Grupo criminal PCC resurge en Sao Paulo tras años de violencia en baj
SAO PAULO, AFP
La ola de homicidios en Sao Paulo es atribuida a un rebrote de ataques del grupo criminal PCC contra la policía, que a su vez toma represalias, en esta gran metrópolis industrial brasileña donde la violencia había caído drásticamente en los últimos años.
La ola de homicidios en Sao Paulo es atribuida a un rebrote de ataques del grupo criminal PCC contra la policía, que a su vez toma represalias, en esta gran metrópolis industrial brasileña donde la violencia había caído drásticamente en los últimos años.
"Vemos que esto es un proceso de venganza ejecutado por el crimen organizado" contra la policía, señaló a la AFP Ignacio Cano, investigador del Laboratorio de Análisis de Violencia de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro.
"Han habido operaciones policiales con muchas víctimas o con uso excesivo de la fuerza, apoyadas por las autoridades públicas", a las que responde el crimen organizado, añadió.
En septiembre, la cifra oficial de homicidios en Sao Paulo saltó a 144, más del doble de los 71 registrados en el mismo mes de 2011. Las autoridades sólo comunicarán a fines de noviembre las cifras de octubre, pero la prensa señala que hubo 145 asesinatos, un alza de 86% en un año. Decenas de personas más han sido asesinadas en lo que va de noviembre.
Desde comienzos de año, un centenar de policías militares han sido blanco de homicidios, más de 40 de ellos con señales claras de ejecución.
Una lista con nombres, direcciones y descripción física de policías encontrada en manos de criminales en una favela de Sao Paulo es considerada una señal de que la actual violencia está enfocada principalmente en asesinar a estos efectivos.
"Creo que el PCC es responsable por los ataques contra la policía militar", dijo Camila Dias, una experta del Núcleo para el Estudio de la Violencia de la Universidad de Sao Paulo.
"Pero algunos grupos dentro de la policía también están involucrados en ataques de represalias", añadió Dias.
Familias de civiles asesinados aseguran que la policía militar lleva a cabo matanzas indiscriminadas para vengar las ejecuciones de agentes. Una abogada sospechosa de estar vinculada al PCC fue asesinada el fin de semana en una estación de gasolina, informó la prensa brasileña.
Los ataques recuerdan a los brasileños el violento mes de mayo de 2006, cuando una ola de homicidios, rebeliones carcelarias y barricadas callejeras atribuidas a la banda Primer Comando de la Capital o PCC, que opera desde las prisiones, dejó más de 170 muertos, entre ellos 47 policías.
El PCC fue creado en 1993 por presos de la cárcel de Taubaté, cercana a Sao Paulo. Hoy opera dentro y fuera de los presidios del estado, ordena asesinatos de policías, realiza tráfico de droga y otros crímenes.
La prensa afirma que posee más de 1.300 integrantes, mientras las autoridades de Sao Paulo aseguran no son más de 40.
Un reciente documento firmado por 12 fiscales de Sao Paulo y divulgado por el diario Estado señala que el sistema penintenciario del estado "está en manos del PCC".
Para hacer frente a la violencia, el gobierno estatal y el federal comenzaron a implementar un plan conjunto que ya empezó a trasladar líderes de facciones criminales a presidios lejos de Sao Paulo, que además prevé crear una agencia de inteligencia integrada y fortalecer un instituto de criminalística.
También buscarán asfixiar financieramente a los grupos criminales.
-- Una de las ciudades más seguras del país --
Pese a esta ola de violencia que provoca temor en los paulistas, el investigador Julio Jacobo Waiselfiz, que desde 1998 elabora el Mapa de la Violencia en Brasil, cree que Sao Paulo sigue siendo una de las ciudades más seguras del país.
"Yo no niego que actualmente hay un problema en Sao Paulo, con una gran organización criminal que tiene que ser enfrentada y que está siendo enfrentada", declaró a la AFP.
"Lo que estamos viendo estos días son los resultados de esos enfrentamientos", pero en los últimos años la reducción de la violencia en Sao Paulo ha sido "impresionante", aseguró.
Según el último Mapa de la Violencia, que incorpora estadísticas hasta 2010, la tasa de homicidios en Sao Paulo cayó de 64,8 por 100.000 habitantes en 2000 a 13 en 2010, pasando del cuarto al 27 lugar, el último de la lista, según Waiselfiz.
Rio de Janeiro, de su lado, pasó de ser la sexta capital estatal más peligrosa del país en 2000 al lugar al 23 en 2010, mientras Maceió (noreste) se convirtió en la más peligrosa, con una tasa de 109,9 homicidios cada 100.000 habitantes.
La Iglesia católica suspendió las misas de la tarde en algunas zonas de la periferia, donde comercios y escuelas también han cerrado sus puertas más temprano por temor a la violencia.