Un hachazo de Soldado rompe la imbatibilidad del Atlético
Valencia, As
El Valencia rompió la imbatibilidad del Atlético de Madrid a base de trabajo y seriedad. No tuvo que desplegar un fútbol de altos vuelos para secar a un rival que no supo reaccionar a tiempo al golazo de Soldado. Hay mucho que valorar en el Valencia y poco que reprochar al Atlético de Madrid. El Valencia, sostenido por el trabajo de ida y vuelta de Gago y la calidad de Roberto Soldado, sacó un valioso triunfo en sus aspiraciones europeas y en su bienestar social. Y al equipo rojiblanco sólo se le puede achacar capacidad de reacción al tanto de Soldado y desacierto en los cambios. Por primera vez al Cholo no le funcionaron las rotaciones. Probó con Emre y Tiago y ambos se marcharon al poco de empezar el segundo tiempo porque el turco no daba salida y el portugués se enclaustró entre los centrales. Reculó con el Cebolla y Raúl García, pero las bombillas del equipo estaban fundidas y se terminó el partido sin dar un gran sobresalto a la portería de Alves. Sí se le puede reprochar a Teixeira Vitienes, el más incorrecto esta noche. Echó a Pellegrino por ¿protestar?, a Ricardo Costa por dos amarillas rigurosas y dejó en nada dos posibles penaltis a Falcao.
Pocos debían desconfiar de inicio de este Atlético de Madrid, que desde el silencio y a golpe de buen fútbol se ha hecho un hueco entre los favoritos en este primer tramo de Liga, pero los más suspicaces se agriaban al ver enfrente a un Valencia en tierra de nadie pero contundente en su plaza (suma ya 13 de los 14 puntos) y escoltado por la historia (ya diez años sin perder ante el Atlético en Liga). A falta de pan buenas eran tortas para un Valencia intranquilo en la zona media de la tabla, a catorce puntos del liderato y con Pellegrino en tierra de nadie, entre la aceptación y la sospecha. Y su colega y compatriota del Atlético, en las antípodas y encima fardando de descaro con Emre y Arda Turan en el once.
El atrevido sistema del Cholo no ocasionó problemas de inicio a la zona de retaguardia gracias a la solidaridad del grupo cuando el Valencia intentó romper las líneas desde el centro del campo. En los primeros minutos ambos conjuntos se estudiaron lo suficiente para darse cuenta de que la zona del medio estaba saturada de hombres y vigilancia por lo que instigar por ahí sólo podía traer imprecisiones. Alguien debía inventar algo diferente y el Valencia se le adelantó a su rival a los veinte minutos de juego. Después del primer aviso del Atlético de Madrid, tras un taconazo de Miranda, que por cierto terminó con Falcao ensangrentado por un pisotón involuntario de Soldado y con posible penalti, Rami se sacó un centro bombeado desde línea de tres cuartos y Soldado, sin dejar caer el balón, se sacó un remate a la media vuelta para mandarla a la escuadra.
Remar a contracorriente era una sensación extraña para el Atlético de Madrid en esta temporada y aunque le costó levantarse del golpe, se irguió con el paso de los minutos aunque sin zarandear a su rival. En el centro del campo se libró una batalla encarnizada por la conquista de centímetros y a Adrián se le iluminó la bombilla desde su costado. El asturiano participó en las pocas ocasiones de peligro y en la más clara Falcao demostró que es humano y se lió al intentar una chilena. Eso fue lo mejor del Atlético porque lo peor fue la escasa participación de los pequeños otomanos. Se echó en falta la soltura a la hora de dar salida al balón y así el Valencia aguantó sin arañazos hasta el descanso. Por cierto, con bronca porque Teixeira Vitienes se empeñó en ser protagonista al expulsar a Pellegrino por reclamar una acción. Lo de expulsar por ‘protestar’ ha llegado a tal punto que hasta el Cholo Simeone protestó la decisión contra su compatriota.
El poco protagonismo de Emre le catapultó a los vestuarios nada más comenzar el segundo acto. Por él entró el Cebolla Rodríguez, que nada más entrar participó en la ocasión más clara del Atlético pero el remate de Falcao se fue por encima del larguero. Sí consiguió despegar Arda Turan tras el descanso. El turco se quitó las cadenas que le ataban al costado diestro dando mayor movilidad y moviendo a sus rivales. Aun así el Atlético no conseguía pisar área rival y el Cholo fulminó de un plumazo toda la sala de maquinas dando entrada a Raúl García y Mario Suárez por Gabi y Tiago. La revolución centrocampista llevó implícito la amenaza del contragolpe y el Valencia, aunque poco a poco se acercaba más a su portería, pudo cerrar el partido con una internada de Gago y un par de lanzamientos lejanos de Guardado.
El partido agonizaba y Compagnucci (segundo del Valencia) no quería sufrir en sus carnes el azote rojiblanco de los últimos minutos por lo que echó mano de Banega para poner la pausa necesaria a un final imprevisible. De hecho lo único predecible esta noche en Mestalla iba a ser el show Teixeira. Sus decisiones siguieron desesperando y lo terminó de rematar con la expulsión de Ricardo Costa con el tiempo cumplido. Pero el equipo valencianista vivió por encima del cántabro y en el descuento pilló en una contra al Atlético y Valdez, con gran clase, batió a Courtois y rompió la imbatibilidad rojiblanca.
Valencia: Diego Alves, Joao Pereira, Rami (Víctor Ruiz, m.64), Ricardo Costa, Cissokho, Gago, Tino Costa, Feghouli, Jonas (Banega, m.82), Guardado y Soldado (Valdez, m.88).
Atlético de Madrid: Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis, Tiago (Mario Suárez, m.71), Gabi (Raúl García, m.67), Emre (Cristián Rodríguez, m.57), Arda, Falcao y Adrián.
Goles. 1-0, m.20: Soldado. 2-0, m.90+: Valdez.