La policía ocupa un peligroso complejo de favelas de Rio de Janeiro
Unos 1.500 agentes participan en la toma de las favelas de Manguinhos y Jacarezinho, controladas por el narcotráfico
Juan Arias
Río de Janeiro, El País
Sin disparar un solo tiro, 2.000 hombres liberaron esta madrugada a cuatro de las favelas más violentas de Río de Janeiro: Manguinhos, Mandela, Varginha y Jarazinho. Ahí se concentraba la mayor parte de la venta de crack, droga que consume al menos medio millón de brasileños. La policía del estado brasileño de Río de Janeiro ha ocupado hoy en sólo diez minutos el complejo de favelas de Manguinhos, uno de los más peligrosos de la ciudad.
La operación fue llamada Pacificación Manguinhos y comenzó a las cinco de la mañana y han utilizado excavadoras mecánicas para retirar las barreras que los narcotraficantes utilizaban para bloquear los accesos a las favelas. El objetivo es implantar en estos sitios nuevas UPP (unidades de policía pacificadora) en menos de un mes.
El coronel de la policía militar, Frederico Caldas, aseguró que el éxito de la operación responde a la cooperación entre la población civil y los distintos cuerpos de policía. En otras ocasiones, la falta de colaboración hizo fracasar otras operaciones.
Las autoridades retiraron de las calles de las favelas a 62 adultos y cinco menores dependientes crónicos de crack, que fueron conducidos a centros de rehabilitación. Ahora la policía busca a los principales narcotraficantes de la zona, que huyeron. Entre ellos, Marcelo Veiga, considero el jefe del tráfico en estos barrios.
La policía de Río es de las más corruptas del país sudamericano. En los últimos años, al menos 2.000 agentes han sido expulsados por vínculos con redes de corrupción y organizaciones criminales. Ayer mismo, en sendas operaciones preparatorias de la ocupación de hoy, cinco presuntos narcotraficantes resultaron muertos en enfrentamientos a tiros con las fuerzas del orden.
Juan Arias
Río de Janeiro, El País
Sin disparar un solo tiro, 2.000 hombres liberaron esta madrugada a cuatro de las favelas más violentas de Río de Janeiro: Manguinhos, Mandela, Varginha y Jarazinho. Ahí se concentraba la mayor parte de la venta de crack, droga que consume al menos medio millón de brasileños. La policía del estado brasileño de Río de Janeiro ha ocupado hoy en sólo diez minutos el complejo de favelas de Manguinhos, uno de los más peligrosos de la ciudad.
La operación fue llamada Pacificación Manguinhos y comenzó a las cinco de la mañana y han utilizado excavadoras mecánicas para retirar las barreras que los narcotraficantes utilizaban para bloquear los accesos a las favelas. El objetivo es implantar en estos sitios nuevas UPP (unidades de policía pacificadora) en menos de un mes.
El coronel de la policía militar, Frederico Caldas, aseguró que el éxito de la operación responde a la cooperación entre la población civil y los distintos cuerpos de policía. En otras ocasiones, la falta de colaboración hizo fracasar otras operaciones.
Las autoridades retiraron de las calles de las favelas a 62 adultos y cinco menores dependientes crónicos de crack, que fueron conducidos a centros de rehabilitación. Ahora la policía busca a los principales narcotraficantes de la zona, que huyeron. Entre ellos, Marcelo Veiga, considero el jefe del tráfico en estos barrios.
La policía de Río es de las más corruptas del país sudamericano. En los últimos años, al menos 2.000 agentes han sido expulsados por vínculos con redes de corrupción y organizaciones criminales. Ayer mismo, en sendas operaciones preparatorias de la ocupación de hoy, cinco presuntos narcotraficantes resultaron muertos en enfrentamientos a tiros con las fuerzas del orden.