Las elecciones municipales toman el pulso a la política brasileña

Unos 140 millones de electores están convocados para elegir 5.000 alcaldes

Francho Barón
Río de Janeiro, El País
Este domingo 140 millones de brasileños están convocados a las urnas para elegir alcaldes y concejales en más de 5.000 municipios. Con 40.000 efectivos del Ejército de Tierra, la Marina y Aeronáutica desplegados a lo largo y ancho de su territorio para garantizar la seguridad del proceso, Brasil asiste a unos comicios marcados por el pulso entre las dos principales fuerzas políticas del país, el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y los socialdemócratas del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña). Lo que suceda en las tres principales capitales económicas, São Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte, denominadas en su conjunto como el “triángulo de las Bermudas”, será de crucial importancia de cara a las elecciones presidenciales de 2014, donde aun todo está por definir y ni siquiera se descarta que el propio expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva, regrese al ruedo de la política activa.


Tanto en São Paulo como en Rio, la pugna y los equilibrios de poder encarnados por el PT y el PSDB, o por sus partidos aliados, como el centrista PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño), se han visto alterados por la irrupción de candidatos como Celso Russomano, del Partido Republicano Brasileño (PRB), en la capital paulista, o Marcelo Freixo, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), en Río.

La ciudad de Sao Paulo representa el reducto electoral mas preciado de Brasil, tanto por su enorme población de más de once millones de habitantes, como por su todopoderosa economía, que responde por más de 12% del Producto Interior Bruto (PIB) brasileño. Aquí compiten por la alcaldía viejos conocidos del electorado, como José Serra (PSDB), escaldado de la política nacional tras dos infructuosas candidaturas a la presidencia del Gobierno y ahora segundo en las encuentas, con un 23% de intención de voto. Quien encabeza la carrera en la capital económica brasileña es Celso Russomano, que obtendría alrededor del 25 % de los votos según las princales firmas de sondeos. Diputado federal y exreportero, Russomano ha visto como su campaña ha pasado en dos semanas de un éxito rotundo (35 % de los votos, según Datafolha el pasado 19 de septiembre) a una situación de modesto liderazgo que no le garantiza un lugar en la más que probable segunda vuelta que deberá celebrarse en São Paulo. Este hombre de 56 años encarna el auge de la iglesia evangélica brasileña, que respalda oficiosamente su candidatura por tierra, mar y aire. Russomano se hizo famoso en el canal de televisión Record, controlado por la Iglesia Universal del Reino de Dios, donde conectó con la audiencia de manera espectacular en un programa sobre los derechos del consumidor.

De acuerdo con las encuestas, Fernando Haddad, exministro de Educación durante el Gobierno de Lula da Silva y candidato del PT, se sitúa en el tercer lugar de la carrera paulista con un 19 % de intención de voto. Ante el inusitado despegue de la candidatura de Russomano, Haddad y Serra decidieron hace días aparcar las embestidas mutuas para formar un frente común que ponga freno a un posible desembarco de los evangélicos en la alcaldía de São Paulo. Incluso el propio Lula ha abandonado la campaña del PT en el resto del país para volcarse en apoyar a Haddad.

En Río de Janeiro, el PT no compite por la alcaldía con un candidato propio, aunque es como si lo fuese. Aliado en el Gobierno Federal, el PMDB tiene garantizada la victoria con un candidato fuerte, Eduardo Paes, actual alcalde de la ciudad. Paes aglutina unos altísimos niveles de aprobación a su gestión y, según el Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (IBOPE), arrasará en esta primera vuelta con el 57 % de los votos. Desde la llegada de Paes, Río vive un momento especialmente dulce, con un espectacular auge económico y una caida en picado de la inseguridad. Su sintonía política con el Gobernador del Estado, Sergio Cabral, y con la presidenta, Dilma Rousseff, lo convierten en un candidato imbatible en este momento.

Lejos de Paes se sitúa en las encuestas Marcelo Freixo (18 % de intención de voto), el hombre que ha conseguido congregar a un buen segmento de los descontentos de izquierdas que no se identifican con la gestión del actual alcalde. Con un currículo limpio de principio a fin, Freixo ha destacado en los últimos años por sus temerarios informes de denuncia sobre las milicias parapoliciales que han tomado infinidad de suburbios de la periferia de Río. La campaña de este diputado y militante de los derechos humanos ha caído en Río como una bofetada de aire fresco, aunque tenga nulas posibilidades de alzarse con la Vitoria.

Entradas populares