Las expulsiones y un penalti acaban con el Zaragoza
Zaragoza, EFE
Las expulsiones de dos jugadores y un polémico penalti señalado por el colegiado César Muñiz Fernández fueron determinantes para la derrota de un Real Zaragoza que mientras se mantuvo con uno menos dio la cara y fue mejor que su rival.
La segunda expulsión local, en el minuto 63, y que llevó acarreado un penalti que transformó Diego Castro, acabó con las ilusiones locales de llevarse los tres puntos y colocarse en una zona tranquila de la clasificación, mientras que para el conjunto madrileño la victoria le proyecta hacia la zona media-alta, pero tras un partido en el que careció de ambición, salvo los minutos iniciales de la segunda parte, y en el que no se mereció ganar.
El equipo de Luis García Plaza tuvo la mejor oportunidad del primer periodo nada más comenzar, en el minuto 3, en un robo de balón protagonizado por Abdelaziz Barrada que, tras irse de tres contrarios, dribló al meta Roberto pero le dio mal al balón en su disparo en caída y permitió a Christian Sapunaru evitar el tanto.
La expulsión de Romaric siete minutos más tarde por una entrada a Lacen endureció el partido y lo trabó con continuas faltas en un principio, aunque poco a poco se relajó el ambiente dentro del terreno de juego y el conjunto maño, contrariamente a lo que pudiera parecer normal, se hizo con el dominio del balón y del juego.
Al principio con más corazón que cabeza pero luego con el sentido del juego que le dio José María Movilla, el equipo maño dio la sensación de jugar con un hombre más en vez de con unos menos. El Getafe pareció que iba a esperar a que su oponente madurase por sí mismo, ya que ni presionó al Zaragoza ni tampoco quiso hacerse con el balón para hacerle correr detrás de él.
El equipo de Manolo Jiménez fue el único que inquietó tras la expulsión llegando a gozar de dos claras ocasiones el minuto 23, la primera en un despeje de cabeza del defensa visitante Rafa, que tuvo que rechazar con muchos apuros Moyá, y la segunda con otro testarazo, en este caso de Sapunaru, que dio en la parte superior del larguero.
Hasta el final de los primeros 45 minutos el conjunto madrileño continuó desaparecido ante un equipo local que seguía apostando por atacar.
Tras el descanso el equipo foráneo pareció salir con otro talante y gozó de dos buenas opciones de adelantarse en el marcador, aunque la primera la repelió el cancerbero Roberto y la segunda la envió junto a la base del poste Pedro León.
El juego se había igualado porque el Getafe había despertado pero el equipo maño no renunciaba a la victoria hasta que llegó la protestada jugada del penalti en el minuto 63 que, transformado por Diego Castro, acabó por ser clave para el triunfo final ya que, con dos hombres más, el conjunto visitante se dedicó a tocar y a tener la posesión del balón especulando, más que pensando en cerrar definitivamente el encuentro, aunque Alvaro falló en el 67 solo a puerta vacía lo que hubiera sido la sentencia.
Aún así, el equipo aragonés, con un gran tesón, tuvo su gran oportunidad en el minuto 78 en una falta que por dos veces cabeceó Helder Postiga y que acabó en un barullo que despejó la defensa.
Las expulsiones de dos jugadores y un polémico penalti señalado por el colegiado César Muñiz Fernández fueron determinantes para la derrota de un Real Zaragoza que mientras se mantuvo con uno menos dio la cara y fue mejor que su rival.
La segunda expulsión local, en el minuto 63, y que llevó acarreado un penalti que transformó Diego Castro, acabó con las ilusiones locales de llevarse los tres puntos y colocarse en una zona tranquila de la clasificación, mientras que para el conjunto madrileño la victoria le proyecta hacia la zona media-alta, pero tras un partido en el que careció de ambición, salvo los minutos iniciales de la segunda parte, y en el que no se mereció ganar.
El equipo de Luis García Plaza tuvo la mejor oportunidad del primer periodo nada más comenzar, en el minuto 3, en un robo de balón protagonizado por Abdelaziz Barrada que, tras irse de tres contrarios, dribló al meta Roberto pero le dio mal al balón en su disparo en caída y permitió a Christian Sapunaru evitar el tanto.
La expulsión de Romaric siete minutos más tarde por una entrada a Lacen endureció el partido y lo trabó con continuas faltas en un principio, aunque poco a poco se relajó el ambiente dentro del terreno de juego y el conjunto maño, contrariamente a lo que pudiera parecer normal, se hizo con el dominio del balón y del juego.
Al principio con más corazón que cabeza pero luego con el sentido del juego que le dio José María Movilla, el equipo maño dio la sensación de jugar con un hombre más en vez de con unos menos. El Getafe pareció que iba a esperar a que su oponente madurase por sí mismo, ya que ni presionó al Zaragoza ni tampoco quiso hacerse con el balón para hacerle correr detrás de él.
El equipo de Manolo Jiménez fue el único que inquietó tras la expulsión llegando a gozar de dos claras ocasiones el minuto 23, la primera en un despeje de cabeza del defensa visitante Rafa, que tuvo que rechazar con muchos apuros Moyá, y la segunda con otro testarazo, en este caso de Sapunaru, que dio en la parte superior del larguero.
Hasta el final de los primeros 45 minutos el conjunto madrileño continuó desaparecido ante un equipo local que seguía apostando por atacar.
Tras el descanso el equipo foráneo pareció salir con otro talante y gozó de dos buenas opciones de adelantarse en el marcador, aunque la primera la repelió el cancerbero Roberto y la segunda la envió junto a la base del poste Pedro León.
El juego se había igualado porque el Getafe había despertado pero el equipo maño no renunciaba a la victoria hasta que llegó la protestada jugada del penalti en el minuto 63 que, transformado por Diego Castro, acabó por ser clave para el triunfo final ya que, con dos hombres más, el conjunto visitante se dedicó a tocar y a tener la posesión del balón especulando, más que pensando en cerrar definitivamente el encuentro, aunque Alvaro falló en el 67 solo a puerta vacía lo que hubiera sido la sentencia.
Aún así, el equipo aragonés, con un gran tesón, tuvo su gran oportunidad en el minuto 78 en una falta que por dos veces cabeceó Helder Postiga y que acabó en un barullo que despejó la defensa.