La economía de México superará a la española, relegada al puesto 16
El Fondo confirma el ascenso imparable de las economías emergentes frente a la pérdida de peso de las desarrolladas
MIGUEL JIMÉNEZ
Tokio, El País
El FMI publica previsiones sobre el tamaño y evolución de las economías de todo el mundo en los próximos cinco años. Con todas las cautelas que merecen esos pronósticos, sí que marcan una tendencia evidente: el ascenso imparable de las economías emergentes frente a la pérdida de peso de las desarrolladas. En ese horizonte, el FMI prevé que México pase a ser la primera economía de habla hispana sin discusión, por delante de España.
El Fondo publica los datos tanto en dólares corrientes (el PIB medido con los precios en moneda local y convertido a la divisa estadounidense) como en términos de paridad de poder de compra (PPC), un cómputo que trata de eliminar las distorsiones en la comparación por los diferentes niveles de precios en cada país y reflejar el valor de bienes y servicios que no participan en el comercio internacional.
México ya superaba a España con este cómputo, pero ahora también se pondrá por delante en el otro. España caerá así en 2017 al puesto 16º de la economía mundial (15º por PPC), según los nuevos cálculos del Fondo. Hasta ahora ya se contaba con que Indonesia y Corea del Sur superasen a España, pero ahora se une el país latinoamericano.
El mayor retroceso, sin embargo, corresponde a Francia, que perderá cuatro puestos en la clasificación en dólares corrientes, en la que Brasil pasará a ser la quinta economía mundial, por delante de India, la que avanza con más fuerza. Ambas, además, se acercan considerablemente a Alemania, la cuarta, por detrás de Estados Unidos, China y Japón.
En la cabeza de la clasificación con los PIB ajustados por la paridad de poder de compra, el Fondo mantiene su previsión de que China supere a EE UU en 2017.
Obviamente, estas son clasificaciones sobre el tamaño de la economía en el que, a su vez, la población del país es un factor determinante. Esa clasificación no dice nada sobre la renta per capita o PIB por habitante, que sí es una medida mejor de la riqueza media que genera un país por persona.
Tokio, El País
El FMI publica previsiones sobre el tamaño y evolución de las economías de todo el mundo en los próximos cinco años. Con todas las cautelas que merecen esos pronósticos, sí que marcan una tendencia evidente: el ascenso imparable de las economías emergentes frente a la pérdida de peso de las desarrolladas. En ese horizonte, el FMI prevé que México pase a ser la primera economía de habla hispana sin discusión, por delante de España.
El Fondo publica los datos tanto en dólares corrientes (el PIB medido con los precios en moneda local y convertido a la divisa estadounidense) como en términos de paridad de poder de compra (PPC), un cómputo que trata de eliminar las distorsiones en la comparación por los diferentes niveles de precios en cada país y reflejar el valor de bienes y servicios que no participan en el comercio internacional.
México ya superaba a España con este cómputo, pero ahora también se pondrá por delante en el otro. España caerá así en 2017 al puesto 16º de la economía mundial (15º por PPC), según los nuevos cálculos del Fondo. Hasta ahora ya se contaba con que Indonesia y Corea del Sur superasen a España, pero ahora se une el país latinoamericano.
El mayor retroceso, sin embargo, corresponde a Francia, que perderá cuatro puestos en la clasificación en dólares corrientes, en la que Brasil pasará a ser la quinta economía mundial, por delante de India, la que avanza con más fuerza. Ambas, además, se acercan considerablemente a Alemania, la cuarta, por detrás de Estados Unidos, China y Japón.
En la cabeza de la clasificación con los PIB ajustados por la paridad de poder de compra, el Fondo mantiene su previsión de que China supere a EE UU en 2017.
Obviamente, estas son clasificaciones sobre el tamaño de la economía en el que, a su vez, la población del país es un factor determinante. Esa clasificación no dice nada sobre la renta per capita o PIB por habitante, que sí es una medida mejor de la riqueza media que genera un país por persona.
