Obama emprende gira de 40 horas por ocho estados
DAVENPORT, AFP
El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, emprendió una gira que lo llevará a ocho estados en 40 horas, con la esperanza de obtener los votos decisivos para impedir que su rival, Mitt Romney, gane la presidencia dentro de 13 días.
El mandatario demócrata se subió al amanecer al Boeing 747 Air Force One para dirigirse a Davenport en Iowa, uno de los estados que podrían decidir el resultado de la elección presidencial del 6 de noviembre.
Tras pronunciar un discurso en esa ciudad, Obama se desplazará a Colorado y luego a Nevada, los dos estados clave del oeste de Estados Unidos, con un paréntesis en Los Angeles, donde grabará una entrevista para el popular programa nocturno del humorista Jay Leno.
Debido a la diferencia horaria de tres horas entre las costas este y oeste de Estados Unidos, su último discurso en Las Vegas tendrá lugar después de la medianoche, hora de Washington. Pero no es cuestión de descansar en momentos en que los sondeos de intención de voto muestran una lucha cabeza a cabeza por llegar a la Casa Blanca.
Obama tendrá, en efecto, una noche muy breve en el Air Force One. Se lo espera en Florida, en la otra punta del país, el jueves de mañana. Seguirá luego rumbo a Virginia y Ohio, los otros dos estados decisivos del este, con una escala en su feudo de Chicago, donde votará anticipadamente.
Los sondeos en la mayoría de los estados decisivos siguen mostrando un empate o una ligera ventaja de Obama, que sin embargo se mantiene dentro de los márgenes de error de las encuestas, lo que augura un final de campaña encarnizado para intentar convencer a los últimos votantes indecisos. Además, Romney supera por poco a Obama en intenciones de voto a escala nacional.
“Sobre el filo de la navaja hasta el final”
Romney expresó el martes de noche en Nevada su confianza, asegurando que los tres debates televisados con Obama, durante los que reafirmó su discurso centrista y un estilo calmo y reposado, le habían dado un gran empuje a su campaña. Afirmó que la campaña de Obama, en cambio, se estaba estancando. “Su candidatura es la del statu quo. Su mensaje consiste en seguir adelante con las mismas políticas que las de los cuatro años precedentes”, dijo en Colorado, donde se reunieron 12.000 personas cerca de Denver para escucharlo. El miércoles era esperado en Reno, Nevada.
Pero su campaña debió desaprobar el martes mismo, y por segunda vez desde el verano boreal, declaraciones sobre el aborto de un candidato republicano al Senado. Ese candidato por Indiana, Richard Mourdock, afirmó que un embarazo resultante de una violación era “la voluntad de Dios”, lo que dio la oportunidad a Obama de presentar nuevamente a los republicanos como extremistas en materia de derechos de las mujeres, 56% de las cuales votó por él en 2008.
“Esto nos recuerda que un Congreso republicano que trabaje consensuadamente con un presidente republicano (…) estimaría que las mujeres no pueden tomar sus propias decisiones acerca de su salud”, afirmó en el Air Force One la portavoz de la campaña de Obama, Jennifer Psaki.
La portavoz de Romney, Andrea Saul, había destacado un poco antes que el candidato republicano estaba “en desacuerdo con las declaraciones de Richard Mourdock”, Romney tomó posición contra el aborto, salvo en casos de violación, incesto o cuando la vida de la madre está en peligro.
Psaki aseguró que “la carrera estará sobre el filo de la navaja hasta el final”. “Estamos empatados o por delante en la mayoría de los estados clave”, agregó. En su ofensiva final para obtener el voto de los indecisos, el equipo de campaña de Obama recordó que la elección de 2000 se decidió por 537 votos en Florida. En un video propagandístico los demócratas afirman que “si piensan que vuestro voto no cuenta, que no tiene importancia… en aquel entonces, hubo al menos 537 personas que pensaron lo mismo”.
En lo que respecta a los republicanos, volvieron a apelar al actor Clint Eastwood, quien apoyó a Romney durante la convención del partido a fines de agosto, en un videoclip en el que afirma que otros cuatro años de Obama pondrían a Estados Unidos “de rodillas”. Y “nuestro país no se recuperará”, asegura el intérprete de ‘Harry el sucio’.
