El Kremlin investigará la dirección de una cárcel por supuestos abusos contra un interno
Moscú, EP
La Comisión de Investigación de Rusia, dependiente directamente del Kremlin, ha anunciado este jueves la apertura de las investigaciones criminales contra Vladimir Kobzar, subdirector de la Penitenciaría 10, y otros cuatro guardias por abusos y golpes cometidos contra un interno.
Este anuncio se produce tras la publicación en internet de un vídeo de seis minutos en el que se ve a varios guardias de la Penitenciaría 10, situada en Novocherkassk (sur), golpeando a un condenado que tiene las manos esposadas.
Las autoridades locales han detenido a cuatro de los guardias que participaron en la supuesta paliza a petición de la Comisión, aunque el Ejecutivo local ha indicado que podrían producirse más arrestos.
En las imágenes, un hombre que cumple una pena de prisión de tres años y medio de cárcel por robo, es golpeado en la cara por un guarda de la prisión cuando el preso entraba por primera vez al centro. Poco después cae al suelo y a pesar de que pide clemencia, es golpeado en la cabeza y en otra partes del cuerpo.
El defensor del Pueblo de Rusia, Vladimir Lukin, ha denunciado que este tipo de actos se ha convertido en una "rutina" en las cárceles del país y ha pedido al Gobierno que tome medidas urgentes para evitar el descrédito de las autoridades.
Desde la prisión, la dirección ha señalado que el interno estaba siendo "demasiado provocador", desobedecía las órdenes y se negó a cambiarse con la ropa de la prisión.
El pasado mes de marzo, Sergei Nazarov, de 52 años, murió tras ser golpeado por las fuerzas de seguridad y tras ser sodomizado con una botella de champagne durante un interrogatorio por un delito menor.
La población reclusa en Rusia alcanza las 700.000 personas y las asociaciones defensoras de Derechos Humanos denuncian que muchas prisiones no son salubres y los guardias llevan a cabo torturas de forma sistemática.
El domingo, 250 presos protestaron en la prisión de Kopeisk, en los Montes Urales, por las malas condiciones en las que están arrestados y los abusos que sufren. La dirección del centro aseguró que pedían que ocho presos fuesen liberados de las celdas de aislamiento.
El caso más famoso de abusos es el del abogado Sergei Magnitski, que murió en 2009 en la cárcel donde estuvo nueve meses acusado de fraude a pesar de que no había sido condenado. Fue detenido después de denunciar que algunos miembros del Gobierno ruso habían robado 230 millones de dólares (160 millones de euros) mediante fraude fiscal.
La Comisión de Investigación de Rusia, dependiente directamente del Kremlin, ha anunciado este jueves la apertura de las investigaciones criminales contra Vladimir Kobzar, subdirector de la Penitenciaría 10, y otros cuatro guardias por abusos y golpes cometidos contra un interno.
Este anuncio se produce tras la publicación en internet de un vídeo de seis minutos en el que se ve a varios guardias de la Penitenciaría 10, situada en Novocherkassk (sur), golpeando a un condenado que tiene las manos esposadas.
Las autoridades locales han detenido a cuatro de los guardias que participaron en la supuesta paliza a petición de la Comisión, aunque el Ejecutivo local ha indicado que podrían producirse más arrestos.
En las imágenes, un hombre que cumple una pena de prisión de tres años y medio de cárcel por robo, es golpeado en la cara por un guarda de la prisión cuando el preso entraba por primera vez al centro. Poco después cae al suelo y a pesar de que pide clemencia, es golpeado en la cabeza y en otra partes del cuerpo.
El defensor del Pueblo de Rusia, Vladimir Lukin, ha denunciado que este tipo de actos se ha convertido en una "rutina" en las cárceles del país y ha pedido al Gobierno que tome medidas urgentes para evitar el descrédito de las autoridades.
Desde la prisión, la dirección ha señalado que el interno estaba siendo "demasiado provocador", desobedecía las órdenes y se negó a cambiarse con la ropa de la prisión.
El pasado mes de marzo, Sergei Nazarov, de 52 años, murió tras ser golpeado por las fuerzas de seguridad y tras ser sodomizado con una botella de champagne durante un interrogatorio por un delito menor.
La población reclusa en Rusia alcanza las 700.000 personas y las asociaciones defensoras de Derechos Humanos denuncian que muchas prisiones no son salubres y los guardias llevan a cabo torturas de forma sistemática.
El domingo, 250 presos protestaron en la prisión de Kopeisk, en los Montes Urales, por las malas condiciones en las que están arrestados y los abusos que sufren. La dirección del centro aseguró que pedían que ocho presos fuesen liberados de las celdas de aislamiento.
El caso más famoso de abusos es el del abogado Sergei Magnitski, que murió en 2009 en la cárcel donde estuvo nueve meses acusado de fraude a pesar de que no había sido condenado. Fue detenido después de denunciar que algunos miembros del Gobierno ruso habían robado 230 millones de dólares (160 millones de euros) mediante fraude fiscal.