Policía ocupa violentas favelas de Rio de Janeiro en manos del narcotráfico
RIO DE JANEIRO, AFP
La policía de Rio de Janeiro ocupó el complejo de favelas de Manguinhos, uno de los más violentos de la ciudad, en manos de traficantes e intensificó su presencia en Jacarezinho, uno de los mayores centros de consumo de crack, constataron periodistas de la AFP.
La operación se enmarca dentro de los esfuerzos de las autoridades por recuperar el control de las favelas más peligrosas de la ciudad y mejorar la seguridad de cara al Mundial de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
'Es un paso más para la paz, para la reducción de homicidios, de robo de autos, a residencias, el efecto práctico de esto se mide en una vida más tranquila para los ciudadanos', celebró el gobernador del estado de Rio de Janeiro (sudeste), Sergio Cabral.
Poco antes de las 05h00 (8h00 GMT) comenzó esta megaoperación policial con el paso de 13 blindados de la Marina que abrieron camino por las callejuelas de cuatro favelas de Manguinhos -que incluye Varginha y Mandela 1 y 2-, donde se concentró la fuerza militar.
La toma de las favelas llevó unos 20 minutos, según la secretaría de Seguridad Pública del estado. Cerca de las 11h00, efectivos del batallón de élite de la Policía Militar (BOPE) izaron en la Plaza del Medio de Manguinhos la bandera de Brasil y del estado y cantaron el himno nacional para simbolizar la recuperación de este territorio en manos del crimen.
El BOPE será el encargado ahora de mantener el orden público en la zona.
'Sigue un proceso meticuloso de búsqueda de drogas, de armas y la prisión de criminales', explicó el coronel Federico Caldas, responsable de relaciones públicas de la Policía Militar (PM) de Rio.
En Manguinhos se instalará a finales de año una Unidad de Policía Pacificadora (UPP) con agentes entrenados especialmente para hacer frente a los problemas de la comunidad.
En Jacarezinho, también muy violenta y un gigantesco centro de consumo de crack, la Policía Civil intensificó su presencia, pero no hubo ocupación.
'La Policía Militar necesita de más tiempo para ocupar esta área. Lo que vamos a hacer es tener una presencia constante allí', dijo Fernando Veloso, subjefe de la Policía Civil, a la televisión Globo News.
Con todo, Cabral adelantó que una UPP será instalada en Jacarezinho en 2013.
Cuando aún no salía el sol, detrás de los imponentes blindados, maniobrando en las estrechas callejuelas solas, los policías, vestidos de negro y fuertemente armados, patrullaron a pie la intrincada comunidad.
En la megaoperación participaron 170 fusileros navales, responsables de la operación de los 13 blindados que sin problemas apartaban cualquier obstáculo que dejaron los traficantes en la vía, y 1.300 oficiales de policía, de los cuales 800 entraron a las comunidades.
Los otros 500 se mantenían patrullando el perímetro, mientras otros equipos fueron enviados a otras favelas para buscar traficantes.
Helicópteros de la Marina y la policía también sobrevolaron la zona.
En grupos, avanzaron los policías a pie por la extensa zona, requisando algunas de las casas y transeúntes, mientras algunos blindados se postraron al lado de montañas de basura, espantando los zamuros.
Hasta el momento, 10 kilos de marihuana, una ametralladora y un chaleco antibalas militar fueron hallados en Manguinhos, mientras que en Jacarezinho se encontraron 10 kilos de pasta de cocaína y otras drogas.
Algunos vecinos se asomaron en sus ventanas para ver a los policías subir por las calles de la favela, por primera vez en décadas. Otras rompieron en llanto al ser blanco de revistas de los uniformados.
'Creo que es muy bueno, que llegue la paz a Jacarezinho', dijo a la AFP Paulo Cesar, de 35 años, en su camino a misa. La ocupación es 'maravillosa, gracias a Dios, pero no puedo hablar mucho', dijo cautelosa Maria Silvia.
'Todos los días son tranquilos aquí, solo hay violencia cuando hay operativos (policiales). Ahí quedamos en pánico. Aquí no hay violencia. Nunca me asaltaron, nunca me pasó nada', repara Jorge Gonçalves, de 54 años, vecino de Jacarezinho.
Retenes de la policía fueron colocados en las entradas de estas favelas, ubicadas a menos de 10 km del centro de Rio y al borde de importantes vías de la ciudad.
El sábado, efectivos del BOPE mataron a cinco presuntos jefes del narcotráfico, que huyeron a una barriada cercana, en tanto continúan la búsqueda de otros diez narcos.
'No pensemos que no están ahí, están y vamos a revisar casa por casa', dijo el jefe de uno de los grupos de la policía antes de entrar a las favelas.
Jacarezinho y Manguinhos, donde habitan unas 75.000 personas, son de las favelas más peligrosas de Rio de Janeiro: el tráfico de drogas era una actividad cotidiana y que se hacía en plena luz del día, y era común ver gente armada a cualquier hora 'vigilando' la favela.
La operación del domingo incluyó un equipo municipal de lucha contra el crack, que llevó a albergues a unos 100 adictos.
Después de la ocupación de los Complexos de Penha y Alemao --este último tomado en noviembre de 2010 en una megaoperación policial-militar tras varios días de enfrentamientos que dejaron 37 muertos-- Manguinhos y Jacarezinho se convirtieron en el principal reducto de la banda de traficantes del Comando Vermelho (CV), que opera en otras barriadas de Rio.
Con la UPP de Manguinhos, serán 29 las instaladas en favelas de Rio de Janeiro desde 2008. La última se abrió hace menos de un mes en Rocinha, la mayor barriada de Brasil y situada en el corazón de los barrios ricos de la ciudad.
