Asocian el reemplazo de rodilla con el aumento de peso

Nueva York, Reuters
Tener sobrepeso aumenta el riesgo de necesitar un reemplazo de rodilla, pero un nuevo estudio demuestra que la cirugía también puede elevar el riesgo de engordar.


Tras analizar las historias clínicas de casi 1.000 pacientes operados, el equipo halló que el 30 por ciento había engordado un 5 por ciento o más de su peso en los cinco años posteriores a la intervención.

Una explicación sería, para los especialistas, que los pacientes pasaron años adaptándose al dolor con una reducción de la movilidad y no modificarían sus hábitos automáticamente cuando el dolor disminuye.

"Con el reemplazo de rodilla, los pacientes se fortalecen y se mueven mejor, pero ellos no sacarían ventaja de esa mejoría funcional" para ser más activos, dijo Joseph Zeni, profesor de fisioterapia de University of Delaware.

"Pienso que está asociado con el hecho de que no nos ocupamos de que modifiquen las conductas que adoptaron durante el avance de la artritis antes de la cirugía", agregó Zeni, que no participó del estudio.

Cada año, en Estados Unidos, cientos de miles de estadounidenses se realizan un reemplazo de rodilla. El objetivo de la cirugía es aliviar el dolor y aumentar la movilidad de los pacientes, pero el autor principal del estudio, Daniel Riddle, profesor de Virginia Commonwealth University, señaló que con su equipo había observado que los pacientes tendían a engordar después de la operación.

El equipo utilizó un registro de pacientes de la Clínica Mayo de Rochester, MN, con información de 917 pacientes operados. A los cinco años del reemplazo de rodilla, el 30 por ciento había engordado por lo menos el 5 por ciento de su peso corporal al momento de la cirugía. Eso equivale, por ejemplo, a 4,5 kg o más en una persona de 91 kg.

En cambio, menos del 20 por ciento de un grupo control (personas sin operar) engordó casi lo mismo en el mismo período. El equipo escribe en la revista Arthritis Care & Research que esa cantidad de peso puede tener "efectos significativos en el riesgo asociado de desarrollar trastornos cardiovasculares y diabetes, como así también en el dolor y la funcionalidad".

Riddle coincidió en que el sedentarismo previo al reemplazo de rodilla continuaría después de la cirugía. Por eso, consideró importante desarrollar y estudiar intervenciones para adelgazar orientadas al grupo de riesgo de estos pacientes, que suelen ser los de 50 y 60 años y los que adelgazaron antes de la cirugía. En tanto, recomendó que los pacientes conversen con el médico sobre cómo conservar un peso saludable y consultar con un nutricionista y un fisioterapeuta para modificar el estilo de vida.

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