China endurece el acceso a Internet

Los usuarios estarán obligados a identificarse con sus nombres reales ante los proveedores de líneas fijas de teléfono y móvil

Pekín, Agencias
Pekín continúa estrechando el cerco sobre la Red. Hoy ha aprobado una ley que dificulta el acceso a Internet al obligar a que cada usuario tenga que identificarse con su nombre real si quiere contratar una línea de teléfono fija o móvil y ante los proveedores del servicio de Internet.


El objetivo de esta normativa es “garantizar la seguridad de la información y salvaguardar los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos”, informa la agencia estatal de noticias china, Xinhua. Sin embargo, los críticos ven en esta maniobra una nueva forma de censura por parte de Pekín, así como una muestra de que el nuevo Gobierno, renovado en noviembre, percibe Internet como una amenaza.

Esta legislación exige que los proveedores de servicio “corten la transmisión de información ilegal en cuanto sea detectada”. Además, podrán borrar la información y registrarla “antes de informar a las autoridades”, indica el texto. La principal compañía china de Internet, Sina Corp, ya advirtió a principios de este año, informa la BBC, de que tales medidas podrían “reducir sustancialmente” el tráfico de su popular Weibo, la versión china de Twitter que, al igual que Facebook y Youtube, está vetado en China.

La censura y el miedo del régimen a la libertad de expresión llega al punto de bloquear, como ocurrió en enero, la palabra Egipto en varias de estas plataformas debido a la efervescencia política de la primavera árabe. Pero igual que proliferan las prohibiciones, surgen, entre los internautas, métodos para burlarlas, como el uso de ingeniosos códigos encriptados.

Pese a todo, cientos de millones de chinos utilizan a diario estas redes sociales para expresarse. La nueva normativa ha encontrado ya el rechazo de los usuarios. “Así que ahora hacen que Weibo ayude a guardar los archivos e informar a las autoridades. ¿Es esta la libertad de expresión que se nos promete en la Constitución?, se quejaba ayer uno de ellos en Weibo, como recoge Reuters.

Las autoridades chinas cuentan desde hace años con un sofisticado sistema de vigilancia de la red, conocido como la Gran Muralla China, con el que bloquean el acceso a contenidos críticos con el régimen o sobre derechos humanos, así como a informaciones que afectan a las élites políticas. La última exhibición censora se produjo en noviembre, justo antes del Congreso del Partido Comunista Chino donde se elige a los nuevos líderes del país. Entonces, el diario estadounidense The New York Times destapó una trama de corrupción que afectaba al entonces primer ministro, Wen Jiabao. Automáticamente, las versiones online del diario en inglés y chino fueron bloqueadas.

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