Obama pide cuatro años más en Ohio

El presidente reivindica su legado y la necesidad de continuarlo en sus últimos mítines antes de las elecciones

Yolanda Monge
Columbus, El País
Con la promesa de “cuidar de los suyos” se despidió el lunes Barack Obama de Ohio, con rumbo a Iowa primero y destino final a la ciudad de Chicago, donde nació como político y donde el martes esperará a saber si regresa a Washington convertido en presidente o en el lame duck que fue incapaz de remontar cuatro años de difícil gestión en la Casa Blanca. We take care of our own (Cuidamos de los nuestros), la canción de Bruce Springsteen elegida por la campaña para abrir y cerrar mítines, resonaba en el interior del centro Nationwide Arena en Columbus, Ohio.


No quedó nadie sentado. Ni cuando saltó al pequeño escenario Springsteen ni cuando lo hizo el presidente. El cantante Jay Z hizo moverse a los asistentes al acto como si la vida les fuera en ello, niños y mayores. “Necesito vuestro voto”, declaró Obama. “Para asegurarme de que se escuchan las voces de los niños, para asegurarme de que vuestras propias voces son oídas”, dijo el presidente, implorando cada voto que pueda extraer de Ohio, el Estado que otorgará a uno de los dos candidatos en liza la llave de la Casa Blanca.

Entre aplausos y gritos de “cuatro años más” el presidente encontraba hueco para seguir con su mensaje. Un mensaje final que reclamaba la ayuda de los ciudadanos para completar su obra. “No podemos flaquear ahora. Ahora es el momento de continuar empujando y seguir adelante”, reclamó Obama de sus futuros votantes.

Muchos de los presentes en el mitin de Columbus ya habían cumplido con la petición de su líder. “Obama nos ha traído hasta aquí, ha hecho posible lo imposible, estábamos en el precipicio y nos salvó de la caída”, aseguraba Jacondra Thompson, explicando que votó el domingo tras soportar casi tres horas de cola.

“Hay que seguir adelante”, proseguía Obama. “Para crear empleos, para traer a las tropas a casa”. Los presentes no necesitaban que les convencieran, ya lo estaban”. “No puedo pensar en este país sin él”, admitía Edgar Welch. “No puedo concebir que haya gente que mañana (por hoy) vaya a votar por un hombre que nos va a devolver cincuenta años atrás”, finalizaba Welch.

Obama reforzaba el argumento anterior e informaba ayer a su audiencia de que “la gente en la cúspide de este país no necesita a otro defensor de los intereses de los poderosos”. “Ya hay quien lo hace”, dijo. “Quien necesita un representante que hable por ellos son aquellos cuyas cartas leo tarde cada noche antes de ir a dormir”, añadió el presidente. “Vosotros”.

El del lunes en Columbus era el mitin número 100 de una larga campaña que empezó hace 17 meses y que concluyó al filo de la media noche con el acto número 101 en Des Moines Iowa, donde Obama inició su ascenso a la Casa Blanca hace cuatro años.

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