Veneno de culebra para curar enfermedades
Redacción, BBC Mundo
Los reptiles venenosos podrían convertirse en una buena fuente de nuevos medicamentos para enfermedades humanas, afirman científicos británicos.
El veneno de serpiente ya se utiliza para crear fármacos, pero los compuestos que contiene a menudo son demasiado peligrosos para el consumo humano.
Ahora sin embargo, un estudio publicado en Nature Communications demuestra que las culebras y lagartos han aprendido a recuperar algunas de las toxinas de su veneno para utilizarlas, de forma segura, en otras partes de su organismo.
Los investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Liverpool y la Universidad de Bangor, Gales, quienes llevaron a cabo el estudio, piensan que estas toxinas recuperadas pueden convertirse en fármacos seguros y efectivos.
Los científicos compararon los genomas de serpientes y lagartos venenosos para ver cómo habían evolucionado los venenos de los animales.
Lo que encontraron, dicen, fue “un proceso inesperadamente dinámico”.
Los compuestos químicos en el veneno se formaron a través de la evolución y posteriormente fueron adoptados para usarlos en partes del organismo con otros fines.
El doctor Nicholas Casewell, quien dirigió el estudio, explica que “nuestros resultados demuestran que la evolución de los venenos es un proceso realmente complejo”.
Según el científico, el veneno parece evolucionar muchas funciones nuevas, posiblemente para superar la resistencia en las presas.
“Las glándulas de veneno de las serpientes parecen ser un crisol para la evolución de nuevas funciones de las moléculas, algunas de las cuales quedan retenidas en el veneno para matar a la presa”, explica el doctor Casewell.
“Pero otras se modifican para realizar nuevas funciones en otros tejidos del organismo”, agrega.
Otro de los autores del estudio, el doctor Wolfgang Wuster, de la Universidad de Bangor, expresa que “muchas toxinas del veneno de víbora atacan las mismas vías fisiológicas que los médicos desean combatir para tratar una variedad de trastornos médicos”.
El sistema cardiovascular, formado por los vasos sanguíneos y el corazón, es uno de los principales objetivos del veneno cuando la serpiente ataca a su presa.
Y ha jugado un papel importante en los orígenes de algunos fármacos para reducir la presión arterial, como los inhibidores de la ECA.
El sistema nervioso es otra área similar. El desafío hasta ahora ha sido superar los efectos tóxicos de las toxinas.
“Esto significa que los diseñadores de fármacos han tenido que modificar las toxinas para retener su potencia y convertirlos en compuestos seguros para uso farmacológico”, dice el doctor Casewell.
Pero ahora los científicos involucrados en el estudio creen que la naturaleza ya ha realizado el trabajo más duro, ya que los reptiles han logrado convertir a las toxinas en compuestos seguros para su propio beneficio.
Tal como señala el doctor Casewell, esto podría ser “toda una nueva fuente para descubrimiento de medicamentos”.
Los reptiles venenosos podrían convertirse en una buena fuente de nuevos medicamentos para enfermedades humanas, afirman científicos británicos.
Ahora sin embargo, un estudio publicado en Nature Communications demuestra que las culebras y lagartos han aprendido a recuperar algunas de las toxinas de su veneno para utilizarlas, de forma segura, en otras partes de su organismo.
Los investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Liverpool y la Universidad de Bangor, Gales, quienes llevaron a cabo el estudio, piensan que estas toxinas recuperadas pueden convertirse en fármacos seguros y efectivos.
Los científicos compararon los genomas de serpientes y lagartos venenosos para ver cómo habían evolucionado los venenos de los animales.
Lo que encontraron, dicen, fue “un proceso inesperadamente dinámico”.
Los compuestos químicos en el veneno se formaron a través de la evolución y posteriormente fueron adoptados para usarlos en partes del organismo con otros fines.
El doctor Nicholas Casewell, quien dirigió el estudio, explica que “nuestros resultados demuestran que la evolución de los venenos es un proceso realmente complejo”.
Según el científico, el veneno parece evolucionar muchas funciones nuevas, posiblemente para superar la resistencia en las presas.
“Las glándulas de veneno de las serpientes parecen ser un crisol para la evolución de nuevas funciones de las moléculas, algunas de las cuales quedan retenidas en el veneno para matar a la presa”, explica el doctor Casewell.
“Pero otras se modifican para realizar nuevas funciones en otros tejidos del organismo”, agrega.
Medicamentos
"Las glándulas de veneno de las serpientes parecen ser un crisol para la evolución de nuevas funciones de las moléculas, algunas de las cuales quedan retenidas en el veneno para matar a la presa"
Dr. Nicholas Casewell
El sistema cardiovascular, formado por los vasos sanguíneos y el corazón, es uno de los principales objetivos del veneno cuando la serpiente ataca a su presa.
Y ha jugado un papel importante en los orígenes de algunos fármacos para reducir la presión arterial, como los inhibidores de la ECA.
El sistema nervioso es otra área similar. El desafío hasta ahora ha sido superar los efectos tóxicos de las toxinas.
“Esto significa que los diseñadores de fármacos han tenido que modificar las toxinas para retener su potencia y convertirlos en compuestos seguros para uso farmacológico”, dice el doctor Casewell.
Pero ahora los científicos involucrados en el estudio creen que la naturaleza ya ha realizado el trabajo más duro, ya que los reptiles han logrado convertir a las toxinas en compuestos seguros para su propio beneficio.
Tal como señala el doctor Casewell, esto podría ser “toda una nueva fuente para descubrimiento de medicamentos”.