Hollande indigna a los gais al defender la objeción de conciencia de los alcaldes

Miles de regidores más advierten de que no celebrarán bodas homosexuales

Miguel Mora
Paris, El País
François Hollande prometió en su campaña una ley para los matrimonios homosexuales y el debate lleva algunas semanas levantando pasiones. La reforma, cuyo proyecto ya ha aprobado el Gobierno, se llamará Matrimonio para todos para no herir sensibilidades y, según Hollande, será “una ley de libertad y no de división”. El fin de semana pasado, grupos integristas católicos y familias salieron a la calle de forma masiva animados por algunos líderes de la derecha y jerarcas de la Iglesia, y aunque hubo incidentes violentos todo seguía un curso normal. Pero el martes, el jefe del Estado habló ante un congreso de alcaldes en París y se mostró comprensivo con la objeción de conciencia de los regidores. Las asociaciones gais han reaccionado de forma iracunda y acusan a Hollande de dar pábulo a reaccionarios como Jean-François Copé, el nuevo líder de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), quien ha anunciado que como alcalde de Meaux no celebrará bodas homosexuales.


La ministra de Justicia, Christiane Taubira, intentó calmar las aguas y explicó en un comunicado que los alcaldes podrán delegar la celebración de las bodas en otra persona de la junta municipal, pero que ningún ayuntamiento podrá rechazar los matrimonios gais.

La marea de indignación desatada en la derecha más montaraz por la extensión de los derechos de matrimonio y adopción a los gais ha cambiado de bando a raíz de estas frases de Hollande: “Los alcaldes son representantes del Estado. Si la ley se aprueba, tendrían que aplicarla. Pero la ley se aplica respetando siempre la libertad de conciencia. La posibilidad de delegación (de un alcalde a sus concejales) existe ya y puede ser alargada”.

“No entiendo nada”, ha replicado Nicolas Gougain, portavoz del colectivo Inter-LGBT. “El presidente debe aclarar sus palabras. ¿Una ley que concierne a la igualdad de derechos podría entonces no aplicarse en todo el territorio? Debemos recordar a la mayoría sus compromisos”.

Las asociaciones de gais y lesbianas han convocado una manifestación para el 16 de diciembre en París. “Estoy consternada y encolerizada”, ha dicho a la web Mediapart Emmanuelle Cosse, dirigente ecologista y expresidenta de la asociación contra el sida Act-Up. “Es escandaloso. Ahora sabemos que Hollande es un obstáculo al matrimonio para todos”.

En Twitter, el presidente del grupo parlamentario socialista, Bruno Le Roux, ha intentado minimizar la afirmación del presidente. “Todos los alcaldes deben celebrar todos los matrimonios, pero uno que no quiera podrá delegar en otro funcionario del estado civil. Ese es el caso hoy, porque algunos alcaldes no celebran bodas por diversas razones. Está claro, la ley se aplicará en todas partes”.

Mientras tanto, el ponente de la ley, el socialista Erwann Binet, ha afirmado en su blog: “Si le hacen decir al presidente de la República que un Ayuntamiento podrá decidir no casar a las parejas del mismo sexo, se equivoca. Esa posibilidad está descartada. No es imaginable dejar que la conciencia del alcalde se oponga a la aplicación de una ley a los franceses”.

Pero la exdiputada integrista Christine Boutin ha recibido como un triunfo las palabras del presidente. “Hollande reconoce la libertad de conciencia de los alcaldes. Primera victoria, seguimos: muy pronto el referéndum”.

El arzobispo de Rennes, Pierre d'Ornellas, ha llamado a los adversarios del matrimonio para todos a manifestarse aduciendo que el Gobierno ha decidido que el debate tenga lugar solamente en el Parlamento. El prelado ha calificado el proyecto de ley como injusto porque “introduce una discriminación entre los niños que tengan un padre y una madre y los que tengan padres del mismo sexo”. Además, rechaza la expresión matrimonio para todos como “chocante e inapropiada, ya que “excluye a las personas que no se pueden casar, como los discapacitados mentales”.

La ira de los ciudadanos contra Hollande se ha canalizado también en las webs de los diarios nacionales. En Le Monde es la noticia más vista y ha generado miles de comentarios. Uno dice: “Un ciudadano que rechaza el principio de igualdad republicana ante la ley no es digno de ser alcalde. Punto. Que un presidente quiera inscribir una discriminación en la ley, desafía la inteligencia. Imaginen un alcalde que rechace un matrimonio interracial por razones de conciencia”.

Otro lector del vespertino añade: “Lamentable. Una declaración profunda y visceralmente antirrepublicana. Va contra todos los principios jurídicos que han construido Francia desde hace 200 años. ¿Podemos autorizar también al registro civil a no inscribir a los hijos de padres argelinos?”.

Pero algunos creen que Hollande acierta al querer calmar la oposición de los alcaldes. “Es mejor no dividir en dos al país. Debe jugar un papel de pacificador. Hablar de la cláusula de conciencia de los alcaldes no solo es hábil, sino que se inscribe en una larga tradición francesa de tolerancia y respeto a las convicciones personales. Hay objeción de conciencia para el servicio militar, para el aborto, ¿por qué no para las bodas homosexuales? En diez años, la reforma será aceptada por todos, y no chocará a nadie”.

Entradas populares