Nueva York recobra la normalidad con lentitud

Varias zonas de la ciudad no han conseguido restablecer por entero los servicios de calefacción ni agua caliente
Hay 40.000 personas sin vivienda en la zona metropolitana

Sandro Pozzi
Nueva York, El País
Empieza a hacer frío en el área metropolitana de Nueva York, con la temperatura rondando los cero grados durante la noche. Y eso está colmando la paciencia de miles de vecinos en Manhattan, que aún habiendo recuperado el suministro eléctrico siguen sin calefacción ni agua caliente en casa cuando va a cumplirse una semana del paso de Sandy. Tienen suerte, porque hay quien lo perdió todo en Staten Island, los Rockaway y Long Island. Las autoridades calculan que hay unas 40.000 personas que necesitan vivienda.


Los colegios que tienen luz abrieron sus puertas esta mañana. También abrieron durante el fin de semana los parques públicos. El metro opera al 80% de su capacidad, lo que se traduce en vagones repletos de camino al trabajo. La misma imagen se repite en los autobuses y trenes de cercanías. Es la vuelta a la normalidad en la ciudad de los rascacielos, en las zonas donde se secaron las aguas tras la fuerte crecida que acompañó la tempestad.

Porque Nueva York sigue siendo una ciudad dividida. Las condiciones de vida siguen siendo muy complicadas, por no decir insostenibles, para decenas de miles de personas que vieron sus vidas desplazadas por Sandy y que aún no pueden volver a sus hogares porque es peligroso o porque simplemente no existen. A estos se le suman 1,9 millones de hogares y negocios que siguen sin luz o sin acceso a combustible para calentar sus casas.

La cifra de las 40.000 personas con necesidad de una vivienda la dio el domingo el alcalde Michael Bloomberg. De ese total, la mitad ocupaban una residencia pública, destinada a personas con bajos recursos. La situación puede complicarse aún más para estas personas vulnerables, porque está previsto que este miércoles entre un nuevo frente acompañado de lluvia y más viento. Presión, por tanto, para las autoridades, que pierden paciencia porque es un problema que no se resolverá en días.

Una crisis, por tanto, que no cesa para las víctimas de la gran tormenta y que pone en evidencia que Nueva York no cuenta con un plan para afrontar este tipo de situaciones de emergencia. “Es un problema encontrar viviendas libre”, admitía el propio Bloomberg, mientras aseguraba a los afectados que está haciendo lo posible para que nadie se vea durmiendo en la calle. La idea es reinstalar a los desplazados en hoteles o apartamentos. El total de muertes asciende a 111 en EE UU, 40 en la ciudad de Nueva York, y el principal temor ahora es que podría subir por el frío.

Sandy plantea otro problema, este de cara a las elecciones de mañana martes en EE UU, porque algunos de los colegios electorales están cerrados por falta de luz, porque fueron destruidos o porque están siendo utilizados como centros de acogida. Se calcula que hay cerca de 143.000 electores afectados, que deberán acudir a otro sitio para ejercer su derecho de voto. Nueva York, al igual que Nueva Jersey, es demócrata y en una campaña tan reñida hasta el último voto cuenta. El 68% de los encuestados aprueba la gestión del presidente Barack Obama de la crisis.

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