El sector privado agrava la destrucción de empleo en octubre hasta nuevos mínimos

El empleo cae en 73.077 afiliados, hasta los 16,7 millones, y marca un minimo desde 2003
El paro registrado sube en octubre en 128.242 personas hasta los 4,8 millones
El número de personas apuntadas al antiguo Inem avanza por tercer mes consecutivo

Madrid, El País
El mercado laboral español ha abierto el cuarto trimestre de 2012 sin dar señales de recuperación y con el sector privado tomando el relevo en la destrucción de empleo del público, que sigue sin levantar cabeza. Así, y tras el fuerte deterioro registrado en las actividades vinculadas a los servicios en octubre, el empleo ahonda su caída hasta marcar un nuevo mínimo de los últimos nueve años. Mientras, del otro lado, en lo que respecta al número de personas apuntadas al paro, las estadísticas que maneja el departamento que dirige Fátima Báñez también muestran que la situación empeora en octubre. Durante el último mes, el número de personas apuntadas a los servicios públicos de empleo aumentaron por tercer mes consecutivo con un alza de 128.242 desempleados, hasta superar los 4,8 millones, niveles desconocidos hasta la fecha.


Según los datos que ha publicado este lunes la Seguridad Social, nunca en los últimos nueve años había tan pocas personas trabajando e inscritas en el sistema con 16,7 millones. Esta media mensual supone un descenso de 73.077 ocupados con respecto a agosto, un descenso que está en línea con el del mismo periodo de 2011. No obstante, si se observa lo ocurrido en los últimos doce meses, la comparación refleja que el ritmo de destrucción de empleo se intensifica frente a lo que ocurrió durante el pasado ejercicio. Entre octubre de 2011 y octubre de 2012 han salido del sistema 623.586 personas, lo que supone un retroceso del 3,59% interanual. El dato, que repite la cifra de septiembre, se enmarca en una economía en contracción y bajo los efectos de los ajustes en el gasto público. De hecho, es el peor desde el anterior periodo en el que España estuvo en recesión: 2009.

El avance en la afiliación que ha registrado la ocupación en la educación en octubre por el arranque de las clases no ha sido capaz, esta vez, de enjugar la destrucción de empleo en la hostelería, donde pasa factura el fin de la temporada turística, y en la sanidad, donde se dejan notar con fuerza los recortes. Así, frente al avance de 73.971 inscritos en la primera de estas actividades, los ocupados en la hostelería bajan en 56.261 y en 43.301 los apuntados en el apartado de actividades sanitarias y de servicios sociales. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, atribuye este recorte al fin de las contrataciones en los centros sanitarios tras el verano.

Aunque todas estas actividades tienen un marcado carácter estacional, su descenso es más acusado que el sufrido en octubre de 2011 mientras, en la educación, el incremento es menor. También cae el número de ocupados de forma acusada en las actividades administrativas y en el comercio.

Especial atención merece lo ocurrido con los autónomos. Este colectivo sufrió en octubre su quinto mes consecutivo a la baja con un descenso de 5.953 trabajadores por cuenta propia. Desde mayo, la pérdida de empleos entre los autónomos asciende a 71.622 pese a que otras estadísticas, como la Encuesta de Población Activa del INE, muestran la evolución contraria. Desde las asociaciones de autónomos advierten de que esta aparente contradicción se explica por el aumento del empleo sumergido.

En cuanto al paro registrado, destaca el aumento del desempleo en el sector servicios. Aunque octubre es tradicionalmente malo para el mercado laboral —el paro ha subido en este periodo durante toda la serie histórica que arranca en 1997— el número de personas apuntadas al antiguo Inem dentro del apartado de los servicios sube en 97.610, lo que representa la cifra más alta en este mes de los últimos tres años. Con ello, este sector aportó tres de cada cuatro nuevos parados inscritos en los servicios públicos de empleo.

Sobre la evolución del resto, el paro también sube en la agricultura, con un aumento de 24.401 personas (15,18%). En industria aumenta en 8.888 (1,69%) y en el colectivo sin empleo anterior, en 1.013 personas (0,27%). Por el contrario, baja en la construcción, donde se reduce en 3.670 personas (-0,48%).

El deterioro del sector servicios, además, no tiene visos de que pueda darse la vuelta con la suficiente consistencia en lo que queda de año para dar por buenas las palabras de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, de que empieza a ver “señales esperanzadoras” de que se está dejando atrás la crisis. El Ejecutivo se refugia en que en los meses centrales del año se han perdido bastantes menos empleos en el sector privado al tiempo que la destrucción de trabajo golpeaba con fuerza la Administración. El problema es que la inmensa mayoría de indicadores adelantados en los que se fijan los expertos —encuestas de confianza, utilización de la capacidad industrial, consumo de cemento, venta de vehículos— descartan un repunte sostenido de la actividad privada en los próximos meses. Este factor es indispensable para recuperar el empleo en los servicios y tirar del resto de sectores.

La restricción de los contratos temporales que se ponen en marcha para cubrir la mayor actividad en el turismo de verano también pasa factura a los jóvenes. Por este motivo, entre los jóvenes menores de 25 años el desempleo aumenta en 20.604 personas (4,41%) respecto al mes anterior.

Por comunidades, el paro registrado solo baja en dos, Canarias, con apenas 993 desempleados menos, y en la Comunidad Valenciana, con 867. Sube, en cambio, en las otras 15, sobre todo en Andalucía, con 32.139 parados más, y Castilla-La Mancha, con 16.791.

Junto a los datos de paro registrado, hace dos semanas se conoció la Encuesta de Población Activa del INE, que arrojó un avance del número de personas sin trabajo hasta los 5,7 millones. Este nivel de desempleo arroja que, por primera vez en la historia, la tasa de paro ha superado el 25%, lo que se traduce en que uno de cada cuatro residentes en España en edad y disposición de trabajar no encuentra un empleo. El baile de cifras se explica porque mientras los datos del Ministerio de Empleo parten de un registro, los de la oficina de estadística son una encuesta y permiten ver, además, la situación del empleo irregular.

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