Recrudecimiento de combates debilita la posibilidad de una tregua en Siria
Alepo, AFP
Los combates se recrudecieron el lunes en Siria, donde el ejército lanzó nuevas ofensivas para desalojar a los rebeldes de sus bastiones, con lo que la tregua unilateral pedida por el emisario de la ONU y la Liga Árabe parece lejana.
El mediador internacional Lakhdar Brahimi pidió el domingo, tras reunirse con el presidente sirio Bashar al Asad en Damasco, que los beligerantes en Siria proclamen "unilateralmente" un alto el fuego durante la fiesta musulmana de Aid Al Adha, que ha de celebrarse entre el 26 y el 29 de octubre próximos.
Mostrándose voluntarioso, el jefe de las operaciones de mantenimiento de paz de la ONU, Hervé Ladsous, anunció este lunes desde Nueva York que la Organización planea crear una fuerza en Siria en caso de un cese el fuego.
"Confirmo que reflexionamos sobre lo que sucederá si hay un cese el fuego y emerge una solución política, y sobre lo que podemos hacer para contribuir a la seguridad y proteger a los civiles", dijo Ladsous. El funcionario matizó que la planificación era muy tentativa dados los combates y que la intervención requeriría superar las divisiones en el Consejo de Seguridad.
Pero según el secretario general adjunto de la Liga Árabe, Ahmad ben Hilli, "desgraciadamente, por ahora hay pocas esperanzas de instaurar una tregua en Siria para la fiesta" de Al Adha.
"Lo que está ocurriendo en el terreno y la reacción del gobierno sirio (...) no muestran una verdadera voluntad de responder afirmativamente a esta iniciativa", argumentó.
Sobre el terreno, este lunes hubo combates entre soldados y rebeldes cerca de Damasco y en las provincias de Idleb y Alepo, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
Las fuerzas del régimen de Asad bombardeaban con artillería la localidad de Harasta, donde están atrincherados los rebeldes, cerca de la capital siria, según el OSDH.
En la provincia de Idleb (noroeste), los combates tenían lugar cerca de la base militar de Wadi Deif, asediada desde hace varios días por los rebeldes.
Esta base está en la periferia de la ciudad estratégica de Maaret al Numan, en manos de los rebeldes, lo que les ha permitido controlar la principal vía utilizada por el ejército para enviar refuerzos hacia el norte.
En total, este lunes murieron al menos 84 personas, entre ellas 22 civiles, 37 soldados y 25 rebeldes, según el OSDH.
Por otro lado, el fiscal general de la provincia de Deraa (sur), Taysir Smadi, fue secuestrado, según el OSDH y la agencia oficial SANA, que culpó a "un grupo terrorista", término habitualmente empleado por el régimen para referirse a los opositores y los insurgentes.
Y en Damasco, dos bombas estallaron en dos barrios del norte, una de ellas cerca de una radio privada, según el Observatorio.
Los actos de violencia, que han dejado más de 34.000 muertos en 19 meses, según el OSDH, no disminuyen y los especialistas se manifiestan muy escépticos sobre un eventual cese el fuego.
En momentos en que Brahimi afirmó temer que el conflicto de Siria se extienda fuera de las fronteras de este país, un soldado jordano murió el lunes en un enfrentamiento con un grupo de hombres armados que intentaban infiltrarse en Siria desde Jordania, indicó una fuente oficial.
Las Fuerzas Armadas jordanas, que reforzaron su presencia en la frontera desde el inicio del conflicto sirio, "persiguieron a un grupo de 12 hombres armados que buscaban franquear la frontera. Éstos se negaron a detenerse y abrieron fuego", dijo una fuente militar.
Por su lado, el Vaticano confirmó que un grupo de arzobispos viajará en cuanto sea posible a Siria, por pedido del papa Benedicto XVI, para manifestar la solidaridad de la Iglesia católica con la población.
Un combatiente rebelde dispara su arma contra las tropas del gobierno sirio desde su posición en la ciudad de Alepo, en el norte del país, el domingo 21 de octubre.
