Socialismo francés se divide por meta de déficit presupuestario

París, Reuters
El presidente de Francia, François Hollande, enfrentaba divisiones en su partido el martes por el presupuesto 2013, crucial para su credibilidad entre los socios de la zona euro, después de que socialistas destacados cuestionaron la meta de déficit presupuestario para el próximo año.


La división por el recorte del déficit presupuestario es el último bochorno político de Hollande, mientras los sondeos muestran que su popularidad ha caído con fuerza desde que fue elegido por la percepción de que no está haciendo lo suficiente para reactivar la economía y enfrentar el desempleo, que está en su punto más alto en 13 años.

Su coalición lucha también por mostrar un frente común sobre el pacto fiscal de la

Unión Europea (UE), acordado en marzo por los líderes del bloque y que sería tratado en la cámara baja francesa por primera vez el martes.

Cinco meses después de su triunfo electoral, el presidente presentó su primer presupuesto anual el viernes pasado, donde incluye aumentos impositivos por 30.000 millones de euros (38.700 millones de dólares) y un congelamiento del gasto que busca reducir el déficit de Francia a un 3 por ciento del PIB.

El proyecto busca demostrar a Alemania y a otros vecinos de la zona euro que Francia cumplirá con su parte para poner fin a la crisis de deuda pública, y persuadir a los mercados financieros para que mantengan el costo de endeudamiento de Francia en niveles bajos.

Pero una serie de líderes socialistas ha puesto en duda la adhesión de Francia a la meta de 3 por ciento en momentos en que su economía se acerca a una recesión, obligando al Gobierno a reafirmar que mantendrá la meta.

"No debemos olvidarnos de que si Francia no mantiene su palabra, es decir que no satisface sus metas de reducción del déficit el próximo año, entonces nuestro estatus como emisor de deuda se devaluará", dijo el ministro de presupuesto Jérôme Cahuzac en la emisora de radio RTL.

"Creo que alcanzaremos esa meta en el 2013," agregó el ministro.

Actualmente, la deuda francesa a mediano y largo plazo tiene un rendimiento promedio de alrededor del 2 por ciento ya que por ahora los mercados le confieren el estatus de un miembro clave de la zona euro.

La metas de reducción anual del déficit asignadas por Hollande en un esfuerzo por equilibrar el presupuesto para el 2017 son cruciales para retener esa reputación. Pero el líder partidario que pronto quedará al frente del Partido Socialista dijo que no era esencial adherir a las metas en forma estricta.

"El 3 por ciento es sólo un medio, si las condiciones económicas lo permiten", dijo Harlem Désir, que fue nominado el mes pasado por los líderes socialistas para ser el próximo jefe del partido.

"La pregunta esencial no es si se aplican este año o el siguiente", dijo el lunes el dirigente en una entrevista por radio, insistiendo en que promover el empleo y la inversión son la principal meta.

Muchos economistas ya creen firmemente que Francia no logrará la meta del 2013 por unos pocos puntos porcentuales, debido a que el presupuesto está basado en un crecimiento pronosticado del 0,8 por ciento, que no consideran creíble.

Si bien el pacto sobre disciplina presupuestaria sería aprobado gracias a los votos de la oposición de derecha, una serie de diputados del partido Verde que integra la coalición de Hollande dijo que no pueden apoyar el presupuesto, y otros diputados de izquierda están dudando.

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