Sampdoria ganó el Clásico de la Linterna ante Genoa
En un partido de la fecha 13 del campeonato italiano de fútbol, disputado en el estadio Ferraris de la ciudad de Génova, Sampdoria se quedó con una nueva edición del Clásico de la Linterna, al vencer por 3 a 1 a Genoa.
Andrea Poli, luego de 16 minutos, puso arriba al ganador y, 20 minutos después, un gol en contra de Césare Bovo aumentó la diferencia. En el complemento, descontó Ciro Immobile pero, en el final, el joven argentino Mauro Icardi fijó la pizarra.
Un triunfo fundamental, porque ahora Sampdoria, a pesar de un punto de penalización, suma 13 y ocupa la catorceava posición, afuera de la zona descenso, mientras que Genoa, con 9 unidades, quedó como solitario colero de la tabla.
El resultado fue correcto, al cabo de un trámite intenso y apasionante: el ganador hizo mejor las cosas ante un rival que mostró graves fallas defensivas y, en realidad, hasta pudo haber cerrado el asunto en la primera etapa.
La crónica: en el comienzo Sampdoria hacía el gasto y Genoa creaba algún peligro con las contras en velocidad de Immobile. Pero un remate torcido de Maresca desde los 20 metros se transformó en asistencia perfecta para Poli quien, en el punto del penal, la paró y remató al gol.
Una vez abierto el marcador, Sampdoria fue realmente muy superior y comenzó a surgir la figura del partido, ese jovencito Mauro Icardi que, con su velocidad, sembró el pánico en la defensa azulgrana.
Icardi pudo aumentar cuando, luego de gambetear al arquero, ingresando por derecha al área, terminó rematando desviado, pero poco después, en una jugada casi en fotocopia, Frey atajó su remate pero Bovo se llevó el rebote por delante y anotó contra su propio arco.
En la segunda etapa, con los ingresos de Bertolacci y sobre todo de Vargas, Genoa mejoró mucho, atacó con furia y descontó con justicia. Vargas fue protagonista, con un remate que, al igual que en el primer tanto, se transformó en asistencia para que Immobile encontrara el gol.
Faltaban cerca de 20 minutos y uno imaginaba un final apasionante, como de hecho fue. Ciro Ferrara adivinó el cambio y dispuso el ingreso de un hombre de orden, el argentino Tissone, en el medio de la cancha. El resultado fue inmediato: Tissone metió la asistencia perfecta para la corrida de Icardi, que esta vez no erró y salió con todo a festejar su primer gol en Serie A.
Así, Sampdoria cortó una mala racha de siete derrotas consecutivas y Ciro Ferrara tomó aire al frente del equipo. En cambio Genoa sufrió su sexta caída al hilo, la quinta desde la llegada de Luigi Del Neri, quien ahora arriesga ser a su vez despedido por el vulcánico presidente Preziosi.
