El comportamiento errático de Berlusconi podría destruir su propio partido, el PDL

Roma, EP
Compañeros de partido y analistas consideran que la negativa del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi a abandonar la política tras los escándalos del año pasado podría desembocar en la destrucción de su propio partido, el Pueblo de la Libertad (PDL) e, incluso, en la desestabilización del frágil sistema político del país.


Los recientes gestos de indecisión de Berlusconi, como su inconstante respaldo al actual gobierno tecnócrata de Mario Monti, repercuten negativamente en los esfuerzos de su teórico sucesor designado al frente del partido, Angelino Alfano, para reconstruir la formación a tiempo para las elecciones generales de la próxima primavera, a pesar de que la derrota en las urnas es prácticamente un hecho.

"(Berlusconi) Va hacia atrás, luego hacia adelante, y luego otra vez hacia atrás", reconoció el ex ministro de Exteriores Franco Frattini, miembro del ala moderada del PDL. "Esta indecisión es un problema para el partido", lamentó.

Para el profesor de la Universidad Americana de Roma, James Walstron, se trata casi de un problema grave de carácter. "Creo que harían mejor preguntando a un psicólogo en lugar de a un científico político. Se trata de qué hacer con un anciano rico que se niega a retirarse. Esto es como 'Dallas', pero sin las pistolas", explicó Walstron.

En consecuencia, el partido de Berlusconi está a punto de fragmentarse en dos o tres grupos que abarcan desde el centro pro europeo hasta la derecha más radical. El grueso tradicional de centroderecha del partido parece incapaz de mantener la cohesión en las filas y el respaldo de la población no deja de caer: actualmente se sitúa en menos de la mitad del 37 por ciento que llevó al PDL a arrasar en los comicios de 2008.

"En este punto, el centro derecha está prácticamente condenado", consideró el profesor de la universidad Johns Hopkins en Bolonia, Gianfranco Pasquino. "Berlusconi ha creado el PDL y todavía tiene poder de sobra para destruirlo porque tiene muchas dudas sobre el siguiente paso a dar", declaró.

El analista político Sergio Romano ha publicado este viernes un demoledor editorial en el 'Corriere della Sera' en el que advierte de la existencia de un vacío de poder en el centroderecha que él mismo contribuyó a unir en 1994. "En lugar de luchar por la supervivencia de su criatura, parece que no tiene más Estrella Polar que él mismo", escribió Romano.

Y a pesar de que el centroizquierda ha registrado una espectacular subida, algunos de sus integrantes temen que el vacío de Berlusconi sea aprobechado por partidos fuera de la corriente política tradicional italiana, como el populista Movimiento Cinco Estrellas que lidera el cómico genovés Beppe Grillo, y que ahora ostenta el segundo lugar en intención de voto, por delante del PDL.

El Partido Demócrata (PD), máximo representante del centroizquierda y líder de las encuestas, teme acabar convertido en el único partido de masas, rodeado de múltiples movimientos radicales de pequeño tamaño. "Necesitamos un enfrentamiento entre el centroderecha y el centroizquierda", reconoció el número dos del PD, Enrico Letta. "Y nos da miedo lo que está sucediendo ahora en el otro bando. De ahí procede el aumento del voto a Grillo, del colapso del PDL.

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