El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, emprendió una gira que lo llevará a ocho estados en 40 horas, con la esperanza de obtener los votos decisivos para impedir que su rival, Mitt Romney, gane la presidencia dentro de 13 días.
El mandatario demócrata se subió al amanecer al Boeing 747 Air Force One para dirigirse a Davenport en Iowa, uno de los estados que podrían decidir el resultado de la elección presidencial del 6 de noviembre.
Tras pronunciar un discurso en esa ciudad, Obama se desplazará a Colorado y luego a Nevada, los dos estados clave del oeste de Estados Unidos, con un paréntesis en Los Angeles, donde grabará una entrevista para el popular programa nocturno del humorista Jay Leno.
Debido a la diferencia horaria de tres horas entre las costas este y oeste de Estados Unidos, su último discurso en Las Vegas tendrá lugar después de la medianoche, hora de Washington. Pero no es cuestión de descansar en momentos en que los sondeos de intención de voto muestran una lucha cabeza a cabeza por llegar a la Casa Blanca.
Obama tendrá, en efecto, una noche muy breve en el Air Force One. Se lo espera en Florida, en la otra punta del país, el jueves de mañana. Seguirá luego rumbo a Virginia y Ohio, los otros dos estados decisivos del este, con una escala en su feudo de Chicago, donde votará anticipadamente.
Los sondeos en la mayoría de los estados decisivos siguen mostrando un empate o una ligera ventaja de Obama, que sin embargo se mantiene dentro de los márgenes de error de las encuestas, lo que augura un final de campaña encarnizado para intentar convencer a los últimos votantes indecisos. Además, Romney supera por poco a Obama en intenciones de voto a escala nacional.
“Sobre el filo de la navaja hasta el final”
Romney expresó el martes de noche en Nevada su confianza, asegurando que los tres debates televisados con Obama, durante los que reafirmó su discurso centrista y un estilo calmo y reposado, le habían dado un gran empuje a su campaña. Afirmó que la campaña de Obama, en cambio, se estaba estancando. “Su candidatura es la del statu quo. Su mensaje consiste en seguir adelante con las mismas políticas que las de los cuatro años precedentes”, dijo en Colorado, donde se reunieron 12.000 personas cerca de Denver para escucharlo. El miércoles era esperado en Reno, Nevada.
Pero su campaña debió desaprobar el martes mismo, y por segunda vez desde el verano boreal, declaraciones sobre el aborto de un candidato republicano al Senado. Ese candidato por Indiana, Richard Mourdock, afirmó que un embarazo resultante de una violación era “la voluntad de Dios”, lo que dio la oportunidad a Obama de presentar nuevamente a los republicanos como extremistas en materia de derechos de las mujeres, 56% de las cuales votó por él en 2008.
“Esto nos recuerda que un Congreso republicano que trabaje consensuadamente con un presidente republicano (…) estimaría que las mujeres no pueden tomar sus propias decisiones acerca de su salud”, afirmó en el Air Force One la portavoz de la campaña de Obama, Jennifer Psaki.
La portavoz de Romney, Andrea Saul, había destacado un poco antes que el candidato republicano estaba “en desacuerdo con las declaraciones de Richard Mourdock”, Romney tomó posición contra el aborto, salvo en casos de violación, incesto o cuando la vida de la madre está en peligro.
Psaki aseguró que “la carrera estará sobre el filo de la navaja hasta el final”. “Estamos empatados o por delante en la mayoría de los estados clave”, agregó. En su ofensiva final para obtener el voto de los indecisos, el equipo de campaña de Obama recordó que la elección de 2000 se decidió por 537 votos en Florida. En un video propagandístico los demócratas afirman que “si piensan que vuestro voto no cuenta, que no tiene importancia… en aquel entonces, hubo al menos 537 personas que pensaron lo mismo”.
En lo que respecta a los republicanos, volvieron a apelar al actor Clint Eastwood, quien apoyó a Romney durante la convención del partido a fines de agosto, en un videoclip en el que afirma que otros cuatro años de Obama pondrían a Estados Unidos “de rodillas”. Y “nuestro país no se recuperará”, asegura el intérprete de ‘Harry el sucio’.