Un desempleado se quema a lo bonzo junto al palacio presidencial de Italia
Roma, EP
Un desempleado de 55 años se ha prendido fuego este jueves frente al palacio presidencial de Italia en un intento desesperado para reclamar ayudas para su familia.
El suceso se produjo poco antes de las dos de la tarde, cuando esta persona se roció con alcohol y acercó un mechero a su cuerpo, ante la mirada atónita de los turistas que se encontraban en esos momentos junto a la residencia de Giorgio Napolitano.
Apenas han trascendido datos del hombre, salvo que perdió recientemente su empleo como transportista y reside junto a su mujer y su hija en la localidad de Pinerolo, en la zona noroeste de Italia, según el periódico 'Il Corriere della Sera'.
Una ambulancia le trasladó inconsciente al hospital con quemaduras que cubren el 50 por ciento de su cuerpo, de tercer grado en manos y brazos y de segundo grado en el cuello. Aunque se encuentra en estado grave, su vida no corre peligro. Uno de los carabineros que acudió para tratar de apagar las llamas también resultó herido.
El pasado mes de agosto, otra persona se inmoló delante del Parlamento, también para protestar por su situación laboral. Murió una semana después de la acción como consecuencia de los daños sufridos.
Un desempleado de 55 años se ha prendido fuego este jueves frente al palacio presidencial de Italia en un intento desesperado para reclamar ayudas para su familia.
El suceso se produjo poco antes de las dos de la tarde, cuando esta persona se roció con alcohol y acercó un mechero a su cuerpo, ante la mirada atónita de los turistas que se encontraban en esos momentos junto a la residencia de Giorgio Napolitano.
Apenas han trascendido datos del hombre, salvo que perdió recientemente su empleo como transportista y reside junto a su mujer y su hija en la localidad de Pinerolo, en la zona noroeste de Italia, según el periódico 'Il Corriere della Sera'.
Una ambulancia le trasladó inconsciente al hospital con quemaduras que cubren el 50 por ciento de su cuerpo, de tercer grado en manos y brazos y de segundo grado en el cuello. Aunque se encuentra en estado grave, su vida no corre peligro. Uno de los carabineros que acudió para tratar de apagar las llamas también resultó herido.
El pasado mes de agosto, otra persona se inmoló delante del Parlamento, también para protestar por su situación laboral. Murió una semana después de la acción como consecuencia de los daños sufridos.