Brasil: Arrecian exigencias para investigar a Lula
Sao Paulo, AP
Las autoridades están bajo una creciente presión para que abran una investigación al popular ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en medio de nuevas acusaciones según las cuales tuvo conocimiento de una serie de sobornos a legisladores a cambio de sus votos, un escándalo que derivó ya en que se declarara culpables a 25 personas, incluido su ex jefe de gabinete.
Lula, quien dejó el cargo en 2010 con un índice de aprobación del 87% en las encuestas y que llegó a ser considerado "el político más popular del mundo" por el presidente estadounidense Barack Obama, ha eludido hasta ahora las acusaciones. Niega haber cometido actos indebidos en lo que se considera el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil.
Pero ahora, los editoriales de los diarios, los políticos de oposición y algunos ciudadanos comunes manifiestan su deseo de que el Ministerio de Justicia ordene una pesquisa sobre las acusaciones lanzadas por un protagonista del escándalo, quien dijo que Lula aprobó el plan de corruptelas e incluso utilizó dinero de los sobornos cuando estaba en el cargo.
"Es una figura muy poderosa en Brasil. ¿Me quieren decir que todo esto ocurrió frente a sus narices sin que lo supiera?", preguntó Debora Barreto, trabajadora bancaria de 30 años, mientras miraba los aparadores de algunas tiendas en el centro de Sao Paulo. "Es importante que esto se investigue; hay demasiado dinero y poder involucrados".
A favor de Lula está su popularidad. Las encuestas indican que ganaría los comicios si se postulara de nuevo para la presidencia en 2014. Además, el ex mandatario se beneficiaría de la poca credibilidad de su acusador, el empresario Marcos Valerio, sentenciado a más de 40 años de prisión y multado con 1,3 millones de dólares, luego que la Corte Suprema lo consideró el "operador" de la trama que dio dinero a los legisladores a cambio de su apoyo a las políticas de Lula después de que asumió el cargo en 2003.
"Lo que más me impresiona es cómo una persona que fue declarada culpable y sentenciada... de pronto y en un acto de desesperación para reducir su condena se vuelve una persona creíble", dijo Gilberto Carvalho, secretario de la actual mandataria Dilma Rousseff, discípula de Lula. "Lo que este hombre ha revelado respecto del ex presidente Lula impresiona por su falsedad".
Los fiscales federales serían los encargados de abrir cualquier investigación sobre el ex presidente.
Una vocera del Ministerio de Justicia dijo que no se emitirían comentarios sobre las nuevas acusaciones contra Lula, sino hasta que la Corte Suprema concluya todo el proceso por corrupción que involucró a 37 sospechosos. Ello podría ocurrir esta misma semana.
El escándalo se bautizó en Brasil como "mensalao", en referencia a los grandes pagos mensuales de hasta 10.000 dólares a los políticos. Salió a la luz en 2005, cuando Lula estaba en funciones. El caso ha dañado muy poco la reputación de Lula, que terminó su gestión tras dos periodos de 4 años, el 1 de enero de 2011, con el aura casi mítica de ser el primer presidente surgido de la clase trabajadora, cuyas políticas sacaron de la pobreza a millones de personas.
Junto con Valerio, la Corte Suprema declaró culpable el mes pasado al otrora poderoso jefe de gabinete José Dirceu, por asociación ilícita y por encabezar la confabulación para la compra de votos en el Congreso. Se le sentenció a casi 11 años de prisión. Veintidós personas más, incluidos políticos, asesores y banqueros, fueron declaradas culpables de varios cargos. Otros 12 acusados fueron absueltos.
Las nuevas acusaciones a Lula representan la primera vez que uno de los involucrados en el juicio histórico dice a los fiscales que el ex mandatario participó en el complot.
Pero Valerio no esgrimió esas acusaciones sino hasta después de que se le declaró culpable. El momento en que surgieron sus declaraciones ha llevado a que Lula y sus simpatizantes, incluida Rousseff, consideren como una "mentira" el testimonio que dio Valerio ante los fiscales federales en septiembre, y del que se tuvo conocimiento esta semana por un reporte del diario Estado de S. Paulo, que obtuvo una copia del testimonio.
Alexandre Barros, del grupo analista de riesgos políticos Early Warning en Brasilia, dijo que el impacto de las acusaciones nuevas "será muy pequeño y fugaz", porque Valerio "ha sido el mayor bandido, sin credibilidad de ningún tipo".
Pero los cargos han llevado a que algunos medios en Brasil pidan una pronta investigación.
"Las acusaciones más recientes podrían resumirse como el resultado de la desesperación de un sentenciado", dijo el diario Folha de S. Paulo en un editorial publicado el miércoles. "Pero no hay duda de que deben investigarse con la mayor atención".
