Lazio se quedó con el derby ante Roma


Roma, Espn
Otra vez más Lazio se quedó con el clásico capitalino, al superar a Roma por 3 a 2: al principio pasaron en ventaja los giallorossi, con un gol de Erik Lamela, pero luego la Loba cayó bajo los golpes de Antonio Candreva, Miroslav Klose y Stefano Mauri. Ceca del final, llegó el descuento de Miralem Pjanic.


Con este triunfo, el Águila mantiene la quinta posición, que ahora ocupa con 22 puntos, mientras que el equipo de Zeman se quedó con 17 unidades un escalón abajo de sus "odiados primos", en sexta plaza.

Viendo el partido, el resultado final y, sobre todo, la alternancia de los goles, resulta imposible no pensar en Parma, match terriblemente condicionado por la lluvia en el que Roma ganaba 1 a 0 con gol de Lamela y luego perdió 3 a 2, descontando sobre el final.

Las cosas fueron muy similares: los giallorossi pasaron en ventaja al noveno minuto con un discutido tanto de Lamela, quien lo empujó claramente a Lulic antes de cabecear al gol. Hay que admitir, pero, que el argentino dio ese empujó para liberarse de un evidente abrazo de su rival que debía ser penalizado con un penalty.

El 1 a 0 le vino bárbaro a Roma, que en una cancha muy difícil y pesada, debido a la lluvia torrencial que inundó la capital italiana, pudo así jugar un poco más a la contra, pudiendo renunciar a su posesión rápida por el piso, casi imposible sobre ese césped.

Sin embargo, esa elección, prácticamente obligada, le dio la chance a Lazio de levantar la cabeza, treparse en la cancha y empezar a poner presión a la defensa adversaria, que con el pasar de los minutos empezó a arriesgar cada ve más.

Goicoechea salvó el resultado con un par de buenas atajadas, una muy difícil pero también inútil, porque la jugada había sido parada por fuera de juego, pero al minuto 35 fue el mismo portero quien regaló el 1 a 1, pifiando de manera horrible un disparo poderoso pero muy central y desde muy lejos de Candreva, directamente en jugada de tiro libre. Un yerro que no se puede justificar, a pesar de las condiciones climáticas.

Roma sintió el golpe y terminó por reaccionar con confusión y nervios, perdiendo un poco la brújula, especialmente en el medio de la cancha. Así, el Águila logró crear con mayor facilidad peligros y al minuto 43 metió el segundo: Hernánes remató desde la izquierda, el balón se desvió por un charco y le quedó ahí a Klose, quien a pocos pasos desde el arco tocó con eficacia y firmó el rebaso.

Poco más tarde, en el otra área, Mauri lo agarró de manera vistosa y exagerada a De Rossi, en una falta que era claramente penal. El volante, para liberarse, primero empujó y luego perdió totalmente la cabeza, pegándole un puñetazo en la cara a su rival. Un gesto que el referí vio y sancionó con una roja directa.

Los giallorossi bajaron en el complemento sin Lamela, para que pudiera entrar Tachtsidis y regresar a una configuración con tres en el medio, pero la movida no tuvo un efecto benéfico en el equipo que, al revés, al primer minuto sufrió el tercero: Piris interceptó un pelotazo largo pero cabeceó horrible, hacia el medio, dejándole la pelota a Mauri, quien fue hábil en disparar de primera intención y clavarla.

La Loba bajó la cabeza y empezó a empujar con todo, sin ideas ni cabeza y hasta sin esperanzas, sino que simplemente con rabia y nervios. Así, los albicelestes crearon muchas otras chances de gol y de no ser por tres tapadas de grande nivel de Goicoechea hubieran goleado.

Pero el cuarto no llegó y, al revés, al minuto 40 el capitán del Águila, Mauri, fue amonestado por segunda vez y restableció la paridad numérica. Por encima, en ese tiro libre Marchetti falló y se dejó "madrugar" por un disparo de Pjanic que parecía más un centro fallado que un remate al arco.

De esa manera Roma descontó y el resultado estuvo en discusión nuevamente, pero Lazio no cometió más errores y supo administrar el resultado, si bien justo sobre el final Bradley inventó un grande pelotazo para la entrada de Marquinho, pero Osvaldo llegó en anticipo y en parte su toque fue casi un cierre defensivo, que le impidió al brasilero anotar el empate.

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