La AIEA alerta de que Irán podría doblar el enriquecimiento de uranio
Viena, EP
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha alertado en un informe confidencial de que Irán ha instalado alrededor de 2.800 centrifugadoras para enriquecer uranio en las instalaciones subterráneas de Fordow y está preparado para duplicar, a casi 1.400, el número de máquinas operativas.
El informe, al que ha tenido acceso Reuters, cifra en 233 el número de kilos de uranio altamente enriquecido que ha obtenido Irán desde 2010. La cantidad representa un aumento de 43 kilos respecto a agosto de este año, según la AIEA, que calcula que las autoridades iraníes han usado 96 kilos de uranio refinado al 20 por ciento para utilizarlo como combustible en un reactor de investigación médica en Teherán.
Estos usos civiles perjudican el posterior procesamiento del uranio para elevar su enriquecimiento al 90 por ciento --nivel en el que ya puede ser utilizado para la fabricación de bombas--, lo que podría ser visto como un gesto de la República Islámica hacia las potencias internacionales.
Estas señales, sin embargo, contrastan con la situación de Fordow, cuyas instalaciones están construidas bajo una montaña, y las "extensas actividades" que la agencia de la ONU ha detectado en el complejo de Parchin. La AIEA sugiere la posible retirada de pruebas de este complejo, donde podrían haberse desarrollado trabajos relacionados con armamento.
El emplazamiento de las instalaciones de Fordow las protege de posibles bombardeos aéreos como los que amenaza con lanzar Israel. El Gobierno de Benjamin Netanyahu mantiene abierta la posibilidad de iniciar un ataque militar contra Irán, algo que tampoco ha descartado Estados Unidos.
Las autoridades iraníes niega que su industria atómica tenga fines militares y defienden que su programa únicamente está destinado a la producción de energía para objetivos pacíficos. La AIEA exige a Teherán que autorice un mayor acceso a los observadores internacionales.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha alertado en un informe confidencial de que Irán ha instalado alrededor de 2.800 centrifugadoras para enriquecer uranio en las instalaciones subterráneas de Fordow y está preparado para duplicar, a casi 1.400, el número de máquinas operativas.
El informe, al que ha tenido acceso Reuters, cifra en 233 el número de kilos de uranio altamente enriquecido que ha obtenido Irán desde 2010. La cantidad representa un aumento de 43 kilos respecto a agosto de este año, según la AIEA, que calcula que las autoridades iraníes han usado 96 kilos de uranio refinado al 20 por ciento para utilizarlo como combustible en un reactor de investigación médica en Teherán.
Estos usos civiles perjudican el posterior procesamiento del uranio para elevar su enriquecimiento al 90 por ciento --nivel en el que ya puede ser utilizado para la fabricación de bombas--, lo que podría ser visto como un gesto de la República Islámica hacia las potencias internacionales.
Estas señales, sin embargo, contrastan con la situación de Fordow, cuyas instalaciones están construidas bajo una montaña, y las "extensas actividades" que la agencia de la ONU ha detectado en el complejo de Parchin. La AIEA sugiere la posible retirada de pruebas de este complejo, donde podrían haberse desarrollado trabajos relacionados con armamento.
El emplazamiento de las instalaciones de Fordow las protege de posibles bombardeos aéreos como los que amenaza con lanzar Israel. El Gobierno de Benjamin Netanyahu mantiene abierta la posibilidad de iniciar un ataque militar contra Irán, algo que tampoco ha descartado Estados Unidos.
Las autoridades iraníes niega que su industria atómica tenga fines militares y defienden que su programa únicamente está destinado a la producción de energía para objetivos pacíficos. La AIEA exige a Teherán que autorice un mayor acceso a los observadores internacionales.