Las autoridades están bajo una creciente presión para que abran una investigación al popular ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en medio de nuevas acusaciones según las cuales tuvo conocimiento de una serie de sobornos a legisladores a cambio de sus votos, un escándalo que derivó ya en que se declarara culpables a 25 personas, incluido su ex jefe de gabinete.
Lula, quien dejó el cargo en 2010 con un índice de aprobación del 87% en las encuestas y que llegó a ser considerado "el político más popular del mundo" por el presidente estadounidense Barack Obama, ha eludido hasta ahora las acusaciones. Niega haber cometido actos indebidos en lo que se considera el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil.
Pero ahora, los editoriales de los diarios, los políticos de oposición y algunos ciudadanos comunes manifiestan su deseo de que el Ministerio de Justicia ordene una pesquisa sobre las acusaciones lanzadas por un protagonista del escándalo, quien dijo que Lula aprobó el plan de corruptelas e incluso utilizó dinero de los sobornos cuando estaba en el cargo.
"Es una figura muy poderosa en Brasil. ¿Me quieren decir que todo esto ocurrió frente a sus narices sin que lo supiera?", preguntó Debora Barreto, trabajadora bancaria de 30 años, mientras miraba los aparadores de algunas tiendas en el centro de Sao Paulo. "Es importante que esto se investigue; hay demasiado dinero y poder involucrados".
A favor de Lula está su popularidad. Las encuestas indican que ganaría los comicios si se postulara de nuevo para la presidencia en 2014. Además, el ex mandatario se beneficiaría de la poca credibilidad de su acusador, el empresario Marcos Valerio, sentenciado a más de 40 años de prisión y multado con 1,3 millones de dólares, luego que la Corte Suprema lo consideró el "operador" de la trama que dio dinero a los legisladores a cambio de su apoyo a las políticas de Lula después de que asumió el cargo en 2003.
"Lo que más me impresiona es cómo una persona que fue declarada culpable y sentenciada... de pronto y en un acto de desesperación para reducir su condena se vuelve una persona creíble", dijo Gilberto Carvalho, secretario de la actual mandataria Dilma Rousseff, discípula de Lula. "Lo que este hombre ha revelado respecto del ex presidente Lula impresiona por su falsedad".
Los fiscales federales serían los encargados de abrir cualquier investigación sobre el ex presidente.
Una vocera del Ministerio de Justicia dijo que no se emitirían comentarios sobre las nuevas acusaciones contra Lula, sino hasta que la Corte Suprema concluya todo el proceso por corrupción que involucró a 37 sospechosos. Ello podría ocurrir esta misma semana.
El escándalo se bautizó en Brasil como "mensalao", en referencia a los grandes pagos mensuales de hasta 10.000 dólares a los políticos. Salió a la luz en 2005, cuando Lula estaba en funciones. El caso ha dañado muy poco la reputación de Lula, que terminó su gestión tras dos periodos de 4 años, el 1 de enero de 2011, con el aura casi mítica de ser el primer presidente surgido de la clase trabajadora, cuyas políticas sacaron de la pobreza a millones de personas.
Junto con Valerio, la Corte Suprema declaró culpable el mes pasado al otrora poderoso jefe de gabinete José Dirceu, por asociación ilícita y por encabezar la confabulación para la compra de votos en el Congreso. Se le sentenció a casi 11 años de prisión. Veintidós personas más, incluidos políticos, asesores y banqueros, fueron declaradas culpables de varios cargos. Otros 12 acusados fueron absueltos.
Las nuevas acusaciones a Lula representan la primera vez que uno de los involucrados en el juicio histórico dice a los fiscales que el ex mandatario participó en el complot.
Pero Valerio no esgrimió esas acusaciones sino hasta después de que se le declaró culpable. El momento en que surgieron sus declaraciones ha llevado a que Lula y sus simpatizantes, incluida Rousseff, consideren como una "mentira" el testimonio que dio Valerio ante los fiscales federales en septiembre, y del que se tuvo conocimiento esta semana por un reporte del diario Estado de S. Paulo, que obtuvo una copia del testimonio.
Alexandre Barros, del grupo analista de riesgos políticos Early Warning en Brasilia, dijo que el impacto de las acusaciones nuevas "será muy pequeño y fugaz", porque Valerio "ha sido el mayor bandido, sin credibilidad de ningún tipo".
Pero los cargos han llevado a que algunos medios en Brasil pidan una pronta investigación.
"Las acusaciones más recientes podrían resumirse como el resultado de la desesperación de un sentenciado", dijo el diario Folha de S. Paulo en un editorial publicado el miércoles. "Pero no hay duda de que deben investigarse con la mayor atención".