Las inundaciones en Nigeria han causado la muerte de 363 personas desde julio
Abuya, EP
Al menos 363 personas han muerto y otras 2,1 millones han tenido que abandonar sus hogares debido a las graves inundaciones ocurridas en Nigeria desde principios de julio en el sur del país, según el balance publicado este lunes por la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de Nigeria.
Estas inundaciones, las más graves de las últimas décadas, han afectado a 7,7 millones de personas, de las cuales 18.282 han resultado heridas como consecuencia directa de las riadas.
El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, calificó de "desastre nacional" estas inundaciones provocadas por las lluvias tropicales que sufre el país cada año. Sin embargo, en 2012 han tenido consecuencias especialmente dañinas y, aunque las autoridades lo niegan, podrían causar una crisis alminentaria por el anegamiento de cultivos.
También ha resultado afectada la extracción de petróleo, una de las principales fuentes de ingresos públicos, y la producción se ha reducido hasta los 500.000 barriles diarios, aproximadamente una quinta parte de su capacidad.
La mayor parte de los afectados por las riadas ha criticado que las autoridades no han hecho nada para prevenirlas, a pesar de que los estados de Bayelsa y Delta siempre acaban inundados en la temporada de lluvias, entre agosto y octubre.
Al menos 363 personas han muerto y otras 2,1 millones han tenido que abandonar sus hogares debido a las graves inundaciones ocurridas en Nigeria desde principios de julio en el sur del país, según el balance publicado este lunes por la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de Nigeria.
Estas inundaciones, las más graves de las últimas décadas, han afectado a 7,7 millones de personas, de las cuales 18.282 han resultado heridas como consecuencia directa de las riadas.
El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, calificó de "desastre nacional" estas inundaciones provocadas por las lluvias tropicales que sufre el país cada año. Sin embargo, en 2012 han tenido consecuencias especialmente dañinas y, aunque las autoridades lo niegan, podrían causar una crisis alminentaria por el anegamiento de cultivos.
También ha resultado afectada la extracción de petróleo, una de las principales fuentes de ingresos públicos, y la producción se ha reducido hasta los 500.000 barriles diarios, aproximadamente una quinta parte de su capacidad.
La mayor parte de los afectados por las riadas ha criticado que las autoridades no han hecho nada para prevenirlas, a pesar de que los estados de Bayelsa y Delta siempre acaban inundados en la temporada de lluvias, entre agosto y octubre.