigida por personas con un perfil más “policiaco y represor”, a criterio del ahora ministro.
“Me llaman y me dicen que debía asumir el Ministerio de Gobierno, yo digo que no, que nunca, que no se qué, que aunque me torturen que no voy a asumir el Ministerio de Gobierno y luego me hablan el canciller, el vicepresidente y una y otra vez yo dije que no”, contó.
Al fin de cuentas, terminó por aceptar la designación luego de que el presidente le aceptara su propuesta de darle “otro perfil” al Ministerio de Gobierno y tras haber pospuesto en dos ocasiones la designación de ministros que generalmente se realiza el 22 de enero de cada año.
Una de las primeras observaciones que hizo fue el bajo salario que perciben los servidores públicos en esta entidad, pese al recargado trabajo y la gestión de “buenos” resultados que se lograron a lo largo de este año. “El Gobierno paga muy mal los salarios, lamentablemente los salarios están mal”, dijo.
Fruto de ese trabajo, dio a conocer, se logró la resolución de los varios conflictos que, confesó, incluso no incumbían a esta cartera de Estado. Las movilizaciones de los médicos por la defensa de las seis horas laborales, la pelea entre mineros en Colquiri, el motín policial, los avasallamientos en Mallku Khota y otros conflictos fueron aquellos problemas, ya resueltos, que en su momento pusieron en alerta al Gobierno.
“A veces declaramos cuarto intermedio de 15 minutos en sala y nos retiramos nosotros esperando que entre ellos empiecen a hablar, digamos cooperativistas y trabajadores porque estaban muy polarizados y empezaron a hablarse y dejamos ahí un espía que nos vaya comentando, y nos decía que ‘están hablando y conversando’ y volvíamos del cuarto intermedio y nos reñían, impuntuales”, declaró, respecto a los diálogos “maratónicos” que tuvo con los mineros de Colquiri.
Carencias que aún faltan superar en este Ministerio son, por ejemplo, la falta de infraestructura en las provincias para la Policía Boliviana. No obstante, este año se trabajó, por ejemplo, en la dotación de equipos, entre ellos, motocicletas, pistolas, computadoras, entre otros por la suma de 14 millones de bolivianos, detalló.
Una de las implementaciones novedosas que se hará el próximo año es la instalación de cámaras de seguridad en la ciudad de Santa Cruz, cuyo financiamiento, dio a conocer Romero, fue una “desviación de una donación que había para el Palacio de una empresa China” y a la que se accedió cuando el presidente Morales se encontraba de "buen humor" tras un partido de fútbol.
Dijo además que por presión de la prensa, tuvo que anunciar la instalación de una base policial en la población de San Germán en Santa Cruz, luego de haber sido declarada como zona roja del narcotráfico.
Otra anécdota que tuvo fue cuando la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, el gobernador de La Paz, César Cocarico, y el senador Eugenio Rojas (MAS) fueron retenidos por los ponchos rojos en una pasarela de la ciudad de El Alto, tras el conflicto desatado por la decisión de intervenir la Empresa Rural Eléctrica de La Paz (EMPRELPAZ).
“Nos llamó Teresa (Morales) y nos dice: ‘estoy en una pasarela hay miles de personas ahí abajo y hay cámaras que nos están filmando y qué hacemos’, y yo le dije: ‘bueno tu última oportunidad de estar en una pasarela ¿por qué no modelas?’ le dije para ayudar a distensionar también”, expresó Romero en medio de risas de los periodistas presentes.
En ese ambiente es que se llevó adelante las casi dos horas de informe anual que brindó la autoridad, en la que destacó, además, la “soberanía” que se tiene en la lucha contra el narcotráfico, el combate a la delincuencia, las dotaciones “históricas” para la Policía, las Cumbres de Seguridad Ciudadana y otros.