Unos 6.770 policías están destacados en las UPP y el gobierno espera instalar 40 para 2014.
La policía de Rio de Janeiro ocupó el complejo de favelas de Manguinhos, uno de los más violentos de la ciudad, en manos de traficantes e intensificó su presencia en Jacarezinho, uno de los mayores centros de consumo de crack, constataron periodistas de la AFP.
La operación se enmarca dentro de los esfuerzos de las autoridades por recuperar el control de las favelas más peligrosas de la ciudad y mejorar la seguridad de cara al Mundial de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
'Es un paso más para la paz, para la reducción de homicidios, de robo de autos, a residencias, el efecto práctico de esto se mide en una vida más tranquila para los ciudadanos', celebró el gobernador del estado de Rio de Janeiro (sudeste), Sergio Cabral.
Poco antes de las 05h00 (8h00 GMT) comenzó esta megaoperación policial con el paso de 13 blindados de la Marina que abrieron camino por las callejuelas de cuatro favelas de Manguinhos -que incluye Varginha y Mandela 1 y 2-, donde se concentró la fuerza militar.
La toma de las favelas llevó unos 20 minutos, según la secretaría de Seguridad Pública del estado. Cerca de las 11h00, efectivos del batallón de élite de la Policía Militar (BOPE) izaron en la Plaza del Medio de Manguinhos la bandera de Brasil y del estado y cantaron el himno nacional para simbolizar la recuperación de este territorio en manos del crimen.
El BOPE será el encargado ahora de mantener el orden público en la zona.
'Sigue un proceso meticuloso de búsqueda de drogas, de armas y la prisión de criminales', explicó el coronel Federico Caldas, responsable de relaciones públicas de la Policía Militar (PM) de Rio.
En Manguinhos se instalará a finales de año una Unidad de Policía Pacificadora (UPP) con agentes entrenados especialmente para hacer frente a los problemas de la comunidad.
En Jacarezinho, también muy violenta y un gigantesco centro de consumo de crack, la Policía Civil intensificó su presencia, pero no hubo ocupación.
'La Policía Militar necesita de más tiempo para ocupar esta área. Lo que vamos a hacer es tener una presencia constante allí', dijo Fernando Veloso, subjefe de la Policía Civil, a la televisión Globo News.
Con todo, Cabral adelantó que una UPP será instalada en Jacarezinho en 2013.
Cuando aún no salía el sol, detrás de los imponentes blindados, maniobrando en las estrechas callejuelas solas, los policías, vestidos de negro y fuertemente armados, patrullaron a pie la intrincada comunidad.
En la megaoperación participaron 170 fusileros navales, responsables de la operación de los 13 blindados que sin problemas apartaban cualquier obstáculo que dejaron los traficantes en la vía, y 1.300 oficiales de policía, de los cuales 800 entraron a las comunidades.
Los otros 500 se mantenían patrullando el perímetro, mientras otros equipos fueron enviados a otras favelas para buscar traficantes.
Helicópteros de la Marina y la policía también sobrevolaron la zona.
En grupos, avanzaron los policías a pie por la extensa zona, requisando algunas de las casas y transeúntes, mientras algunos blindados se postraron al lado de montañas de basura, espantando los zamuros.
Hasta el momento, 10 kilos de marihuana, una ametralladora y un chaleco antibalas militar fueron hallados en Manguinhos, mientras que en Jacarezinho se encontraron 10 kilos de pasta de cocaína y otras drogas.
Algunos vecinos se asomaron en sus ventanas para ver a los policías subir por las calles de la favela, por primera vez en décadas. Otras rompieron en llanto al ser blanco de revistas de los uniformados.
'Creo que es muy bueno, que llegue la paz a Jacarezinho', dijo a la AFP Paulo Cesar, de 35 años, en su camino a misa. La ocupación es 'maravillosa, gracias a Dios, pero no puedo hablar mucho', dijo cautelosa Maria Silvia.
'Todos los días son tranquilos aquí, solo hay violencia cuando hay operativos (policiales). Ahí quedamos en pánico. Aquí no hay violencia. Nunca me asaltaron, nunca me pasó nada', repara Jorge Gonçalves, de 54 años, vecino de Jacarezinho.
Retenes de la policía fueron colocados en las entradas de estas favelas, ubicadas a menos de 10 km del centro de Rio y al borde de importantes vías de la ciudad.
El sábado, efectivos del BOPE mataron a cinco presuntos jefes del narcotráfico, que huyeron a una barriada cercana, en tanto continúan la búsqueda de otros diez narcos.
'No pensemos que no están ahí, están y vamos a revisar casa por casa', dijo el jefe de uno de los grupos de la policía antes de entrar a las favelas.
Jacarezinho y Manguinhos, donde habitan unas 75.000 personas, son de las favelas más peligrosas de Rio de Janeiro: el tráfico de drogas era una actividad cotidiana y que se hacía en plena luz del día, y era común ver gente armada a cualquier hora 'vigilando' la favela.
La operación del domingo incluyó un equipo municipal de lucha contra el crack, que llevó a albergues a unos 100 adictos.
Después de la ocupación de los Complexos de Penha y Alemao --este último tomado en noviembre de 2010 en una megaoperación policial-militar tras varios días de enfrentamientos que dejaron 37 muertos-- Manguinhos y Jacarezinho se convirtieron en el principal reducto de la banda de traficantes del Comando Vermelho (CV), que opera en otras barriadas de Rio.
Con la UPP de Manguinhos, serán 29 las instaladas en favelas de Rio de Janeiro desde 2008. La última se abrió hace menos de un mes en Rocinha, la mayor barriada de Brasil y situada en el corazón de los barrios ricos de la ciudad.
Unos 6.770 policías están destacados en las UPP y el gobierno espera instalar 40 para 2014.