Liga de Campeones: Soldado encumbró al Valencia en Minsk

Fernando López de Lorenzo
Minsk, As
Roberto Soldado es mucho más que un mero soldado, valga la redundancia. Es un capitán. Un hombre que se sacrifica por su grupo, que sabe sufrir sobre el césped, que se desvive por su camiseta, que no le importa pegarse el solo, que es capaz de cualquier cosa con tal de ganar. No importa donde ni cuando, Soldado siempre termina apareciendo, generalmente en el momento oportuno, cuando se le reclama, cuando más se espera de él. En Minsk (0-3) se inventó un hat-trick en un partido incómodo para el Valencia, tres goles que dejan a su equipo líder del Grupo F y con dos de los tres partidos que restan por jugar en Mestalla. Una excelente situación para alcanzar los octavos.


Algo cambió en el Valencia el pasado domingo. Los frenéticos últimos minutos ante el Athletic de Bilbao, con una remontada agónica, revivieron a un equipo que pasaba por un momento muy delicado. Esos dos minutos cambiaron al Valencia de Pellegrino. Con esas llegaron a Minsk. Pero no había que dejarse llevar por la euforia y Pellegrino sabe bien como evaporarla. Lejos de buscar un inicio rompedor, el técnico argentino juntó en el campo toda la argamasa que tiene para levantar una muralla difícil de sobrepasar. El BATE, asustado por la altura de ese muro, comenzó atenazado. Los bielorrusos son un equipo alegre, a ratos. Tienen buenos jugadores como Pavlov o Rodionov. Futbolistas que saben que tienen que hacer cuando gozan de la pelota. Tuvo sus ocasiones, probó a un siempre ágil y despierto Diego Alves y demostró que haber derrotado al Bayern y al Lille fue algo más que fortuna. Pero sólo disfrutan a la contra, cuando galopan a campo abierto. Es ahí donde coge mucho valor, si no todo, el cauto planteamiento de Pellegrino.

El mejor exponente del rocoso diseño fue el trivote Gago-Albelda-Tino Costa. La idea dejó solos arriba a Guardado, Feghouli y Soldado. Sobre todo, a Soldado. Pellegrino le mandó casi en solitario a la guerra, a una injusta lucha contra la defensa bielorrusa. El delantero asumió el reto. Y lo superó con creces. Muchas son sus virtudes, pero seguro que la más impresionante es buscarse un gol, un disparo, una ocasión. Siempre en el momento oportuno. Lo intentó en el minuto 4, a pase de Gago. Desasistido, desapareció hasta que al borde del descanso se sacó un penalti de la nada, cuando el BATE más apretaba y su equipo más reclamaba la labor del capitán, y lo marcó. Haría dos más, pero eso llegará más tarde.

El BATE salió del descanso con las ideas muy claras. Había que correr, atacar con todo, abrir todos los frentes posibles. En apenas dos minutos, el muro de Pellegrino se agrietó. Rodionov, buen futbolista, se creó un hueco y soltó un zurdazo dentro del área que exigió lo mejor de Diego Alves, un portero de luces, de grandes paradas. Entonces volvió a aparecer el 'efecto Soldado'. Sin tiempo para lamentar, el Valencia montó una contra espectacular, de libro. Guardado condujo la pelota, Tino Costa tiró un desmarque que arrastró a medio BATE y Soldado no desaprovechó la acción de sus compañeros. El mexicano colgó un balón perfecto y el delantero descubrió una volea impecable, fuerte, imparable.

El segundo gol, en el mejor momento bielorruso, supuso la muerte del BATE. Nunca más se supo de los bielorrusos. El Valencia encontró fuerza por todos lados. Presionó cada balón, corrió cada desmarque y obtuvo otro premio. Tino Costa y Soldado dibujaron otra perfecta sociedad y el delantero volvió a superar a Gorbunov, esta vez con un suave toque, también sin dejarla caer. Poco más quedó para el final, un misil de Guardado, el rodaje de Éver o un indulto a Jonas. El trabajo ya estaba hecho. Soldado había arrasado Minsk.

BATE Borisov: Gorbunov, Polyakov, Simic, Filipenko, Bordachev, Liktarovich (Sivakov, m.53), Volodko (Bressan, m.76), Olekhnovich, Hleb, Pavlov (Mozalevski, m.67) y Rodionov.

Valencia: Diego Alves, Joao Pereira, Rami, Ricardo Costa, Cissokho, Gago, Albelda (Banega, m.72), Tino Costa, Feghouli (Barragán, m.82), Soldado (Jonas, m.77) y Guardado.

Goles: 0-1, m.45: Soldado, de penalti. 0-2, m.55: Soldado. 0-3, m.68: Soldado.

Árbitro: Craig Thomson (SCO). Amonestó por el BATE a Simic y Pavlov y por el Valencia a Soldado y Albelda.

Incidencias: partido disputado en el estadio del Dinamo de Minsk. Terreno de juego en aceptables condiciones.

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