El M23 se atrinchera en Goma pese a los llamamientos a su retirada
Las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23) han comenzado a fortificar las posiciones y a cavar trincheras para defender de Goma, capital de Kivu Norte, a pesar de los llamamientos de los dirigentes de la región de los Grandes Lagos a que se retiren de la ciudad como paso previo para una resolución negociada del conflicto.
Fuentes de la ONU han confirmado incluso que hay insurgentes en las colinas que rodean la ciudad de Sake, a 25 kilómetros de Goma y a menos de 20 kilómetros al norte de las posiciones del Ejército congoleño, lo que supone un nuevo avance para ganar terreno.
"He visto a los rebeldes en una de las colinas de las afueras de Sake, y había solo tres milicianos en las calles de la propia Sake", ha señalado un miembro de la ONU desde esta localidad.
La carretera que une Sake, en poder de los rebeldes, con Minova, controlada por el Ejército, está vigilada por las tropas gubernamentales, que han levantado barricadas. "No puedo creerme lo que nos ha pasado en Goma (...), pero tenemos que seguir luchando", ha declarado a Reuters uno de los soldados que se encuentran en Minova y que tenía un aparatoso vendaje en la cabeza.
Un portavoz del grupo insurgente, Vianney Kazarama, ha confirmado que están tomando posiciones en torno a Sake y ha reconocido que es poco probable que se retiren de Goma en el plazo de 48 horas dado el sábado por los presidentes de los países de la zona.
"No es que rechacemos retirarnos siempre que se garantice la seguridad de la población, pero ¿quién va a proteger a un millón de personas? ¿La MONUSCO? ¿Los grupos armados ocultos en la ciudad? ¿Nosotros somos los protectores de la población?", ha asegurado.
La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) tenía un importante contingente en Goma, pero tras la retirada del Ejército los mandos de la misión decidieron que tampoco se enfrentarían al M23. Esta decisión ha sido calificada de "absurda" por Francia.
El M23 está formado por antiguos militares tutsis y su nombre recuerda el 23 de marzo de 2009, fecha de la firma de un acuerdo para la integración de las milicias tutsis en el Ejército y que aseguran que el Gobierno del presidente Joseph Kabila ha incumplido.