Los combates se recrudecieron el lunes en Siria, donde el ejército lanzó nuevas ofensivas para desalojar a los rebeldes de sus bastiones, con lo que la tregua unilateral pedida por el emisario de la ONU y la Liga Árabe parece lejana.
El mediador internacional Lakhdar Brahimi pidió el domingo, tras reunirse con el presidente sirio Bashar al Asad en Damasco, que los beligerantes en Siria proclamen "unilateralmente" un alto el fuego durante la fiesta musulmana de Aid Al Adha, que ha de celebrarse entre el 26 y el 29 de octubre próximos.
Mostrándose voluntarioso, el jefe de las operaciones de mantenimiento de paz de la ONU, Hervé Ladsous, anunció este lunes desde Nueva York que la Organización planea crear una fuerza en Siria en caso de un cese el fuego.
"Confirmo que reflexionamos sobre lo que sucederá si hay un cese el fuego y emerge una solución política, y sobre lo que podemos hacer para contribuir a la seguridad y proteger a los civiles", dijo Ladsous. El funcionario matizó que la planificación era muy tentativa dados los combates y que la intervención requeriría superar las divisiones en el Consejo de Seguridad.
Pero según el secretario general adjunto de la Liga Árabe, Ahmad ben Hilli, "desgraciadamente, por ahora hay pocas esperanzas de instaurar una tregua en Siria para la fiesta" de Al Adha.
"Lo que está ocurriendo en el terreno y la reacción del gobierno sirio (...) no muestran una verdadera voluntad de responder afirmativamente a esta iniciativa", argumentó.
Sobre el terreno, este lunes hubo combates entre soldados y rebeldes cerca de Damasco y en las provincias de Idleb y Alepo, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
Las fuerzas del régimen de Asad bombardeaban con artillería la localidad de Harasta, donde están atrincherados los rebeldes, cerca de la capital siria, según el OSDH.
En la provincia de Idleb (noroeste), los combates tenían lugar cerca de la base militar de Wadi Deif, asediada desde hace varios días por los rebeldes.
Esta base está en la periferia de la ciudad estratégica de Maaret al Numan, en manos de los rebeldes, lo que les ha permitido controlar la principal vía utilizada por el ejército para enviar refuerzos hacia el norte.
En total, este lunes murieron al menos 84 personas, entre ellas 22 civiles, 37 soldados y 25 rebeldes, según el OSDH.
Por otro lado, el fiscal general de la provincia de Deraa (sur), Taysir Smadi, fue secuestrado, según el OSDH y la agencia oficial SANA, que culpó a "un grupo terrorista", término habitualmente empleado por el régimen para referirse a los opositores y los insurgentes.
Y en Damasco, dos bombas estallaron en dos barrios del norte, una de ellas cerca de una radio privada, según el Observatorio.
Los actos de violencia, que han dejado más de 34.000 muertos en 19 meses, según el OSDH, no disminuyen y los especialistas se manifiestan muy escépticos sobre un eventual cese el fuego.
En momentos en que Brahimi afirmó temer que el conflicto de Siria se extienda fuera de las fronteras de este país, un soldado jordano murió el lunes en un enfrentamiento con un grupo de hombres armados que intentaban infiltrarse en Siria desde Jordania, indicó una fuente oficial.
Las Fuerzas Armadas jordanas, que reforzaron su presencia en la frontera desde el inicio del conflicto sirio, "persiguieron a un grupo de 12 hombres armados que buscaban franquear la frontera. Éstos se negaron a detenerse y abrieron fuego", dijo una fuente militar.
Por su lado, el Vaticano confirmó que un grupo de arzobispos viajará en cuanto sea posible a Siria, por pedido del papa Benedicto XVI, para manifestar la solidaridad de la Iglesia católica con la población.
Un combatiente rebelde dispara su arma contra las tropas del gobierno sirio desde su posición en la ciudad de Alepo, en el norte del país, el domingo 21 de octubre.